domingo, 12 de diciembre de 2021

La Ausencia.

ESTAMPA CAUDETANA.

LA AUSENCIA

(Ante la AUSENCIA del MISTERIO luminoso, sitúo en su lugar LA ESTRELLA que corona el abeto de luz de la Plaza de El Carmen, símbolo de aquella otra que guió a unos Magos hasta el Portalico de Belén).

El pasado viernes las autoridades de la Real Villa de Caudete, con el encendido de las luces, dieron el pistoletazo de salida a las fiestas que se avecinan con motivo de la celebración festiva de la primera venida del Enmanuel (Dios con nosotros), la Navidad del Señor y, ayer sábado, en la Parroquia de Santa Catalina, dentro de la Eucaristía de la tarde, víspera ya del tercer domingo de adviento, aconteció otro tanto con la bendición del Belén declarando la APERTURA DE LAS FIESTAS LITÚRGICAS DE LA NAVIDAD DEL SEÑOR entre los sones del coro de niños que amenizaron la liturgia, hábilmente dirigidos por su directora puesta a las teclas del órgano.

Cuando los operarios del Ilmo. Ayuntamiento han llevado a cabo un trabajo concienzudo colocando aquí y allá arbolicos de metal que semejan a abetos vestidos con bombillicas llamadas a formar una luminaria de colorines. Cuando, por todo lo alto de las calles, los mencionados operarios municipales, han colgado los artísticos paneles que ya dan claridad a lo largo las FIESTAS DE LA NAVIDAD DEL SEÑOR de 2021…, se echa de menos, se nota su AUSENCIA.

Sí, se nota la AUSENCIA, porque ya no alumbra, ya no anuncia, ya no cuelga allí donde lo ha venido haciendo por, ni se sabe, cuánto tiempo, porque está apagada, la simpática silueta que recrea, hecha luz, en las frías y oscuras noches de la Villa, el gran Sacramento, el gran Misterio, de la encarnación del más Grande, del Único, del que, en Él, tiene su fin una parte de la Historia del ser humano y da comienzo la segunda y definitiva, la ENCARNACIÓN en las purísimas entrañas de la Virgen María,  venerada en esta Villa caudetana, como Patrona en su advocación de GRACIA,  del Hijo de Dios, del ENMANUEL, del DIOS CON NOSOTROS.

El luminoso que sacaba al MISTERIO de la oscuridad y que siempre aparecía colgado en la puerta de la entrada a la calle Santísimo Sacramento, a la misma entrada de la parroquia de Santa Catalina, hasta que dejó de hacerlo hace dos años, el año previo a la pandemia y el de la misma pandemia, dos años ya.

Este año, tampoco aparece, no lo han colocado. Permanecerá en los almacenes municipales arrumbado en un rincón, lleno de polvo, como le aconteciera al arpa del que nos habla poéticamente Gustavo Adolfo Bécker en la rima VII, (13/77):

“Del salón, en el ángulo oscuro,

de su dueña tal vez olvidada,

silenciosa y cubierta de polvo,

veíase el arpa.

¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,

Como el pájaro duerme en las ramas,

esperando la mano de nieve

que sabe arrancarlas!

¡Ay!, pensé; cuántas veces el genio

Así duerme en el fondo del alma,

Y una voz como Lázaro espera

Que le diga “levántate y anda”

 Sí, se nota la AUSENCIA Y…

como el arpa, olvidada de sus dueños,

permanece en un almacén, 

adosada a una pared,  

apagada

y cubierta de polvo,

y, no obstante,

ahíta del recuerdo de tanta luz dimanada,

la estampa caudetana de luz del Misterio.

 Sí, SE ECHA DE MENOS. Se nota su AUSENCIA.

Pero, ¿por qué su AUSENCIA? Si el motivo navideño luminoso no transmite el Covid-19. No me lo explico.

 ¿Por qué será? ¿A qué será debido? ¿Qué razón de peso abala el hecho constatable? ¿Qué es lo que motiva tal AUSENCIA?  ¿quién lo ha dispuesto así y por qué?

No lo sé, ni me lo imagino. Y, sin embargo, como ciudadano de esta Villa, sí me importa. Pero…

En cambio, sí que tiene lugar, y está muy requetebién, al aire de las fiestas en torno a la celebración festiva de la Navidad de nuestro Señor Jesucristo, en el amplio, incomparable  y coqueto ámbito de la Plaza de la Iglesia, el desarrollo del mercadillo navideño, del que ya te daba noticia antes de ayer, día 10 de los corrientes, donde las tiendas de la Villa están dado a conocer y ofreciendo a las gentes del lugar y a todos aquellos que nos visitan, sus mercaderías, con algún que otro descuento ofrecido para animar el mercado, muy apabullado por la tiranía impuesta por la pandemia del Covid-19. Y, sí, lo han hecho en la emblemática Plaza de la Iglesia.

 Sí, se echa de menos, se nota la AUSENCIA de esa simpática filigrana de luz que, en las noches oscuras y frías de la Villa nos anunciaba y ponía en valor el por qué de las fiestas, su justificación, que no es otra que LA NAVIDAD DEL SEÑOR.

En esta Real Villa donde se cuidan tanto las tradiciones y las costumbres de la mano de comparsas, cofradías y asociaciones, avaladas y potenciadas por el Ilmo. Ayuntamiento, resulta que se ha dejado caer, nunca mejor dicho, esa simpática costumbre de mostrar a las gentes de la Villa, en luz, el MISTERIO DE LA NAVIDAD, a la entrada de la calle del Santísimo Sacramento, en la misma puerta de la parroquia de Santa Catalina.

Sí, se echa de menos LA AUSENCIA del MISTERIO DE LA NAVIDAD desde su filigrana de luz de colores, el más genuino adorno navideño, las siluetas de María, de José y del Niño en su cunita, que se pueda pensar, más que cualquier otro de los muchísimos que jalonan las calles y plazas de la Villa.

Recibe mi saludo, mis

               ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!

12.12.2021. Domingo. (C. 1.426)

P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.

1 comentario:

  1. Muy buenas noches , P. Alfonso, sí , se hecha en falta esa figura que es la principal de toda estás fiestas , con la que los cristianos conmemoramos el Nacimiento del Mesías . Que usted bien dice en algún sitio está descansando, para ver si el próximo año, se acuerdan y podemos ver que vuelve a estar colocada. Que tenga un buen descanso.

    ResponderEliminar