lunes, 29 de abril de 2019

El Limonero


ESTAMPA CAUDETANA.
EL LIMONERO.
  El clima de Caudete se caracteriza por ser de tipo continental. En invierno frío, frío, hasta dejarlo de sobra y, en verano, el sol, a su paso por la vertical del pueblo deja un termómetro en todo lo alto. Y jamás se vio que en tierras con este tipo de climas levantaran su copa los bonitos especímenes de cítricos. Pero, chico, andando por las calles del pueblo uno se encuentra con cosas raras como me ocurrió a mi ayer tarde.
Tenía yo la necesidad de acercarme hasta el monasterio de las MADRES CARMELITAS para un asunto que no viene a cuenta y, como tenía trabajo en la parroquia de Santa Catalina, elegí el camino por Concha espina arriba hasta las Jornetas  y, por ella, acercarme hasta la iglesia.
Pasaba algo de las 18,30 horas y el sol, él solo, lanzaba con fuerza, más rayos que los arqueros en la batalla de las "Termópilas". Tanto era así que buscaba yo la sombra y, la verdad, me incomodaba un tanto, encontrarme a coches aparcados pegaditos a la pared, lo que me obligaba a pisar los dominios del solitario celeste que, enfurruñado, me asaeteaba con sus flechas incendiarias. En esas estaba cuando llegué a la altura de un chalé que no desmerecía en nada de la casa de Tara de «Lo que el viento se llevó». Allí le vi y me sorprendió un montón. ¡Un limonero! Un limonero cuajadito de frutos, de limones.
Me sonaba tan raro, tan raro, ver un cítrico en Caudete y busqué la explicación. Creo que el éxito del árbol de los limones no se debe a otra circunstancia que a la situación en que se encuentra: lo tienen plantado a levante, delante de la casa y resguardado de los aires de occidente que, cuando llega el invierno, traen unas ínfulas que más parecen navajas de barbero que otra cosa.
Un cartel, bien visible, anunciaba: «atención perro peligroso»  que contrastaba con la imagen de un perrito pequeñico, con aspecto de pasota. Se le alcanzaba a ver desde la calle. Estaba hecho un ovillo delante de la puerta y, mi presencia, ni siquiera mereció el que levantara la cabeza, espabilándose de su modorra. Y es que, como te decía antes, ayer por la tarde se estaba luciendo el sol, a base de bien.
Pensé:
«si me meto dentro a por unos limones, con toda seguridad, que no se mueve ni un ápice».
Pero no, no me metí en la propiedad, faltaría más.
Allí se quedaron el limonero cuajadito de frutos y el perrico dormitando en su modorra.

Despierto, bien despierto, sale a tu encuentro mi saludo, mis

          ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
29.4.2019. Lunes. P. Alfonso Herrera, O. Carm.

7 comentarios:

  1. Simpático despertar con el limonero y el perrito perezoso.
    Muchas gracias por tu compartir.Un excelente lunes de San Vicente,Padre.

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  2. Simpático despertar con el limonero y el perrito perezoso.
    Muchas gracias por tu compartir.Un excelente lunes de San Vicente,Padre.

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  3. Simpático despertar con el limonero y el perrito perezoso.
    Gracias.Un excelente lunes de San Vicente,Padre.

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  4. Vayaaaaaa..... siento la repetición....es que me decía que no se había publicado 😀

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  5. Buenos días, P. Alfonso buen despertar como cada dia con sus comentsrios,si que se ve el limonero lleno de esos citricos que cada mañana tomamos para bien de nuestra salud,feliz domingo de San Vicente,

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  6. Margarita no se preocupe por las repeticiones eso suele pasar , que tenga buen dia

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  7. Muy buenas tardes P. Alfonso, hoy con éste limonero tan frondoso nos manda su saludo mañanero, yo lo leí muy de mañana, pero me ha sido imposible poder saludarlo, debido a tener que atender otras necesidades de nuestro pueblo. Que termine bien el día de mona ( de San Vicente).

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