ESTAMPA CAUDETANA.
EL ÁNGEL GUARDIÁN.
Ya te decía ayer que me había sido asignada la Eucaristía-sufragio en la capilla del cementerio de la Real Villa de Caudete, Eucaristía que viene celebrándose cada tercer miércoles de mes, por el eterno descanso de aquellos que nos sirvieron en bandeja una Villa, un mundo, al que lanzarnos para, siguiendo sus pasos, cuidarlo y embellecerlo, cumpliendo aquel viejo mandato de Dios que queda escrito, indeleblemente, en la primera página del libro del Génesis (1,15)
Después de la oración al Padre consistente en la ofrenda, una vez más, de su Hijo Jesucristo en Pascua, es decir, levantándose de entre las sombras de la muerte a la luz brillante de la vida en plenitud, no me fui, con premura, del lugar, DE LA VILLA DEL SILENCIO, pues, siempre que me toca subir, nunca lo hago, permanezco durante algún tiempo compartiendo ese silencio que guardan en la intimidad de sus habitacioncicas los que duermen a la espera del despertar en la resurrección.
En esta ocasión no pasee por las calles entre los nichos. Decidí bajar a aquella zona en la que todas son fosas, la mayoría cubiertas con mármol o granito pulido, allí donde, todavía, existen bastantes que nos hablan de los primeros tiempos del lugar, aquellos que se remontan al año en 1911 en el que se excavaron las primeras, después de haberse clausurado el cementerio que existiera aledaño a la ermita de Santa Ana, en lo más alto de la Villa.
Andando en torno al lugar me llamó la atención un ángel esculpido en piedra sobre una cruz lisa. Como no lo vi en pose de tocar la trompeta, según lo afirmado en el libro del Apocalipsis, Ino con los brazos abiertos con ánimo de protejer, di en pensar:
" No, no es la figura del enviado a sacar del sueño al, o a los, que en esa fosa reposan, no. (1Pablo a Corintios 15,52) Pensé que alguno de los deudos dejó los restos mortales de su familiar al cuidado de un ángel porque, es doctrina común, que a cada uno de los que nacemos Dios nos regala ( Mateo 18,10) uno para que nos acompañe por el avatar de nuestras vidas terrenas hasta que somos llamados a su presencia, donde termina su encomienda. Pero los familiares del, o de los extintos, decidieron emular a Dios ¡Qué cosas! Y encomendar a sus gentes durmientes a la protección de un ángel y lo manifestaron así, mandando esculpir un ángel con los brazos abiertos para situarlo en el frontis de su habitacioncica, de su fosa, con el deseo de que siga protegiéndolos, también, después de la muerte. ¡Qué detalle!
En eso estaba cuando apareció, al contemplar la figura pétrea del ángel, en mi memoria lo que oí una vez en uno de los mentideros de la villa y que Paco Cantos Albertos, "el Molinero" me ha recordado alguna que otra vez:
"Durante aquellos primeros días de la refriega habida entre hermanos aquel año triste de 1936, un grupo de ardorosos escopeteros decididos a llevar hasta las últimas consecuencias el cumplimiento de la ley promulgada por el gobierno del momento consistente en "erradicar total y sistemáticamente todos los símbolos religioso-cristianos", se presentaron en el taller del escultor Andrés Martí Sánchez, apodado "el Poro"(*), para destruir toda imagen religiosa, pues este hombre se dedicaba, aunque no solo, a esculpir monumentos funerarios.
¡Cómo!, les dijo Andrés, ¡qué me vais a quitar el pan de de la boca de mis hijos! De eso, nada de nada, porque los pongo un rabo y ya no son ángeles, son demonios" (como si los demonios no fueran ángeles, ángeles caídos, pero, ángeles).
Y, cuenta el decir popular, que, aquellos hombres enfebrecidos por las ideas políticas reinantes, se dieron media vuelta y no causaron destrozo alguno en el taller del bueno "del Poro".
No me fijé bien, pero a lo mejor, por qué no, esa imagen de un ángel esculpida en piedra, muy bien podía haber sido obra de Andrés. Otro día que suba hasta LA VILLA DEL SILENCIO me fijaré para ver si lleva su firma.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡BUENOS DÍAS!!!
21.2.2025. Viernes. (C. 2.155)
(*) Andrés Martí Sánchez es el autor de la imagen del Sagrado Corazón de Jesús que, situado sobre la espadaña de la ermita de Santa Ana contempla toda la Villa. También realizó el reloj de sol situado en la fachada de La sala del Ayuntamiento que da a la plaza de la Iglesia, la hornacina que enmarca el manís de la Virgen de los Desamparados en la Lonja, así como la bancada de piedras situada debajo. Obra suya es, también la fuente de la Plaza de Ntra. Sra. Del Carmen, entre otras)
Buenas tardes.
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