martes, 2 de abril de 2024

El Sepulcro abierto de par en par.

ESTAMPA CAUDETANA.

EL SEPULCRO ABIERTO DE PAR EN PAR.

Toda una interpretación pictórica del gran acontecimiento de fe que celebraba el orbe cristiano en el día de antes de ayer, LA RESURRECCIÓN DE JESUCRISTO y que, además lo hace cada vez que celebra la Eucaristía.

Alguien, seguramente un ñaco, que ha escuchado el relato de la Resurrección del Señor donde se afirma que  la piedra redonda con la que se tapó el sepulcro donde dejaron el cuerpo de Jesús tras haber muerto en la cruz, y que pesaba muchos, muchos, muchísimos kilos, apareció, dicen los evangelios, que corrida o vete a saber dónde, porque la fuerza de Dios es grandísima y que, al salir de estampida, no hizo ni el más mínimo rasguño a ninguno de los  soldados que, adormilados, medio en vela o vigilantes, estaban al cuidado de que nadie se llevará el cuerpo del ajusticiado en la cruz, de Jesucristo, el Señor, que había padecido la crucifixión en la mañana del viernes anterior.

El caso es que, al salir volando el pedrusco redondo que ocluía la entrada a la cueva, ésta quedó expedita, libre, sin nada que la tapara y ese es el motivo que ha trasladado el ñaco anónimo a una cuartilla de papel y la ha clavado en el tablón de corcho, existente en la cancela, donde las monjas Carmelitas de clausura ponen sus avisos para público conocimiento de quienes se acercan por la iglesia del Monasterio, como si fuera, y, en este caso lo es, el mejor paño de un museo para contemplar la obra pictórica de un inspirado pintorcico.

Cuando me acerqué ayer a celebrar la Eucaristía con las Monjas Carmelitas y los fieles que tienen la bien acompañarlas cada mañana me dí de sopetón con él, con el cuadro maravilloso que lucía, no sé si mejor, pero, por lo menos, igual, que cualquiera de esos otros que penden en las paredes de los grandes museos del mundo principalmente del nuestro del Prado de Madrid, con firmas de renombre universal. Y la razón no es otra que, en ese cuadro, la expresión de la interioridad de una criatura nos viene a hacer su estupenda interpretación, su homilía, empleando su cajica de colorines.

A las monjas también las ha gustado un montón y así se lo dicen en una notita escrita y, además le dicen que piden a Dios por él en sus oraciones y  que quieren conocerle.

Yo, personalmente creo que ha germinado una de tantas semillitas de pintor que sembraran por aquí y por allá,  cualquiera de nuestros grandes pintores, como Rafael Requena o Pedro Torres Cotarelo o Pérezgil, por decir algunos.

Gracias, ñaco desconocido, por tu simpatiquísima felicitación con motivo de LA PASCUA DE LA RESURRECCIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.

Recibe mi saludo, mis


¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

2.4.2024. MARTES DE LA OCTAVA DE PASCUA. (C. 1.853)

P. Alfonso Herrera. Carmelita.

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