ESTAMPA CAUDETANA.
DESFILE INFORMAL FESTERO.
No podía concluir de mejor manera la semana festera, semana que parte en dos el calendario que rige en esta Villa Real de Caudete.
Ya te apuntaba el otro día que han pasado seis meses desde que dejara de oírse el tronar de los trabucos y escopetas en las guerras particulares entre moros y cristianos celebradas con fastuosidad en torno a la Patrona del lugar, la Virgen María de Gracia, y seis son los meses que nos faltan para que, nuevamente, salgan de los baúles, otra vez, los trabucos y escopetas, y los hatos de comparsas y escuadras para, en efervescencia continua, vuelvan a tener lugar otras fiestas Patronales.
A falta de celebrarse en los jardines.... Frente al santuario de los copatrones los concursos culinarios, si el tiempo lo permite, en el día de hoy, según decían ayer tarde un grupo de festeros que no las tenían todas consigo después de haber escuchado a los chicos que nos hablan del tiempo desde la ventana de las distintas televisiones.
En la tarde de ayer, nublada durante toda ella pero sin soltar gota, se puso en marcha EL DESFILE INFORMAL FESTERO.
Y, digo informal, porque los componentes de las distintas comparsas, acompañadas, cada una de ellas por una banda de músicos, desfilaron vestidas de calle en lugar de hacerlo, como lo hacen en fiestas, ataviados con los hatos respectivos de sus comparsas.
No había terminado la celebración de la Eucaristía de la víspera del cuarto domingo del tiempo de Cuaresma cuando ya desde la plaza de la Iglesia, aledaña a la parroquia de Santa Catalina, se dejaron oír, dentro del templo, las músicas que ponían en el aire las distintas bandas que acompañaban a sus respectivas comparsas porque, en esa plaza, se habían dado cita, a las 20,00 horas, la concentración de todas las comparsas para dar comienzo al DESFILE INFORMAL FESTERO para,atravesando los arcos de la Lonja, enfilar Avenida de la Virgen de Gracia abajo y corretear por distintas calles de la villa.
Todas ellas pasaron por la puerta del vetusto convento de San José llenando de alegría, con su movimiento contínuo, toda la calle de El molino para llegarse a la plaza de Nuestra Señora del Carmen y, desde ella, tirar por la calle Mercado en busca de su disolución.
Las nubes que cubrían todo el cielo sobre la Real Villa consintieron que el acto lúdico festivo de multitud de gentes se desarrollara sin que ningún contratiempo atmosférico tuviera lugar.
Sí, ayer por la tarde, ya noche, las gentes de la Villa Caudetana, los que desfilaron y los que los contemplábamos desde las aceras y las ventana, vibraron de gozo, alegría y música.
A esta Villa le va el jolgorio, la fiesta.
¡¡¡BUENOS DÍAS!!!
1.3.2024. Domingo. (C.1.831)
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
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