ESTAMPA CAUDETANA.
LA EMOCIÓN
LA EMOCIÓN
Ya, ya se fueron las fiestas en honor de la patrona de la Real Villa de
Caudete, Nuestra Señora la Virgen de GRACIA. Sí, ya se fueron con el BESA PIES
de antes de ayer. Pero quiero enviarte mis "buenos días" con ese
hombre sentado en su silla, con su sombrero en la mano y luciendo ese aparatoso
apósito sobre casi toda su cabeza.
Es Francisco, caudetano de nacimiento y durante muchos años hacedor de la historia de este pueblo. Hoy, la debilidad que han traído los años, le han obligado a trasladarse cerca del mar, a casa de una de sus hijas, pero, como cualquier Caudetano, que se precie de tal, no podía faltar a la cita con ELLA, con la MADRE y PATRONA de cada Caudetano, ya vivan aquí en la Villa, ya vivan repartidos por cualquier lugar del mundo.
Hasta aquí le trajo el entusiasmo, hasta aquí le trajeron sus hijas, hasta aquí vino para disfrutar y vivir la fiesta, la fiesta de su pueblo.
Pero, al llegar y contemplar a su Virgen de Gracia, LA EMOCIÓN le pudo y es que LA EMOCIÓN, como sentimiento que es, no se puede describir, simplemente se siente y aquellos que te ven inmersos en ella, así lo descubren, así lo perciben, así lo ven. Así lo percibí yo cuando, concluida la procesión del día 7 a las 7, situada la imagen de LA VIRGEN DE GRACIA en el camarín que le cedió su hija Catalina, virgen y mártir, y finalizada la Eucaristía, le vi.
El bueno de Francisco, todo emocionado, con unas lágrimas rebeldes que le saltaban de los ojos y resbalaban por unos pómulos surcados por tantos años, no pude por menos, y quise meterme en el sacrosanto ámbito de su intimidad y le pregunté:
-"Pero- ¿por qué lloras?, ¿por qué te has emocionado tanto?
- "mire usted, yo fui el que, con mi esposa Rosario, que gloria tenga, donamos, en el año 1999, ese manto tan guapo, tan lindo, tan maravilloso, tan brillante, que le hace a ELLA tan guapa, tan limpia, y tan brillante, tan bonita. Cómo no voy a estar emocionado, y, mire Ud. a este sentimiento mío por ELLA, por la Virgen de GRACIA, se une el dolor de haber perdido, no hace mucho tiempo, a mi esposa Rosario. ¡Cuánto hubiera disfrutado ella viendo nuestro Manto vistiendo a la Reina del Cielo, a LA PATRONA DE CAUDETE!"
-"Francisco, que no te quepa la menor duda, ella la estará viendo, allá en el cielo, con el manto puesto"
-"Sí, pero verla aquí conmigo luciendo mientras procesiona por el pueblo con nuestro manto tan esplendente sería tan bonito, tan bonito"
Sí, estoy emocionado, muy emocionado y muy contento, muy contento al ver cómo aquella donación que hicimos mi esposa y yo, hace 20 años, hace que luzca tan guapa y que, al contemplarla, contemplo a AQUELLA a la que representa, a la Madre de Dios, a la MADRE de todos y de cada uno de nosotros, a la MADRE de cada Caudetano, a LA VIRGEN DE GRACIA.
Sí, mire usted, estoy emocionadísimo".
-"Francisco, estoy seguro de que ELLA, Nuestra Madre, LA VIRGEN DE GRACIA, también cubrirá con su manto a tu esposa Rosario allá en el cielo e igualmente, creo positivamente, que también tiende su manto sobre ti.
Recibe mi felicitación y mi enhorabuena. Yo también participo de tu emoción porque algo me sube, pecho arriba, hasta la garganta. Espero, Francisco, que, en unión de tus hijos y nietos, disfrutes durante estos días de fiesta de tu pueblo en honor de ELLA, con LA MADRE Y PATRONA, AQUELLA sencilla mujer Nazaretana que fue encumbrada por el Espíritu de Dios, ni más ni menos, que a ser la MADRE DEL HIJO DEL PADRE y a ser la Madre de todos y cada uno de nosotros. ¡Disfruta!, Francisco, ¡disfruta!, viendo a tu VIRGEN DE GRACIA LUCIENDO EL MANTO QUE LE REGALASTEIS, TU ESPOSA ROSARIO Y TÚ, EN 1999.
Es Francisco, caudetano de nacimiento y durante muchos años hacedor de la historia de este pueblo. Hoy, la debilidad que han traído los años, le han obligado a trasladarse cerca del mar, a casa de una de sus hijas, pero, como cualquier Caudetano, que se precie de tal, no podía faltar a la cita con ELLA, con la MADRE y PATRONA de cada Caudetano, ya vivan aquí en la Villa, ya vivan repartidos por cualquier lugar del mundo.
Hasta aquí le trajo el entusiasmo, hasta aquí le trajeron sus hijas, hasta aquí vino para disfrutar y vivir la fiesta, la fiesta de su pueblo.
Pero, al llegar y contemplar a su Virgen de Gracia, LA EMOCIÓN le pudo y es que LA EMOCIÓN, como sentimiento que es, no se puede describir, simplemente se siente y aquellos que te ven inmersos en ella, así lo descubren, así lo perciben, así lo ven. Así lo percibí yo cuando, concluida la procesión del día 7 a las 7, situada la imagen de LA VIRGEN DE GRACIA en el camarín que le cedió su hija Catalina, virgen y mártir, y finalizada la Eucaristía, le vi.
El bueno de Francisco, todo emocionado, con unas lágrimas rebeldes que le saltaban de los ojos y resbalaban por unos pómulos surcados por tantos años, no pude por menos, y quise meterme en el sacrosanto ámbito de su intimidad y le pregunté:
-"Pero- ¿por qué lloras?, ¿por qué te has emocionado tanto?
- "mire usted, yo fui el que, con mi esposa Rosario, que gloria tenga, donamos, en el año 1999, ese manto tan guapo, tan lindo, tan maravilloso, tan brillante, que le hace a ELLA tan guapa, tan limpia, y tan brillante, tan bonita. Cómo no voy a estar emocionado, y, mire Ud. a este sentimiento mío por ELLA, por la Virgen de GRACIA, se une el dolor de haber perdido, no hace mucho tiempo, a mi esposa Rosario. ¡Cuánto hubiera disfrutado ella viendo nuestro Manto vistiendo a la Reina del Cielo, a LA PATRONA DE CAUDETE!"
-"Francisco, que no te quepa la menor duda, ella la estará viendo, allá en el cielo, con el manto puesto"
-"Sí, pero verla aquí conmigo luciendo mientras procesiona por el pueblo con nuestro manto tan esplendente sería tan bonito, tan bonito"
Sí, estoy emocionado, muy emocionado y muy contento, muy contento al ver cómo aquella donación que hicimos mi esposa y yo, hace 20 años, hace que luzca tan guapa y que, al contemplarla, contemplo a AQUELLA a la que representa, a la Madre de Dios, a la MADRE de todos y de cada uno de nosotros, a la MADRE de cada Caudetano, a LA VIRGEN DE GRACIA.
Sí, mire usted, estoy emocionadísimo".
-"Francisco, estoy seguro de que ELLA, Nuestra Madre, LA VIRGEN DE GRACIA, también cubrirá con su manto a tu esposa Rosario allá en el cielo e igualmente, creo positivamente, que también tiende su manto sobre ti.
Recibe mi felicitación y mi enhorabuena. Yo también participo de tu emoción porque algo me sube, pecho arriba, hasta la garganta. Espero, Francisco, que, en unión de tus hijos y nietos, disfrutes durante estos días de fiesta de tu pueblo en honor de ELLA, con LA MADRE Y PATRONA, AQUELLA sencilla mujer Nazaretana que fue encumbrada por el Espíritu de Dios, ni más ni menos, que a ser la MADRE DEL HIJO DEL PADRE y a ser la Madre de todos y cada uno de nosotros. ¡Disfruta!, Francisco, ¡disfruta!, viendo a tu VIRGEN DE GRACIA LUCIENDO EL MANTO QUE LE REGALASTEIS, TU ESPOSA ROSARIO Y TÚ, EN 1999.
Ah te va mi saludo y mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
17.9.2019. Martes. P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita
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