ESTAMPA CAUDETANA.
LA CUSTODIA DE SAN FRANCISCO.
¡Mira, mira, cómo ha dejado el orfebre LA CUSTODIA!, me dijo Domingo, el Sacristán de San Francisco, cuando llegué, ayer por la tarde a la parroquia del Barrio.
Hace unos días se habían pasado por la Real Villa de Caudete unos orfebres a los que, con anterioridad, se les habían hecho algunos encargos, para ver si el párroco y los sacristanes les volvían a encomendar algún vaso sagrado o cualquier otro objeto de culto sobre el que, el paso del tiempo, hubiera dejado su pátina o, por la misma razón, alguno de los elementos litúrgicos hubiera venido a menos quedando desvencijado. Éste fue el caso de LA CUSTODIA DE LA PARROQUIA DE SAN FRANCISCO.
Estaba hecha cachos, me decía Domingo Gil Conejero, el sacristán, los distintos trozos se encontraban diseminados por los cajones de la cajonería de la sacristía. Yo, en los seis años y pico que llevo en la Villa, nunca la había visto. Y, ayer, por fin, se me presentó la ocasión propicia.
Se me había adjudicado la celebración festiva de la Eucaristía, de víspera de Domingo, en la parroquia del Barrio y, al entrar en la sacristía a la finalización del Santo Rosario, allí estaba, sobre la cajonería, luciendo su preciosa estampa.
"Un trabajo estupendo han realizado los orfebres, una obra magnífica", decía Domingo ¡Qué bonita! "Es una verdadera joya", remachaba Asunción, muy contenta al contemplarla.
Ciertamente es una joya, gran trabajo han realizado los orfebres.
No era para menos porque está destinada, ni más ni menos, que para ser el expositor en el que el Señor se manifieste y sea adorado y, si ahora brilla y reluce, no quiero decirte cómo lo hará cuando en el viril se encuentre EL SEÑOR SACRAMENTADO.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡BUENOS DÍAS!!!
12.10.2023. Domingo. (C.1.717)
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario