jueves, 27 de marzo de 2025

Cymbaralia Muralis

ESTAMPA CAUDETANA.

CYMBARALIA MURALIS.

Esta mañana llegó pronto el técnico que revisa mensualmente, creo, nuestro montacargas. Y por "el arte de birli birloque" me tocó a mí atender al buen hombre. 

Mientras este señor trajinaba en los aparatos que hacen subir y bajar ese elemento que hace la competencia, muy favorablemente, todo hay que decirlo, a las escaleras y que tanto y tanto bien nos hace, yo me dediqué a lo mío. 

Ya nos la trajo el calendario y los chicos de la AEMT, que dan noticias acerca de el tiempo en todos los medios de comunicación social, nos lo repitieron hasta la saciedad después de habernos preparado, para ello, con anterioridad: 

"La primavera ya nos lleva en volandas, con paso firme, hacia un verano que se aventura como torero decidido al empezar su faena en el albero de la plaza, con los machos bien apretados.  Vamos que, al parecer, va a hacer calor a base de bien. 

Y por eso me dediqué a enriquecer el agua de garrafas desechadas, con las que me he ido haciendo, para recoger en ellas la lluvia de estos días pasados, con unas paletadas de abono con vistas a favorecer a los árboles del corralón que ya están moviendo, casi todos. Faena que comenzaré cada sábado vertiendo el contenido de una garrafa en cada uno de los alcorques. 

Hasta el momento cuento con 2.014 litros de agua de lluvia enriquecida con el abono que un lugareño ha regalado a nuestro P. Superior, Luis Torres, y, con él, yo voy fabricando con los desperficios vegetales, de toda índole, que se generan en la cocina y con las cáscaras de frutas. Todavía me queda por abonar, de entrada, 764 litros de agua, igualmente de lluvia, con otro poco de abono que, también, nos suministrará el benefactor del que te doy noticia. Nunca falta gente que sale al paso echando una mano.

Así los árboles, con un festín semanal (una garrafa por semana), se pondrán contentos de manera que, el corralón del convento de San José (El Carmen), dará 100 vueltas, y algunas más, a esas pasarelas que montan los modistos diseñadores de postín en las grandes ciudades del mundo y que, comparados con mi diseñadora particular, LA NATURALEZA, no tienen nada que hacer. Son unos pipiolos en el arte de vestir maravillosamente a las actrices y mujeres encopetadas del momento pues, ninguna de ellas va a ser vestida, con tal salero y donosura, como mis arbolicos del corralón y, así, estos, me otorgarán, generosamente, la grandiosidad de un desfile sin igual, como te vengo diciendo, que llevará a efecto, para mí y para quienes tengan el gusto de verlo, todo un desfile de moda, que nos hablará de vida, en la pasarela que se habrá convertido el corralón del convento.

Y mientras estaba en el trajín, introduciendo el abono en las garrafas de agua de lluvia, me llamó poderosamente la atención LA PALOMITA DE PARED o, como quieras, la CYMBARALIA MURALIS que me miraba fíjamente con sus ojitos de flor asomándose por entre las hojitas de su planta vestida de un verde precioso.

Ella te lleva hoy mi saludo, mis


¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

27.3.2025. Jueves. (C. 2.186).

P. Alfonso Herrera. Carmelita.

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