Árbol del Amor.

ESTAMPA CAUDETANA.

ÁRBOL DEL AMOR.

El otro día baje hasta el Santuario de Nuestra Madre la Virgen de Gracia, como lo hago cada domingo que libro en la parroquia de Santa Catalina, con el fin de rezar allí en el libro de las horas las Vísperas  antes que Lourdes, la santera, eche la llave a la puerta del lugar santo, de la casa de la Madre. Bajé por el paseo de la Virgen y de vuelta a casa, en lugar de hacerlo por el camino que bajé, lo hice por la acera de la Avenida o Carretera de Villena.

Mediado el trayecto, entre el santuario y las primeras casas del pueblo, se encuentra. Me llamó singularmente la atención aquella preciosidad de árbol, del ÁRBOL DEL AMOR. A este árbol se le llama así por la gente debido al color rosa de sus flores que, en primavera, le enflora totalmente precediendo a la aparición de las hojas y, también porque, éstas, tienen una forma acorazonada.

Dicen los entendidos que su porte llega a alcanzar en pleno desarrollo una envergadura de entre 4 y 6 metros, cosa que me choca porque el espécimen que crece en el campo de esos vecinos se sale bastante de la norma ya que, como puedes apreciar en la fotografía que te adjunto, tiene un porte grandioso. Bien es verdad que no crece en los ribazos y terrenos baldíos, sino que hunde sus raíces en una tierra estupenda. Quizá por eso desarrolla tanto, como lo hacen otros en el Paseo Luis Golf.

Su nombre científico es CERCIS SILIQUASTRUM, nombre tomado del griego y del latín y que hacen referencia a las semillas. Pero se le conoce también con el nombre de EL ÁRBOL DE JUDEA porque, al parecer, le trajeron de Judea los cruzados franceses en el siglo XII.

Aunque es un árbol que se da en toda la cuenca mediterránea hasta oriente,  desde Francia se extendió con rapidez por toda Europa. Aguanta por igual tanto el calor del estío como el frío invernal. Los botánicos le tienen catalogado como una especie invasiva que compite con otras especies autóctonas.  Quizá por deformación del nombre de “Judía Celia”, también es llamado  EL ÁRBOL DE JUDAS porque, según dice un mito, fue de uno de esos árboles del que se colgó Judas después de haber vendido al Maestro a los jefes del pueblo judío por treinta monedas de plata (Mt 26,14-15).

Especie invasiva o no, lo cierto es que se ha ganado la complacencia por parte de la ingeniería decorativa y así lo han plantado en jardines, plazas y calles de nuestros pueblos y ciudades. Aquí en la Real Villa de Caudete lo tenemos en Avenidas, en Paseos y, en la calle Dos de Mayo, por ejemplo, tres de los cuatro árboles ornamentales que crecen dentro de alcorques en la acera, y otros hermosos ejemplares en el Paseo Luis Golf, son ÁRBOLES DE EL AMOR.

Recibe mi saludo, mis

 

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!

8.5.2022. Domingo. C.1.507

P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.