ESTAMPA CAUDETANA.
LAS CUATRO VELAS.
Ya ha adquirido carta de ciudadanía entre nosotros la costumbre de incluir
dentro de la liturgia del tiempo de Adviento la corona que recibe su nombre de
este tiempo, Corona de Adviento.
Tiene su origen en el misticismo alemán anterior al cristianismo. Era símbolo
de la esperanza de los pueblos del norte de Europa del cambio de estación y fin
del duro invierno y a partir del siglo XVI, en Alemania, pasa de adornar la
puerta de las viviendas a incluirse en el ámbito de la liturgia manifestando,
desde ese momento, la esperanza de un nuevo ciclo inaugurado por la llegada del
Salvador a tomar parte de la historia de los hombres.
Para la tradición cristiana simboliza el tiempo que va pasando, con su aparente
monotonía, que se rompe con la venida esperada del Señor de la historia,
Jesucristo, plasmado de modo certero por el diseñador del panel luminoso que el
ilustrísimo Ayuntamiento de la Real Villa de Caudete ha colocado a la entrada
de la calle del Santísimo Sacramento junto a la puerta de la iglesia de Santa
Catalina: María y José encerrados en un círculo y el Niño Jesús en el regazo de
la Virgen María rompiendo el círculo, el encierro del ser humano, dando paso a
un tiempo nuevo inaugurado con la Navidad del Señor, del Enmanuel.
Para confeccionar la corona de adviento, símbolo de Dios que no tiene principio
ni fin, se emplean ramas de pino verde qué simbolizan, a su vez, la esperanza
que debemos tener en esa venida del Señor.
Se introducen dentro de la corona cuatro velas qué habrán de encenderse, una a
una, cada domingo del tiempo de Adviento. En la primera semana se enciende la
vela de color MORADO qué simboliza la vigilancia, el estar preparados. La
segunda semana se enciende la vela de color VERDE que simboliza la esperanza.
La tercera semana el color de la vela es el ROJO que simboliza la alegría por
la cercanía del nacimiento de Jesucristo. Y BLANCO es el color que tiene
la cuarta vela qué simboliza la presencia de Dios que, por otro lado, es el cometido
del tiempo litúrgico del Adviento, el descubrir la presencia de Dios vivo en
medio de nosotros tomando parte activa en nuestra historia. Ayer en la
parroquia de San Francisco, al inicio de la celebración litúrgica de la
Eucaristía tuvo lugar el encendido de la cuarta vela la vela BLANCA, la que
simboliza la presencia de Dios en nuestro mundo, entre nosotros, en nuestra
historia y lo hizo la mano inocente de Leire, Leire es una niña que se está
preparando para recibir a Jesucristo por primera vez en el mes de mayo que
es cuando concluyen las catequesis preparatorias. Ella, Leire, esa preciosidad
de niña, representó a toda la asamblea cuando tomo el fuego de una de las velas
del altar para encender, junto a las tres velas precedentes, la cuarta, la de
color BLANCO, la correspondiente al cuarto domingo del tiempo de Cuaresma, tal
y como ves en la fotografía que ilustra estás letricas, porque para ello me
otorgó permiso su mamá.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
20.12.2021. Lunes. (C. 1.430)
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.
Muy buenas tardes, P. Alfonso, buena catequesis la que hoy nos presenta con la cuarta vela de Adviento. Muy bonito el villancico del pan . Que termine bien el día.
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