Ailanthus Altísima.

ESTAMPA CAUDETANA. 

AILANTHUS ALTÍSIMA.

Si bajas desde el cruce desde donde parte la Avenida de San Jaime y desemboca la calle Eras, carretera de Valencia con dirección al polígono te los encuentras inmediatamente, a la derecha, en el sentido de tu marcha. 

El AILANTO es un árbol de crecimiento rápido y fue introducido en Occidente en el siglo XVIII, con toda probabilidad para adornar jardines. Pero con el tiempo se desechó en España y, no solo en España, también en otros lugares de este mundo porque se ha constituido en una especie exótica invasiva que incide muy negativamente en la foresta autóctona, debido a los productos que emanan, principalmente de sus raíces. 

Es amigo de formar grandes bosques pero solo con individuos de su misma familia, de su misma especie, y, además, tienen una capacidad tremenda para instalarse allí donde cae una de sus semillas, cualquiera sea el lugar. Las que te muestro junto a estas letricas las he tomado allí donde la pared de un solar se une a la acera de la avenida de Valencia. El solar al otro lado de la tapia, es un lugar donde han encontrado arraigo cosa que acontece, también, fuera de dicho solar como es el caso del ALIANTO que se encuentra al principio de estas letricas.

Es un árbol que expele muy mal olor y por eso se le suele llamar también malhuele, además de árbol del cielo, árbol de los dioses o falso zumaque.

En España está perseguidísimo y, tan es así, que el gobierno emitió un Real decreto en 2013, más concretamente en el día de mi cumpleaños, 2 de agosto, por el que se prohibe tajantemente el importarlos poseerlos, transportarlos, tráfico, comercio y plantarlos.

Muchos árboles de estos había en unas tierras que dan directamente al paseo de la Virgen de Gracia en el que no se ha edificado chalé alguno dejándole sola y exclusivamente para la labranza. Pero, por acertada decisión de su dueño, fueron arrancados, todos ellos de cuajo, para que no ejercieran influencia negativa alguna sobre las plantaciones que llevan a cabo en esa finca.

En Madrid, en mi bosquecillo particular germinó, en uno de los tiestos, una semilla traída por los aires. 

Cuando fui trasladado a esta Real Villa de Caudete, allí se quedó. No acompañó a las muchas plantas que se vinieron conmigo y que, hoy, ya aclimatadas en esta zona, ornan el claustro bajo, el barroco-toscano, de nuestro convento de San José (El Carmen).

Ya había visto yo estos árboles en la zona que te he indicado anteriormente, pero es hoy cuando, sirviéndome del whatsapp que solo traslada la imagen pero no el mal olor, los hago portadores para tí, de mi saludo, de mis 

¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

6.7.2024. Viernes.(C. 1.945)

P. Alfonso Herrera. Carmelita.