martes, 8 de noviembre de 2022

El Convento de San José se llenó de Música.

ESTAMPA CAUDETANA.

EL CONVENTO DE SAN JOSÉ SE LLENÓ DE MÚSICA.


En el tupido programa que está llevándose a cabo en la Real Villa de Caudete con motivo de la VI Bienal de la Acuarela, ayer, el centro sobre el que se desarrollaron las actividades programadas fue el claustro del convento de San José. Coincidieron dos actividades en el claustro barroco toscano, una, la clase de pintura según la técnica de la acuarela que se dispensaba a todos aquellos que, libre y espontáneamente,

participaron para gozar con las enseñanzas de muy buenos maestros, pues tenían, como profesores, a pintores consagrados en ese arte, en el que tanto brilló y descolló otro caudetano, Rafael Requena, mundialmente conocido y admirado porque se movía, entre los entresijos de la acuarela, como nada un pez en el agua y, además, maravillosamente. 

Los materiales necesarios para el desarrollo y desenvolvimiento de las clases, ya estaban preparados y dispuestos, desde temprano, sobre una mesa a la espera de que los aspirantes a figuras en el arte de la acuarela hicieran su aparición.

El día se levantó precioso con un sol que metía su calorcito en el claustro donde se estaba muy bien. Pero, la verdad sea dicha, no fueron muchos los chavales que se dieron cita en un entorno de privilegio, como es el claustro conventual de San José, en torno a los pintores venidos de países lejanos que, ayer, hicieron de maestros. Parece ser, Antonio Requena nos lo puede decir, que no tira mucho entre la gente menuda de esta Villa el reclamo del arte de la pintura, cosa que no acontece cuando se trata de dirigir sus pasos por el exigente arte de la música instrumental. Al parecer, les llena más vérselas con los instrumentos musicales de cuerda, de aire o de los ruidosos tambores y timbales, que las brochas, pinceles y bastidores.

Durante el desarrollo de las clases un grupo de maestros, casi imberbes, componentes todos ellos del grupo "Asociación musical Santa Cecilia" de esta Real Villa, deleitaban a la concurrencia y a los futuros genios en el arte de la acuarela, con los sones de su propio arte, el de música que, por cierto, me perdí porque, a esa misma hora, me tocaba a mí presidir la Eucaristía en la iglesia del convento hasta donde llegaba, muy tenuamente , el alegre sonido que arrancaban los músicos a sus instrumentos, mayoritariamente de cuerda. 

sí, ayer EL CONVENTO DE SAN JOSÉ DE ESTA VILLA DE CAUDETE SE LLENÓ DE MÚSICA y, también, de  jovencicos tocados por el vate de la pintura al agua, de la acuarela.

 

Recibe mi saludo, mis 

 

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!

7.11.2022. Lunes. (C.1.604)

P. Alfonso Herrera. Carmelita.

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