La Villa no deja de Acicalarse.

ESTAMPA CAUDETANA.

LA VILLA NO DEJA DE ACICALARSE.

Desde que dejó de pasar por la Villa todo el tráfico que había sido necesario desviar para terminar las obras de la autovía de Murcia a Valencia a su paso por su término, esta Real Villa de Caudete, no ha dejado de ACICALARSE.

El tráfico ingente de camiones de gran tonelaje dejaron la antigua carretera de Valencia,  a su paso por el pueblo, hecha fosfatina y su reparación y puesta al día corrió, según he oído en algún mentidero de la Villa, por cuenta del presupuesto de la autovía, cosa lógica si tenemos en cuenta que los desperfectos  fueron un efecto colateral  de las obras de la misma.

Concluidas las obras, la antigua carretera de Valencia a su paso por la Villa de Caudete, quedó primorosa, nuevecica, da gusto pasar por ella.

Tras esa obra pública, la Villa tomó el testigo y aquí y allí se ha ido acicalando, poniéndose guapa. Ahora le ha tocado a la Avda. de San Jaime.

Antes de ayer, cuando bajé para reunirme con una veintena de feligreses en la celebración de la Eucaristía, descansaba a un lado de la Avda. una gran máquina que se encarga, entre otras funciones, de arrancar el viejo asfalto  dejando hueco para que otra máquina lo limpie y complete la obra de ACICALAR la Avenida, una ulterior que se encargará de llenar con asfalto, de asfaltar, los dos sentidos de la Avenida de San Jaime por la que salimos de la Villa camino de La Encina dejando a la izquierda la Plaza de Toros, Las Arenas  de Caudete y, ya, al final, a la derecha, la ermita del Santo Abad Antón.

Seguro, seguro, que la gente especializada  en estos quehaceres nos van a dejar la Avenida guapa, guapa. Ya te lo diré.

Mientras tanto, recibe mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!

12.2.2022. Sábado. (C. 1.451)

P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.