martes, 16 de julio de 2024

Noveno día de la Novena en Honor de la Virgen María del Monte Carmelo.

ESTAMPA CAUDETANA. 

NOVENO DÍA DE LA NOVENA EN HONOR DE LA VIRGEN MARÍA DEL MONTE CARMELO. 

Eso fue ayer. Hoy celebramos toda la familia del Carmelo, los hombres de la mar, entre los que se encuentra la Armada española, y en todo el mundo católico LA SOLEMNIDAD DE LA VIRGEN SANTÍSIMA DEL MONTE CARMELO. (*)

La celebramos a Ella que es la gran y cercana argonauta que nos acompaña, en la no siempre fácil travesía por el mar proceloso de esta vida, atenta siempre a echar una mano en aquellos momentos de zozobra, en aquellos momentos en que parece que todo está perdido, en aquellos momentos en que nos hundimos hacia la profundidad de oscurantismos alentados por la violencia de los elementos que concurren en cada uno de esos momentos. Sí, Ella, está ahí, de pie, sujetando con firmeza el timón de la barca sacudida por las olas de un mar furioso, manteniendo el rumbo hacia la orilla plácida donde Dios Creador nos espera.

Sí, hoy es la Solemnidad en la que celebramos a la Madre del Señor en su advocación del MONTE CARMELO, como Patrona de las gentes que navegan por el proceloso mar de la vida.

Y ese fue el tema que tocó el orador sagrado en el día de ayer para poner el broche de oro a la novena que hemos venido celebrando en la iglesia del convento de San José (El Carmen) de esta Real Villa de Caudete. 

Nos lo dijo, como cada día, al iniciar la Eucaristía:

Hoy nos fijaremos en la Señora del Lugar, la Virgen María del Monte Carmelo, como "MADRE DE LA VIDA". 

Proveyó a la liturgia de la palabra, en primer lugar, con un parágrafo tomado del capítulo primero de los Hechos de los Apóstoles (1, 10-14) donde se nos descubre lo acontecido tras la Ascensión del Señor a los cielos. 

Los apóstoles, con la Virgen María al frente, y algunas mujeres, bajaron del monte desde el que Jesús ascendió al cielo, hasta Jerusalén. Se establecieron en el cenáculo en actitud orante a la espera de que se cumpliera la palabra de Jesús de enviarles al Espíritu Santo de cabe el Padre.

La catequesis evangélica la tomó del evangelista Mateo (28.8-10) en cuyos versículos se nos habla acerca de la manifestación de Jesucristo, recién resucitado, a aquellas santas mujeres que, en el primer día de la semana, se acercaron hasta el sepulcro para llevar a la práctica, con el cadáver del amigo crucificado, los ritos establecidos para honrar y disponer los cadáveres de los seres queridos. 

Creo yo que escogió este texto para situarlo a la base del tema que iba a desarrollar en su homilía porque la resurrección de Jesucristo constituye el hecho, el acontecimiento más grandioso que ha existido y existirá en la historia del devenir del ser humano porque, al liberarse, Jesús, por el poder de su espíritu, de los lazos estrechos y firmes de la muerte y surgir, como una explosión de vida desde la hondura del sepulcro, manifiesta a las claras, que la vida triunfa sobre la muerte en la naturaleza humana asumida por el Hijo de Dios al bajar hasta nosotros, al hacerse hombre.

Fácil lo tuvo, después, el orador sagrado, al dirigirse a María, la Madre de Jesús y llamarla así MADRE DE LA VIDA porque en Jesús reside, precisamente, la plenitud de la vida y, éste, al asumir nuestra condición nos transmite, a todos los seres humanos, la suya. 

Por ello, al ser María Madre de Jesús, que es LA VIDA EN PLENITUD lo es, también de todos aquellos que gozamos de vida porque Dios Padre nos pensó, nos amó y nos la dio y al ser constituidos hermanos de su Hijo Jesucristo, que adoptó nuestra condición, también nosotros recibimos por ese hecho, LA VIDA. De ahí el tema que desarrolló, a lo largo de un poco más de siete minutos, el predicador de la novena de este año, el P. Antonio Graciá Albero, carmelita, en honor de la Virgen Santísima nuestra 

Madre, del Monte Carmelo:

"LA VIRGEN MARÍA, MADRE DE LA VIDA"

Concluyó su prédica elevando una oración a la Virgen Santísima, nuestra Madre, por todos aquellos que estábamos presentes en la celebración litúrgico festiva del último de los días de la novena dedicada a honrar a la Virgen María del Monte Carmelo y, también, extensiva a todos los seres humanos.

Recibe mi saludo, mis


¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

16.7.2024.Martes. SOLEMNIDAD DE LA VIRGEN MARÍA DEL MONTE CARMELO. (C. 1.956)

P. Alfonso Herrera. Carmelita.

1 comentario:

  1. Preciosas palabras las del orador a juzgar por tu estupendo relato
    Entendido el por qué de tu retraso en los envíos
    Un saludo

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