ESTAMPA CAUDETANA.
LA LUNA ADOLESCENTE VISITA EL CLAUSTRO DEL CONVENTO DE SAN
JOSÉ (EL CARMEN).
Todavía andaba anudándose las cintas de su corpiño la LUNA
ADOLESCENTE cuando, en su caminar, llegó a asomarse al claustro conventual, a
esa joya con la que cuenta la Real Villa de Caudete, única en La Mancha Baja,
Baja porque con solo salir del predio caudetano se deja caer, por las tierras
alicantinas, hasta la mar mediterránea. Y digo joya porque aúna en sí dos artes
arquitectónicos, el Barroco y el Toscano, cuarto de los artes griegos del que
se apropió el Imperio Romano para salpicar, con él, todo el terreno
conquistado.
Quiso ilustrarse, a la vez que disfrutar, la joven luna y,
como si tuviera reparo a ser observada, caminó de prisa, antes de que se fuera
del todo el día con la fuente de su luz, pues, el sol, ya iba mucho más allá de
mi pueblo de Oropesa, en el occidente autonómico, dejándose caer, tras pasar
por encima de Lisboa, hacia las tierras que descubriera Cristóbal Colón hace ya
más de quinientos años y que, pobres gentes que las pueblan en el día de hoy,
no van a tener la "suerte" que nosotros en el Septentrión porque se
está vaciando de sí mismo, de su calor, de su energía, asándonos a
nosotros y poco les va a llevar a ellos para templarles su invierno
austral.
Sí, mírala, a medio crecer, un jironcico de luz que corretea
por entre dos de los cuatro cipreses que crecen, buscando brisas por encima de
los tejados, en el claustro de este vetusto convento de San José que es
conocido como El Carmen.
Ella, la LUNA ADOLESCENTE, te lleva hoy mi saludo, mis
¡¡¡BUENOS DÍAS!!!
27.8.2023. Domingo. (C. 1.673)
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario