ESTAMPA CAUDETANA.
LA AUSENCIA
(Ante la AUSENCIA del MISTERIO luminoso, sitúo en su lugar
LA ESTRELLA que corona el abeto de luz de la Plaza de El Carmen, símbolo de
aquella otra que guió a unos Magos hasta el Portalico de Belén).
El pasado viernes las autoridades de la Real Villa de Caudete,
con el encendido de las luces, dieron el pistoletazo de salida a las fiestas
que se avecinan con motivo de la celebración festiva de la primera venida del
Enmanuel (Dios con nosotros), la Navidad del Señor y, ayer sábado, en la
Parroquia de Santa Catalina, dentro de la Eucaristía de la tarde, víspera ya
del tercer domingo de adviento, aconteció otro tanto con la bendición del Belén
declarando la APERTURA DE LAS FIESTAS LITÚRGICAS DE LA NAVIDAD DEL SEÑOR entre
los sones del coro de niños que amenizaron la liturgia, hábilmente dirigidos
por su directora puesta a las teclas del órgano.
Cuando los operarios del Ilmo. Ayuntamiento han llevado a
cabo un trabajo concienzudo colocando aquí y allá arbolicos de metal que
semejan a abetos vestidos con bombillicas llamadas a formar una luminaria de
colorines. Cuando, por todo lo alto de las calles, los mencionados operarios
municipales, han colgado los artísticos paneles que ya dan claridad a lo largo
las FIESTAS DE LA NAVIDAD DEL SEÑOR de 2021…, se echa de menos, se nota su
AUSENCIA.
Sí, se nota la AUSENCIA, porque ya no alumbra, ya no
anuncia, ya no cuelga allí donde lo ha venido haciendo por, ni se sabe, cuánto
tiempo, porque está apagada, la simpática silueta que recrea, hecha luz, en las
frías y oscuras noches de la Villa, el gran Sacramento, el gran Misterio, de la
encarnación del más Grande, del Único, del que, en Él, tiene su fin una parte
de la Historia del ser humano y da comienzo la segunda y definitiva, la
ENCARNACIÓN en las purísimas entrañas de la Virgen María, venerada en
esta Villa caudetana, como Patrona en su advocación de GRACIA, del Hijo
de Dios, del ENMANUEL, del DIOS CON NOSOTROS.
El luminoso que sacaba al MISTERIO de la oscuridad y que
siempre aparecía colgado en la puerta de la entrada a la calle Santísimo
Sacramento, a la misma entrada de la parroquia de Santa Catalina, hasta que
dejó de hacerlo hace dos años, el año previo a la pandemia y el de la misma
pandemia, dos años ya.
Este año, tampoco aparece, no lo han colocado. Permanecerá
en los almacenes municipales arrumbado en un rincón, lleno de polvo, como le
aconteciera al arpa del que nos habla poéticamente Gustavo Adolfo Bécker en la
rima VII, (13/77):
“Del salón, en el ángulo oscuro,
de su dueña tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo,
veíase el arpa.
¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,
Como el pájaro duerme en las ramas,
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!
¡Ay!, pensé; cuántas veces el genio
Así duerme en el fondo del alma,
Y una voz como Lázaro espera
Que le diga “levántate y anda”
Sí, se nota la AUSENCIA Y…
como el arpa, olvidada de sus dueños,
permanece en un almacén,
adosada a una pared,
apagada
y cubierta de polvo,
y, no obstante,
ahíta del recuerdo de tanta luz dimanada,
la estampa caudetana de luz del Misterio.
Sí, SE ECHA DE MENOS. Se nota su AUSENCIA.
Pero, ¿por qué su AUSENCIA? Si el motivo navideño luminoso
no transmite el Covid-19. No me lo explico.
¿Por qué será? ¿A qué será debido? ¿Qué razón de peso
abala el hecho constatable? ¿Qué es lo que motiva tal AUSENCIA? ¿quién lo
ha dispuesto así y por qué?
No lo sé, ni me lo imagino. Y, sin embargo, como ciudadano
de esta Villa, sí me importa. Pero…
En cambio, sí que tiene lugar, y está muy requetebién, al
aire de las fiestas en torno a la celebración festiva de la Navidad de nuestro
Señor Jesucristo, en el amplio, incomparable y coqueto ámbito de la Plaza
de la Iglesia, el desarrollo del mercadillo navideño, del que ya te daba
noticia antes de ayer, día 10 de los corrientes, donde las tiendas de la Villa
están dado a conocer y ofreciendo a las gentes del lugar y a todos aquellos que
nos visitan, sus mercaderías, con algún que otro descuento ofrecido para animar
el mercado, muy apabullado por la tiranía impuesta por la pandemia del
Covid-19. Y, sí, lo han hecho en la emblemática Plaza de la Iglesia.
Sí, se echa de menos, se nota la AUSENCIA de esa
simpática filigrana de luz que, en las noches oscuras y frías de la Villa nos
anunciaba y ponía en valor el por qué de las fiestas, su justificación, que no
es otra que LA NAVIDAD DEL SEÑOR.
En esta Real Villa donde se cuidan tanto las tradiciones y
las costumbres de la mano de comparsas, cofradías y asociaciones, avaladas y
potenciadas por el Ilmo. Ayuntamiento, resulta que se ha dejado caer, nunca
mejor dicho, esa simpática costumbre de mostrar a las gentes de la Villa, en
luz, el MISTERIO DE LA NAVIDAD, a la entrada de la calle del Santísimo
Sacramento, en la misma puerta de la parroquia de Santa Catalina.
Sí, se echa de menos LA AUSENCIA del MISTERIO DE LA NAVIDAD
desde su filigrana de luz de colores, el más genuino adorno navideño, las
siluetas de María, de José y del Niño en su cunita, que se pueda pensar, más
que cualquier otro de los muchísimos que jalonan las calles y plazas de la
Villa.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
12.12.2021. Domingo. (C. 1.426)
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.
Muy buenas noches , P. Alfonso, sí , se hecha en falta esa figura que es la principal de toda estás fiestas , con la que los cristianos conmemoramos el Nacimiento del Mesías . Que usted bien dice en algún sitio está descansando, para ver si el próximo año, se acuerdan y podemos ver que vuelve a estar colocada. Que tenga un buen descanso.
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