La Mascletá.

ESTAMPA CAUDETANA.

LA MASCLETÁ.

Volvía a casa cuando la villa se llenó de ruido. Desde la explanada donde se sitúa el mercadillo de los miércoles bajaban por entre las altas torres los estampidos de los cohetes que al explotar dejaban libres por el cielo de El Campello, luces de colores  que, después de un ratico, se partían en cientos de Chispas del color de aquella de la que procedían.

Pensaba yo viéndolas: «así tuvo que ser, pero a lo grande, a lo inmenso, el Big Ban. Dios sacó de la nada a la existencia una gran mole de materia  que, inflada con tal  cantidad de energía que, en el mismo impulso, reventó en multitud de partes de sí misma y cada una de aquellas partes, en su ir por el espacio, dispuesto por Dios Creador con anterioridad, ocupó, ocupa y seguirá haciéndolo, llenándolo con galaxias.

Yo creo que los ingenieros pirotécnicos a la hora de pensar y pergeñar sus árboles de luz, sus mascletás, se zambullen en el Espíritu Creador de Dios y de Él reciben la luz que ellos, luego, meten en carcasas para agradar a quienes se quedan "lelos" contemplándolos, como le acontece al ser humano  cuando, en una noche estrellada, contempla la galaxia de la Vía Láctea de la que forma parte nuestro Sistema Solar.

Ayer, día de SANTA TERESA DE JESÚS, Fiesta en la villa marinera de El Campello, su  Ilmo. Ayuntamiento, llegada la noche, pintó su cielo con mucho y maravilloso color lleno de energía, lleno de luz para disfrute de los villanos del lugar y de aquellos que, habiendo venido de fuera, los alemanes aprovechando su «KartoffelWoche» (semana de la patata), participamos de la alegría festiva de los campellanos.

Hoy te van, con luz de colores, mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!

16.10.2021. Sábado (C. 1.398)

P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.