ESTAMPA CAUDETANA.
OTRA MANERA DE INTERPRETAR.
Al inicio del tiempo de Adviento te hablaba acerca de la CORONA símbolo típico que viene llamándonos la atención acerca del tiempo litúrgico en el que habíamos entrado. Te hablaba de que, el colocar una corona en las puertas o en las ventanas de habitaciones nobles de las casas en centro Europa, venía de antiguo. Era una costumbre precristiana que, los primeros misioneros que llegaron hasta allí, cristianizaron y que, hoy día, viene utilizándose en todos los ámbitos cristianos.
Te hablaba también de la simbología en la que contemplábamos la corona signo o símbolo de la divinidad puesto que no tiene ni principio ni fin y también como símbolo de nuestra propia realidad humana en ese color verde esperanza con que las ramas de pinos, abetos y otras plantas de hoja perenne sirven para confeccionar o adornar la corona.
Pero si entras en la iglesia del monasterio de las Madres Carmelitas de clausura de esta Real Villa de Caudete y te fijas en el presbiterio al fondo a la izquierda entre la puerta de los sacristía y la celosía del coro bajo de las monjas encontrarás un elemento que nada tiene de circular, nada. Viene a ser como un monte que hay que escalar y en cada uno de los balcones o recodos de esa cuesta un cirio que ilumina el trecho por el que ascendemos hasta la cumbre. Así lo entendió la madre sacristana y así nos lo ofrece como signo y símbolo del tiempo de Adviento que no es otro que aquel que nos prepara, precisamente, para ese encuentro con Dios Nuestro Señor que se hace presente y patente entre nosotros en la Segunda Persona de la Santísima Trinidad que, en las entrañas purísimas de la Virgen Santísima, aquella jovencita nazaretana, toma nuestra naturaleza humana.
Quizá lo hizo la sacristana del monasterio influenciada por su hermano el místico San Juan de la Cruz cuando hablaba acerca de la subida al monte de la perfección monte en el que, en su trasera, reinaba la oscuridad, la Oscuridad del Alma, y para y discurrir por esa travesía nos es necesario contar con la luz del Espíritu Santo que disipa las tinieblas en el camino para el encuentro con Cristo que viene de lo alto.
No, no es una corona de Adviento lo que tienen situada en lugar visible las monjas Carmelitas del monasterio del Corazón de Jesús y de la VIRGEN de GRACIA, como símbolo del tiempo de Adviento. Viene a ser, así lo veo yo, algo así como la ladera de una montaña en cuyos descansillos ha situado una vela la monja sacristana.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡BUENOS DÍAS!!!
6.12.2025. Viernes. FIESTA NACIONAL DÍA DE LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA. (C. 2.410).
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
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