jueves, 12 de agosto de 2021

Azucena del Mar

ESTAMPA CAUDETANA.

AZUCENA DEL MAR.
Se llama Félix. Félix es un antiguo compañero del claustro del profesorado de aquel colegio de feliz recuerdo, San Pablo CEU, que abre sus puertas en la urbanización  Montepríncipe de Boadilla del Monte, a las afueras de Madrid. Treinta años caminamos arriba y abajo por los pasillos de aquellos pabellones en busca de los grupos de alumnos programados en el horario escolar. Muchas fueron las veces en que me tocó entrar en el aula donde él se encontraba. El timbre que avisaba de la finalización de las clases no iba con él. Él siempre estaba pegado al encerado resolviendo o, en su caso, escribiendo los problemas que habrían de realizar, en sus casas los alumnos, para el próximo día.
- “Félix, le decía desde la puerta, que no me vas a dejar desarrollar mi programación curricular. ¡Corta ya!” ¡Nada! como si hablara con la pared. Allí seguía el súper vocacionado matemático.
- “Un momento, Padre, ya termino”. Un decir. No terminaba. El hombre, enfundado en su bata blanca y con la tiza entre los dedos, seguía subido en la tarima.
Pero, a pesar del tiempo que me restaba -ya te he dicho que era matemático- le guardo un gran afecto y le tengo como muy buen amigo, no en vano fui testigo cualificado de su boda y bauticé a sus dos hijos.
Pues, bien, este antiguo colega de fatigas es muy buen aficionado y estudioso  de las plantas, con decirte que tiene una APP que le informa pormenorizadamente de todo lo referente a ellas y a sus flores, ya te digo bastante. Su jardín en Olías del Rey, muy cerquita de Toledo, seguro, seguro, que rivalizaría con el Paraíso Terrenal donde echó a andar el primero de los hombres, Adán, también la primera mujer, Eva (hay que decirlo porque no andan las cosas por los entresijos de la política como para olvidarse de la hembra).
Andaba yo buscando el nombre de la flor que he puesto al inicio de estas letricas  porque, sin la más mínima pizca de temor al calorazo reinante, anda salpicando todo el corralón del convento de San José (El Carmen) y al surgir del terreno al que suelo echar algún que otro riego, donde ya quedaron exhaustas, secas y movidas por el viento, las hojas de las plantas que gozaron de vida, han tomado el testigo sus flores que, para no tener nada que les impida presumir, hasta de sus hojas prescinden y, así, se aparecen, ellas solas, surgiendo de la dura tierra del corralón.    Ya había visto estas flores en las jardineras que rompen la monotonía del larguísimo paseo a la orilla de la playa de El Campello. Pero, aunque me moví para encontrar su nombre y poder conocer algo de ellas, no fui capaz.
En esas estaba hasta que se me ocurrió preguntarle a mi amigo Félix, el compañero matemático del colegio, el de la APP de las plantas y, enseguida, puso luz en mi oscuridad.
Así he sabido que se llama científicamente PANCRATIUM  MARITIMUM y allí donde crece, en las playas del Cantábrico o del Mediterráneo, recibe distintos nombres vernáculos.
Pues, mira, siendo como es, flor de las arenas playeras y de las jardineras de los paseos de las riberas marítimas, vive y florece, a las mil maravillas, en el corralón del convento de San José, a 70 kilómetros del lugar natural de su desenvolvimiento biológico, bajo el imponente sol que preside la vida de los veranos de la Real Villa de Caudete porque, has de saber, que esta clase de flores, las AZUCENAS DE MAR, comienzan a florecer en junio y siguen en ello hasta muy metido agosto.
El NARDO DE LA COSTA, también se le llama así, es muy cuco porque para compartir terreno  con las gallinas, emplea un mecanismo muy especial, es muy tóxico y esa toxicidad produce problemas cardiacos y eso lo saben muy bien las gallinas, emplumado voraz donde los haya, razón por la cual la respetan a pesar de que exhala un aroma muy suave y atractivo con el que impregna el ambiente del corralón y su apetecible corola compuesta por cinco pétalos preciosos es, por lo tanto, respetada.  

Esta AZUCENA DEL MAR es la que te lleva hoy mi saludo, mis


       ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
12.8.2021. Jueves. (C.1.336)

P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita

1 comentario:

  1. Muy buenos días, P. Alfonso, con está azucena del mar le ha valido a usted para recordar a su compañero y también de poder saber es una planta venenosa y hasta las gallinas la han detectado y la respecta , los animales tiene un gran instinto que los humanos lo desconocemos . Que pase un día estupendo pero de mucho calor según nos anuncian.

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