lunes, 17 de junio de 2024

Flor del Hibisco Siriaco

ESTAMPA CAUDETANA. 

FLOR DEL HIBISCO SIRIACO. 

Hace unos años planté en el corralón del convento de San José (El Carmen) una joven planta de HIBISCO SIRIACO. Entonces no correteaba por el corralón el perro. El hibisco crecía feliz y contento todas las mañanas tenía su buen rato de charra con el sol que le daban sus mejores rayos y su calorcito nada más aparecer por encima del tejado de la escuela de música y de danza hasta que más allá de su ceni empezaba a declinar y se escondía por detrás del edificio conventual. Vivía estupendamente crecía con donaire habían rizado estupendamente le sentaba bien el lugar y sobre todo con cuidado que le diste de sábado 

Pero... llegó un perro. Un lugareño se dio la necesidad de repartir la lechigada que había puesto en su molino una perra forastera que había hecho un alto en su camino dadas las circunstancias por las que atravesaba el caso es que como el molinero la cuidaban estupendamente en animal se quedó e hicieron muy buenas migas las beneficia y el casero, el molinero. Y, mira por donde, a uno de los animalicos un rollico de pelo que no medía ni una cuarta, se le despertó su época cachorrera, en la que se le fueron afirmando los molares. Y, como acontece cuando esto ocurre a todo bicho viviente dotado de dentadura, empezaron a molestarle en sus mandíbulas, los dientes en crecimiento . Y, claro, el animal tenía que entretener su dolor mordisqueando todo lo que se le ponía al alcance de sus fauces. Y, entre tanto estropicio  que fue causando en la foresta del corralón se encontró HIBISCO SIRIACO. 

Se aventuraba, éste, un poco echando gemas, ramitas tiernas y alguna que otra hoja y allí se presentaba el can a hacer de las suyas, un destrozo notorio y grande, dejando al HIBISCO SIRIACO, hecho cisco.

Fuerte fue la pasión que tuvo que sufrir el HIBISCO SIRIACO hasta que el cuadrúpedo salió de ese estadio temporal por el que pasa todo ser dentado y, constato, que los destrozos son menos y, al parecer, del HIBISCO SIRIACO se ha olvidado. 

Crece éste entre un Galán de Noche, al que símachaca para quitarle las ramas que le molestan en su acomodo,  y un cactus,  EUPHORBIA NERIIPHOLIA, al que llaman en román paladino, Espina de Pez. 

Ahora se centra, principalmente, en escarbar, muchas veces cerca de las plantas porque el agua del riego mantiene fresco el lugar y eso es lo que ahora busca el perro, huir del sol que sacude sin misericordia sobre el corralón, calentándolo de modo extraordinario.

Esa ha sido la razón por la que, en el día de ayer, aquel maltratado HIBISCO SIRIACO, tan esmeradamente cuidado y alimentado por mí, haya crecido sobre sus "cenizas", como el ave Fénix, y nos haya regalado con esa preciosidad de flor que en tamaño y prestancia es bastante más grande, lustrosa y guapetona que aquellas parientes que muestran en paseos y parterres, en otros lugares de esta Real Villa de Caudete, sus beldades. 

Asido a ella va para ti mi saludo, mis


¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

17.6.2024. Lunes. (C.1928)

P. Alfonso Herrera. Carmelita.

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