ESTAMPA CAUDETANA.
LA LUNA CARGANDO BATERÍAS.
En la confluencia de la calle Mercado con el Paseo
Luis Golf crecen 5 tilos que, con la llegada de la primavera se han vestido de
modo primoroso, ni el mejor de los diseñadores lo hubiera hecho mejor, están
para pasarela, salvo, uno. Cuatro de ellos están, al día de hoy, guapísimos,
todo frondosos, todo verdes. Da gusto verlos pero, el quinto, el que está junto
a la oficina de los agentes de la policía municipal, anda un poco ralo, anda
con retraso y, como me llamó la atención, me acerqué a echarle un vistazo
para ver qué es lo que le podría pasar para tener ese retraso y, mirando hacia
arriba, a su copa, aconteció que, entre las ramas, muy clareadas porque no
están frondosas como sus hermanas de los otros cuatro tilos, la descubrí,
¡descubrí a la LUNA! A una LUNA que, sin tener respeto al rey, se había
permitido el lujo, eso sí a gran distancia, por si acaso, de hacerle la
competencia, triste competencia por otro lado.
Así estaba la LUNA ayer tarde entre las 20,00 y las 20,30
horas. El sol su fuente de energía particular estaba a punto de irse y, ella,
la LUNA, presumo yo que pretendía rellenar las pilas que, como ves en la
foto que te adjunto, se encontraba a mitad de su potencia en el momento previo
a que el sol se dejara caer suavemente allá, por donde la tierra se curva sobre
sí misma, haciendo posible que mientras a nosotros nos apaga la luz para que
descansemos en nuestro hemisferio norte, en el Septentrión, a los del
hemisferio Austral, les va a poner el día, llenándolos de luz y de
calor. Pero, antes de bajar la persiana, traspasó a la Luna algo de lo que él
posee en cantidad, su luz. Claro que, como la luna es tan grande, tan grande,
no pudo completar el trasvase y la consoló prometiéndole que volvería mañana,
“No te impacientes, tunante, espera, porque mañana, por hoy,
volveré para continuar llenándote”, le dijo.
Desde luego ¡Qué bueno es el sol! Fíjate que ni se ha inmutado cuando la luna, a medio vestir, salió de su escondrijo, no tanto para hacerle burla, cuanto para, como te vengo diciendo, cargar sus baterías y poder cumplir con el mandato divino cuando en el cuarto día de la creación Dios puso dos lumbreras en el cielo, una, grandota, para que alumbrara el día, a la que llamó sol y otra más pequeña, para que alumbrará por la noche y la llamó LUNA. (GN. 1,16-25)
Allí arriba los dejé a la una pidiéndole a otro que la cediera
algo de energía porque estaba a medio llenar y al otro, con prisas, porque
tenía que bajarse hasta el hemisferio que está más al sur, al Austral,
pidiéndole paciencia, que todo se iba a andar a su debido tiempo.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
11.5.2022. Miércoles. (C. 1.510)
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.
* (Por cierto, poco antes de amanecer del lunes 16 se verá un eclipse total de la Luna)
Muy buenas noches. P. Alfonso, Ha tenido buena inspiración, para darnos los buenos días con los tilos y la luna y yo a está hora de la noche le deseo buen descanso. Hasta mañana sí Dios quiere.
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