lunes, 20 de diciembre de 2021

Las Cuatro Velas.

ESTAMPA CAUDETANA.

LAS CUATRO VELAS.
Ya ha adquirido carta de ciudadanía entre nosotros la costumbre de incluir dentro de la liturgia del tiempo de Adviento la corona que recibe su nombre de este tiempo, Corona de Adviento.
Tiene su origen en el misticismo alemán anterior al cristianismo. Era símbolo de la esperanza de los pueblos del norte de Europa del cambio de estación y fin del duro invierno y a partir del siglo XVI, en Alemania, pasa de adornar la puerta de las viviendas a incluirse en el ámbito de la liturgia manifestando, desde ese momento, la esperanza de un nuevo ciclo inaugurado por la llegada del Salvador a tomar parte de la historia de los hombres.
Para la tradición cristiana simboliza el tiempo que va pasando, con su aparente monotonía, que se rompe con la venida esperada del Señor de la historia, Jesucristo, plasmado de modo certero por el diseñador del panel luminoso que el ilustrísimo Ayuntamiento de la Real Villa de Caudete ha colocado a la entrada de la calle del Santísimo Sacramento junto a la puerta de la iglesia de Santa Catalina: María y José encerrados en un círculo y el Niño Jesús en el regazo de la Virgen María rompiendo el círculo, el encierro del ser humano, dando paso a un tiempo nuevo inaugurado con la  Navidad del Señor, del Enmanuel.
Para confeccionar la corona de adviento, símbolo de Dios que no tiene principio ni fin, se emplean ramas de pino verde qué simbolizan, a su vez, la esperanza que debemos tener en esa venida del Señor.
Se introducen dentro de la corona cuatro velas qué habrán de encenderse, una a una, cada domingo del tiempo de Adviento. En la primera semana se enciende la vela de color MORADO qué simboliza la vigilancia, el estar preparados. La segunda semana se enciende la vela de color VERDE que simboliza la esperanza. La tercera semana el color de la vela es el ROJO que simboliza la alegría por la cercanía del nacimiento de Jesucristo.  Y BLANCO es el color que tiene la cuarta vela qué simboliza la presencia de Dios que, por otro lado, es el cometido del tiempo litúrgico del Adviento, el descubrir la presencia de Dios vivo en medio de nosotros tomando parte activa en nuestra historia. Ayer en la parroquia de San Francisco, al inicio de la celebración litúrgica de la Eucaristía tuvo lugar el encendido de la cuarta vela la vela BLANCA, la que simboliza la presencia de Dios en nuestro mundo, entre nosotros, en nuestra historia y lo hizo la mano inocente de Leire, Leire es una niña que se está preparando para recibir a Jesucristo por primera vez en el mes de mayo que es cuando concluyen las catequesis preparatorias. Ella, Leire, esa preciosidad de niña, representó a toda la asamblea cuando tomo el fuego de una de las velas del altar para encender, junto a las tres velas precedentes, la cuarta, la de color BLANCO, la correspondiente al cuarto domingo del tiempo de Cuaresma, tal y como ves en la fotografía que ilustra estás letricas, porque para ello me otorgó permiso su mamá.



Recibe mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
20.12.2021. Lunes. (C. 1.430)

P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.

1 comentario:

  1. Muy buenas tardes, P. Alfonso, buena catequesis la que hoy nos presenta con la cuarta vela de Adviento. Muy bonito el villancico del pan . Que termine bien el día.

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