miércoles, 9 de enero de 2019

El Misterio de la Plaza de la Iglesia


ESTAMPA CAUDETANA.
EL MISTERIO DE LA PLAZA DE LA IGLESIA.
Hay un villancico que se canta muchísimo y es parte integrante del elenco con el que grupos de niños, también de mayores, no vayas a creer, que corretean las calles, de mi pueblo y de otros lugares, que provistos de zambombas y panderetas, le cantan a toda pastilla, subiendo y bajando por las barras del pentagrama, que suena (ponle tú la tonadilla que seguro que te sale):
 -"En el portal de Belén han entrado los ratones y al pobre de San José, le han roído los calzones. Ande, ande, ande, la marimorena, ande, ande, ande que es la Noche Buena..."
Pues, bien, aquí en Caudete no han entrado los ratones en el Belén y no es porque no los haya, pues el otro día vi un buen ejemplar de la familia, una oronda rata, que no creas que se asustó al verme, ¡quia!, sin prisas siguió su camino hasta una de esas bocas que poseen estos mamíferos infestos que viven por ellas, por las bocas que les conducen a sus cuevas,  porque ya sabes lo que dice la sabiduría popular acuñada desde más allá de nuestros ancestros; "rata o ratón que solo tiene un agujero... pronto se le come el gato". A lo que íbamos, aquí en Caudete, en el misterio de la Plaza de la Iglesia. Sí, ese que cuelga a la entrada de la calle Sacramento, no se han subido los ratones para hacer de las suyas con los calzones de San José, lo que sí han hecho ha sido "comerse" la mitad de los faldones de su túnica dejando al buen Hombre, donde los haya, con aquellas partes expuestas al airecillo fresco que, viniendo del Real, se embute  en la calle Sacramento, con el filo afiladísimo de un frío inmisericorde.
No hay que buscar culpable al que tal felonía permitió. No era, como supondrás, asunto de raticidas porque los faldones de la túnica de San José de La Plaza de la Iglesia, no la compró el Santo Patriarca, en ninguna tienda de lanas (el tergal y la fibra sintética son muy fríos) existentes en el pueblo, porque, fíjate cómo son las cosas, se la hicieron de ELECTRICIDAD y,  con la electricidad... cuidadín porque da calambre y las ratas se las saben todas. Quiero pensar que fue debido a un descuido el no restaurar la rotura de uno de los cables que son portadores del elemento necesario para, en el caso que nos ocupa, proveer de los faldones luminosos a la figura del Jefe de la Familia de Nazaret. Y así ha permanecido, el pobre, durante todas las fiestas en las que él también, cómo no, tuvo su protagonismo, las DEL NATALICIO DEL HIJO DE DIOS QUE ENCONTRÓ ACOMODO EN SU CASA DE NAZARET.
¡Tiene bemoles la cosa, SÍ, tiene bemoles!
Firmemente espero que, para NAVIDADES SUCESIVAS, pueda contar con todo SU ATO el bueno de San José para no desmerecer, en el atuendo, de los REYES Y BAILADORES que muestran sus preciosos conjuntos y vestimentas típicos a los pies del Misterio de La Plaza de la Iglesia con motivo de los BAILES EN HONOR DEL DULCE NOMBRE DE JESÚS.

Con los mofletes colorados va corriendo a buscarte mi saludo,

          ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
9.1.2019. Miércoles. P. Alfonso Herrera, O. C.

2 comentarios:

  1. Buenos días..los ratoncitos no han subido al misterio pero si que hacen daño por donde pasan menos mal que el pobre de San Joes estava alto y no han terminado con su traje ?? A ver si al año que viene le ponen el traje entero

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  2. Nunca leí descripción más graciosa que mezcla la realidad eléctrica con el villancico popular para reclamar la urgencia de reparar las vestidura del Santo más grande y humilde de toda la Iglesia. Gracias Padre por ese relato tan simpático.

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