El Belén de la Parroquia de San Francisco.

 ESTAMPA CAUDETANA.

EL BELÉN DE LA PARROQUIA DE SAN FRANCISCO.

A lo largo de la semana pasada Mariló y su tropa, como cada año, fiel a su compromiso personal montaron en la nave de la derecha del templo parroquial de San Francisco el Nacimiento, el misterio de Belén.

A Mariló no hace falta presentarla. Mariló pulsa con la púa y con sus dedos las cuerdas de la guitarra y al mismo tiempo que salen de la caja de madera las notas de canciones largamente ensayadas y estupendamente ejecutadas, es, además, la solista de un grupo musical que ameniza siempre las liturgias en la parroquia de San Francisco de esta Real Villa de Caudete en el barrio al que da nombre el santo de Asís.

Lleva también, como catequista, un grupo de los chicos que se preparan para encontrarse con el Espíritu del Señor en el misterio del sacramento de la Confirmación. Es una mujer abierta una mujer muy agradable, siempre contenta, nunca se la ve enfada.  Es una mujer que transmite la alegría que lleva dentro y esa alegría ese carácter se plasma en su modo de vivir compartiéndolo con aquellos a los que trata.

Y es ese modo de ser y de vivir el que traslada estupendamente a la obra que, junto con sus hijos y demás que le prestan ayuda, ha llevado a cabo haciendo el Belén de la parroquia.

Nada dicen las Evangelios acerca de que en el portalito de Belén estuvieran presentes los tejaínos ni otras clases de volátiles sí que hubieran otra clase de animales en aquella cueva, caía aquella noche porque las ovejas que en ella encontraban acomodo y defensa contra los depredadores en noches frías aquella bendita noche mucho frío no haría porque vivaqueaban en descampado, en las majadas del entorno cuidadas, por turnos, por los pastores.

Fye enbel siglo XIII cuando el Santo que da nombre a la parroquia, el de Asís, el primero que llevo a la plasticidad el Gran Misterio de la Encarnación de Dios en la sencillez, humildad y pobreza de un lugar de cobijo para los animales, fue quien introdujo la costumbre de situar en el lugar una buey y una mula. Pero Mariló siempre sitúa en algún lugar el nacimiento un signo que representa a la familia de los volátiles y, este año, ha situado en el alero, en una esquinica, a un tejaíno que, desde lugar tan privilegiado, y en representación de todos los volátiles, asiste embelesado al gran acontecimiento que parte en dos la Historia, el NACIMIENTO DEL HIJO DE DIOS. Allí arriba, acurrucadito sobre sus patas no tiene la cabeza puesta entre sus alas para combatir el frío de la noche si no que asiste espectante al gran misterio que se estaba produciéndo en aquella noche Santa.

Destaca en la obra realizada en tiempos hábiles, a lo largo de la semana pasada, la sencillez más pasmosa  porque es así como tuvo que acontecer el hecho más grandioso que se contempla en la historia de la humanidad, cual es la irrupción de Dios, del Hijo de Dios, del Emmanuel, en nuestra propia historia, asumiendo nuestra naturaleza humana, dentro del pueblo hebreo.

Sí, desde el nacimiento que con tanto entusiasmo ha construido Mariló y su tropa se nos predica plásticamente la gran catequesis de todo un Dios decidiendo hombre, naciendo como nace cualquier ser humano. Y lo lleva a cabo Mariló con la sencillez más absoluta, en el ámbito de la pobreza de una cueva donde le dejaron hueco, aquella noche feliz, unos animales que vivaqueban al raso cuidados por sus pastores.

Muchas gracias Mariló a ti y a la tropa que te ayudó a llevar a cabo esa catequesis plástica en torno a la Encarnación del Hijo de DIOS.

Recibe mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!

13.12.2021' Lunes. (C. 1.427)

P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.