miércoles, 17 de septiembre de 2025

El vomitorio y el retrete.

ESTAMPA CAUDETANA. 

EL VOMITORIO Y EL RETRETE.

Podía haber titulado estas palabras como lo hiciera ayer "Vestigios de la Fiesta". Pero iba a ser mucha la sorna y decidí hacerlo denominándolo con palabras que lo dicen todo: "EL VOMITORIO Y EL RETRETE".

Ya sabemos que las fiestas y bacanales se caracterizan por comer y beber a destajo, sin miramiento alguno, sin apreciarse a uno mismo, sin tenerse en cuenta, simplemente por estar a tono con el momento, sin caer en la cuenta de que con, harta frecuencia, nos hacemos a nosotros mismos unos estercoleros. Y así resulta que, nuestro propio yo, es decir, nuestro propio cuerpo, nos dice,:

"¿De qué vas"? ¿No te das cuenta de la salvajada que estás haciendo contigo mismo?"

 Y, allí donde faltó la voluntad y el dominio de uno, surgió el defensor de sí mismo, de su propio cuerpo, de su propia realidad, del medio en el que uno vas caminando por este mundo, a este lado de la vida y, claro, llega el momento en que te dice:

"¡Aquí estoy yo!" y empieza a convulsionar, de tal manera, que no hay modo, ni manera de frenarlo o detenerlo y, entonces, emula a aquellos romanos en cuyas casas o centros de esparcimiento, contaban con una habitación que se llamaba EL VOMITORIO, lugar al que iban a lo largo del desarrollo de comidas pantagruelicas, una, dos o tres veces, porque, de lo que se trataba, no era otra cosa que la de darle satisfacción a la gula. Pero, con una gran diferencia, en la Villa caudetana no se cuenta con tales lugares y allí donde el cuerpo se queja, se arroja lo que daña, lo que sin miramiento se ha ingerido

Aquella gente lo tenía todo pensado y dispuesto. Y en eso nos ganaban porque en la Real Villa de Caudete, no hemos contado con VOMITORIOS. Y, así, nos hemos encontrado con la despreciable escena de VÓMITOS a la puerta de nuestro garaje. Uno, un tanto suave, lo pudimos limpiar con relativa facilidad arrojándole agua pero el otro al parecerse a los vinos con solera, se ha agarrado firmemente a las baldosas de granito prefabricado y ahí sigue, indeleble, firmemente agarrado a ellas, como puedes observar en la fotografía que aparece al inicio de estas letras. 

Y, del RETRETE ¿Qué decir,? Este año no hemos contado con servicios móviles, como si aconteciera con interioridad en fechas semejantes en que, el Ilmo. Ayuntamiento, situó en la esquina de la calle P. Elías Requena con la de El Molino un par de RETRETES móviles. Quizá porque, escarmentados por el comportamiento de vecinos, "muy educados, ellos", todo hay que decirlo, los arrancó de su lugar y los depositó, cuan largos eran, en mitad de la desnuda calle. 

Y, contestando a la pregunta que te haces, te diré que, como EVACUATORIO O RETRETE, han empleado, los borrachinicos del momento, ellos y ellas, según he oído decir, ni más ni menos, que la entrada a nuestro garaje, allí donde la puerta se junta a las jambas, convirtiendo el local en una balsa de orines con gran carga de pestilencias. 

Y, además, las humedades que traen consigo están echando a bajo la pared, como puedes observar en la fotografía adjunta. Han pasado ya siete días y todavía contamos con una lagunica que tratarmos de achicar para lavar el lugar con lejía antes de llamar a Mr. Proper para que pase el dedico.

Lo malo es que "tal actividad cívica, muy encomiable..." se va produciendo todos los fines de semana. 

Alguien nos ha dicho:

"Electrificad la puerta de latón y, así, cuando el chorro pegue en la puerta..."

Pero, no. Esa recomendación no es de recibo. Mejor sería que la gente joven se conciencie o, en su caso, el Ilmo. Ayuntamiento estudié dotar el lugar con algún RETRETE portátil que venga a ser la salida a tanto líquido cargado de diurético.

Recibe mi saludo, mis


¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

17.9.2025. Miércoles. (C. 2.346)

P. Alfonso Herrera. Carmelita.

No hay comentarios:

Publicar un comentario