jueves, 11 de julio de 2024

Cuarto día de la Novena en Honor de la Virgen María del Monte Carmelo.

ESTAMPA CAUDETANA. 

CUARTO DÍA DE LA NOVENA EN HONOR DE LA VIRGEN MARÍA DEL MONTE CARMELO. 

Hoy el predicador se nos fue un poquitín más allá de los cinco minutos, tampoco mucho. Tiempo en el que centró su discurso sobre el tema:

"LA VIRGEN DEL CARMEN ESTRELLA DEL MAR PARA TODOS AQUELLOS QUE LES SON AFECTOS Y, CÓMO NO, DE LOS CARMELITAS, SUS HERMANOS. 

El P. Predicador enmarcó el tema del día, como lo hace siempre, en la liturgia de la Palabra tomada, para la primera lectura, del libro 1 de los Reyes, (17,22) en el que se nos habla de la situación vivida en la casa de aquella viuda de Sarepta que  dio acogida a Elías cuando huyó de la situación invivible creada en Israel por una pertinaz sequía. Resultó que a pesar de que la harina no menguó en el cántaro, ni el aceite se acabó en la alcuza, sí que aconteció un hecho luctuoso: 

"El niño de la viuda murió". 

La pobre mujer presentó las quejas al profeta y el profeta suplicó a Dios por el niñico y éste recobró la vida y se lo entregó a la madre que reconoció:

"ahora sí que sé que eres un hombre de Dios"

La perícopa evangélica la tomó del evangelista Juan, (2,1-11) en la que asistimos al hecho de que la Virgen María, Madre del Señor, toma la iniciativa ante la situación imprevista que se les presenta a los jóvenes novios:

"se les está acabando el vino".

Y Ella, que conocía a su Hijo Jesús, de arriba a abajo, va y le dice:

"mira Hijo que estos chicos lo van a pasar muy mal porque se les ha acabado el vino. Y claro que, en una fiesta de bodas que duraba la friolera de siete días, se les acabara el vino a mitad de la fiesta representaba un problema considerable porque eso sí, 

"se les aguaba la fiesta, que no el vino, porque vino ya no quedaba"

Y, ahí tienes a Jesús que, "sin comerlo ni beberlo", sin que tal hecho entrara en su programación o proyecto, como decimos en castellano, se ve en la obligación de seguir la indicación de su Madre, ¡Qué hijo no lo haría!, de obedecerla y, al hacerlo, introdujo un cambio a sus planes. 

Salió al paso de la situación poniendo 600 litros del mejor vino a disposición de los jóvenes desposados, eliminando, de esa manera, el problema que los estaba acuciando y que fue descubierto por su Madre.

Claro, la Virgen María, por ser Madre, es ESTRELLA, FARO que alumbra el camino para salir de cualquier atolladero, de cualquier mar proceloso. Y en Caná bien que brilló la luz que emanaba de Ella misma..

Comenzó sus palabras el orador sagrado, retomando la situación que vivieron los primeros eremitas en aquel wadin del Monte Carmelo cuando las hordas sarracenas, al mando de Saladino, recuperaron los Santos Lugares y los obligaron a emigrar abandonando su lar, hecho que aconteció en las primeras décadas del siglo XIII.

Y nos contó que, desde entonces, ha venido hasta nosotros una tradición en la que se afirma que los pobres eremitas, saliendo ya con lo puesto para embarcarse en San Juan de Acre con destino a Occidente, tuvieron una aparición de la Madre y Hermana la Virgen María del Monte Carmelo que les aseguró que todo iría bien porque ella iba a ser para sus hijos la ESTRELLA del mar proceloso por el que iban a navegar prontamente. Tomando, por mar proceloso, la situación de gran dificultad que deberían afrontar para seguir siendo la Orden de los Hermanos de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo. 

Nos dijo el predicador que el título de ESTRELLA DEL MAR se refería principalmente a que estaría al quite de las situaciones difíciles que pudieran pasar, no solo sus hermanos los edemitas, sino todos los hombres porque todos, según el querer de Dios manifestado por Jesús con su último aliento en lo alto de la Cruz, le fuimos entregados por hijos.

Hizo especialmente hincapié en la devoción tan grande que la profesan los trabajadores del mar que la tienen precisamente como ESTRELLA DE LOS MARES en sus largas jornadas de trabajo sobre la superficie tan inestable de los mismos. Devoción que materializan de modo entrañable en su fiesta paseando, su Sagrada Imagen, precisamente, por los mares. (*)

A lo largo de su disertación el P Predicador insistió, una y otra vez, sirviéndose del aporte de algunos autores, que me pasaron desapercibidos ya que no lo oía bien en lo alto del coro donde me encontraba, que llamaban a los seres humanos, inmersos en el mar, tantas veces tormentoso, de la vida a dirigirse a Ella, pues en dicho mar, la oscuridad era rota, hecha jirones, por la potente luz de una estrella que no es otra que la Virgen María del Monte Carmelo.

Y, claro, el broche de oro lo puso dirigiéndose a los fieles asistentes haciéndoles ver que Ella, la Virgen María del Monte Carmelo, los asistiría siempre que solicitaran su ayuda. Aunque, bien miradas las cosas, pienso yo que, Ella, como Madre nuestra que es, está al quite de nuestras dificultades y malos tragos, como lo estuvo con aquellos novios en unas bodas a la que fue invitada, en Caná, un pueblo cercano a Nazaret.

Recibe mi saludo, mis 


¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

11.7.2024. Jueves, Quinto día de la novena en honor de la Virgen María del Monte Carmelo. (C. 1.951)

P. Alfonso Herrera. Carmelita.

(*) Una vez leí en una revista que uno de los almirantes del buque escuela de la Armada Española, natural de esta Real Villa de Caudete, no recuerdo, en este momento su nombre, pero sí sé que aquí vive una hermana suya y que, además fue compañero de estudios en las escuelas de la villa, del  párroco, P. Luis Torres Pérez, carmelita, durante su mandato al frente del buque, siempre estuvo entronizada, y piensa que allí sigue, una imagencica de la Virgen María del Monte Carmelo, ESTRELLA DE LOS MARES.

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