ESTAMPA CAUDETANA.
EL LIMONERO.
En la tarde de ayer fui requerido para que celebrara la Sagrada Eucaristía en Santa Catalina porque, aquel que la tenía asignada se vio en la necesidad de presidir las honras fúnebres de uno de sus vecinos de toda la vida y, con el fin de que no binara, dejé de celebrar en casa por la mañana para hacerlo por la tarde, en su lugar.
Siempre que me toca Santa Catalina suelo darme un buen paseo pasando por la Glorieta de la Cruz. Ayer, no. Ayer hacía desapacible y acorté el camino metiéndome por la calle Concha Espina.
Habíamos tenido un día tristón, con neblina y calabobos y la tarde, aunque no llovía, ni poco ni mucho, nada, estaba muy cargada de humedad y al vientecillo que recorría las calles se le había pegado el frío al acariciar la nieve que, dicen los chicos del tiempo, ha traído la borrasca "Juan" y ha dejado la meseta norte toda cubierta con un manto blanco. Y, como ya sabes, el aire frío busca lugares templados o calientes para sacudirse el frío y, ligero de equipaje, subir a todo lo alto donde vuelve a enfriarse y a hacer de las suyas formando nubes que suelen abrirse de arriba a abajo y, al hacerlo, sueltan mucha, mucha agua. Y eso es lo que hizo ayer. Acababa de entrar en la iglesia y, de repente, se desplomó sobre la Real Villa de Caudete un chubasco de los gordos, de los que llenan de agua las calles de lado a lado. 10 minutos, solo fueron 10 minutos, pero cayó un montón de agua y luego todo volvió a tranquilizarse.
Y fue mientras subía por la calle de la escritora que cultivó la novela (algunas llevadas al celuloide), la poesía, el cuento..., dónde me llamó la atención la manta de plástico blanco que cubría el limonero.
El limonero, como cítrico que es, quiere sol y calor y no hace buenas migas con el frío. Pero aquel árbol lo tenían, sus dueños, en un buen lugar porque miraba al sur, al sol naciente y estaba protegido de los aires fríos de poniente por la casa y no creo que sufra mucho a causa del frío. Pero, claro, Caudete es mucho Caudete y cuando el frío aprieta, lo hace de verdad y esa sería la razón por la que los de la casa lo cubrieron en su totalidad dejándole una abertura para que entrara el aire.
Siempre que he pasado por allí me han llamado la atención la cantidad de limones que lo salpican. Cuando lo vuelva a hacer y el buen tiempo se establezca de nuevo, seguiré viéndolo, todo guapo, adornado por muchísimos limones.
Seguro que el cuidado que lo prodigan se deba a las múltiples propiedades culinarias y curativas que posee su fruto.
Hay una receta que viene de muy antiguo rodando de generación en generación y que, a mí me la pasó Paco "El Molinero", al que se la recomendó una señora muy anciana, que soluciona los problemas de afonía y de garganta irritada a causa de gripes y constipados y que consiste en trocear un limón y cocerlo 20' en 1/2 litro de agua con una cucharada sopera de sal y una vez hervido se aparta del fuego dejandolo reposar hasta que el agua está tibia, entonces se añade una cucharada pequeña de bicarbonato. Cuando esté el agua atemperada hacer gárgaras con ella, sin consumirla.
Yo la he probado y puedo decirte que da resultado.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡BUENOS DÍAS!!!
20.1.2014.Sábado. (C. 1.780)
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
Buenos días P. Alfonso .
ResponderEliminarBendita agua las que nos ha caído, (sobre15 lm² ) pero hace falta mucha más, ojalá siga lloviendo, nuestro bancales y plantios están sedientos desde mucho tiempo .
atrás.
La receta de el limón me la dio
Catalina "la barbera" la mujer de Pepe Ribera hace mucho tiempo .
El limón se debe de hechar con corteza y todo, el bicarbonato cuando ya ha hervido el limon y la sal 20 minutos se deja enfriar hasta que esté tibico el caldo ,entonces es cuando se hecha una chucharaica pequeña ( de esas de café) de bicarbonato, se remueve y se hacen gargaras, no consumir.
Gracias .