ESTAMPA CAUDETANA.
LA ARDILLA. LA NATURALEZA ES MAESTRA.
LA ARDILLA. LA NATURALEZA ES MAESTRA.
No tenía prisa el animalico.
Había bajado de las copas de altos pinos que dan sombra al espacio de esparcimiento que los Salesianos de El Campello ponen a disposición de aquellos grupos que se dan cita en el complejo religioso (es residencia para salesianos mayores o impedidos, es colegio, es parroquia y es residencia que se pone a disposición de quienes quieren pasar unos días de asueto, descanso o reflexión. Yo mismo pasé una Semana Santa con mi hermano Ricardo hace mucho tiempo) para realizar convivencias de fin de semana y para familias que suben hasta allí para hacer un día familiar de campo. Se les pide una pequeña colaboración de 5,00€ por el uso de cada una de las mesa, de fábrica, que salpican la pinada que tienen muy bien cuidada.
Salíamos ayer, pasadas las 12-30 horas, de la Eucaristía en la capillica particular, muy coqueta:
Había bajado de las copas de altos pinos que dan sombra al espacio de esparcimiento que los Salesianos de El Campello ponen a disposición de aquellos grupos que se dan cita en el complejo religioso (es residencia para salesianos mayores o impedidos, es colegio, es parroquia y es residencia que se pone a disposición de quienes quieren pasar unos días de asueto, descanso o reflexión. Yo mismo pasé una Semana Santa con mi hermano Ricardo hace mucho tiempo) para realizar convivencias de fin de semana y para familias que suben hasta allí para hacer un día familiar de campo. Se les pide una pequeña colaboración de 5,00€ por el uso de cada una de las mesa, de fábrica, que salpican la pinada que tienen muy bien cuidada.
Salíamos ayer, pasadas las 12-30 horas, de la Eucaristía en la capillica particular, muy coqueta:
Foto de la capillica
que ponen a disposición de los poquitos que nos damos cita cada mañana. Y allí estaba el bichito. Parece ser que se le había caído una piña y, ni corta ni perezosa, se bajó de la cubierta arbórea para dar buena cuenta de ella.
Me llamó la atención que no tuviera temor ni desconfianza alguna a los pocos feligreses que pasaban a su lado, a metro y medio como mucho. Yo me senté en un banco y saqué el telefonillo para "cazarla" y la cacé a unos dos metros de mí. Ella estaba a lo suyo. Ya habían desaparecido los asistentes a misa y allí permanecíamos los dos, ella y yo. Cuando quiso, se fue despacito mientras revisaba las cáscaras, restos caídos desde la mesa de su alto restaurante.
Nadie la molestaba y eso lo sabía perfectamente ella, por eso no daba muestras de miedo o temor ni tenía prevención alguna. En mí no veía a alguien a quien temer. Sus movimientos, siempre vertiginosos, ayer por la mañana eran como los de cualquier mascota que vaya con su dueño o más tranquilitos, si cabe.
Me gustó y disfruté de lo lindo durante los pocos minutos que el animalico estuvo a mi alrededor inspeccionando las cascaras de las piñas de las que había dado cuenta en las alturas.
- Mientras eso acontecía, mi pensamiento rebuscaba por los entresijos de mi memoria lo que, no hace mucho tiempo, había escuchado en un telediario que transmitía, a la colectividad de televidentes, la noticia que les servía, no sé si Cáritas o algún departamento oficial entendido en temas alimenticios. Aquel telediario informaba sobre la alimentación de los españoles y dejaba caer una bomba:
- " MÁS DE 30.000 TONELADAS (TREINTA MILLONES DE KILOS) de COMIDA EN BUEN ESTADO (nada de sobras) SE TIRABA A LA BASURA. No recuerdo el lapso de tiempo en el que se llevaba a efecto tal desperdicio.
- Un calambrazo recorrió mi interior encendiendo una luz:
- La ARDILLA, LA NATURALEZA, me estaba llamando la atención, me estaba dictando una clase magistral en torno a un concepto único:
- "NO HAY QUE DESPERDICIAR NADA, NINGÚN RECURSO QUE LA NATURALEZA PONE A NUESTRA DISPOSICIÓN, máxime cuando estamos sobreexplotado el planeta porque ya no produce todo lo que se necesita para alimentar las bocas de los seres humanos que lo habitamos".
- Sí, ayer disfruté con una ARDILLITA que, correteando en torno a mí, me recordó otros tiempos aquellos en que, yo mismo, fuera profesor en un colegio de alto nivel, San Pablo Ceu, en Montepríncipe, Boadilla del Monte de Madrid, pues, en muchas ocasiones, bocadillos envueltos en papel de aluminio, aparecían "olvidados" en el anfiteatro (uno de los lugares de recreo) o en papeleras sin tocar siquiera. Guardaban en su interior medias barras de pan reciente que, al abrirlas en clase, delante de todos entre los que se encontraban los olvidadizos, dejaban al descubierto buenas tajadas de lomo de orza o embutidos de origen Extremeño o de Los Pedroches que expandían una fragancia..., o buenos trozos de tortilla española cuajada lo suficiente o francesa, o... Ayer, recordando, descubrí que, en mis buenos tiempos de docente, sirviéndome de bocadillos "olvidados" por los alumnos, dicté clases de NATURALEZA de modo parecido a como me la dictó a mí, la simpática, juguetona y nada temerosa, ARDILLA.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
26.10'.2019. Sábado. P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.
que ponen a disposición de los poquitos que nos damos cita cada mañana. Y allí estaba el bichito. Parece ser que se le había caído una piña y, ni corta ni perezosa, se bajó de la cubierta arbórea para dar buena cuenta de ella.
Me llamó la atención que no tuviera temor ni desconfianza alguna a los pocos feligreses que pasaban a su lado, a metro y medio como mucho. Yo me senté en un banco y saqué el telefonillo para "cazarla" y la cacé a unos dos metros de mí. Ella estaba a lo suyo. Ya habían desaparecido los asistentes a misa y allí permanecíamos los dos, ella y yo. Cuando quiso, se fue despacito mientras revisaba las cáscaras, restos caídos desde la mesa de su alto restaurante.
Nadie la molestaba y eso lo sabía perfectamente ella, por eso no daba muestras de miedo o temor ni tenía prevención alguna. En mí no veía a alguien a quien temer. Sus movimientos, siempre vertiginosos, ayer por la mañana eran como los de cualquier mascota que vaya con su dueño o más tranquilitos, si cabe.
Me gustó y disfruté de lo lindo durante los pocos minutos que el animalico estuvo a mi alrededor inspeccionando las cascaras de las piñas de las que había dado cuenta en las alturas.
- Mientras eso acontecía, mi pensamiento rebuscaba por los entresijos de mi memoria lo que, no hace mucho tiempo, había escuchado en un telediario que transmitía, a la colectividad de televidentes, la noticia que les servía, no sé si Cáritas o algún departamento oficial entendido en temas alimenticios. Aquel telediario informaba sobre la alimentación de los españoles y dejaba caer una bomba:
- " MÁS DE 30.000 TONELADAS (TREINTA MILLONES DE KILOS) de COMIDA EN BUEN ESTADO (nada de sobras) SE TIRABA A LA BASURA. No recuerdo el lapso de tiempo en el que se llevaba a efecto tal desperdicio.
- Un calambrazo recorrió mi interior encendiendo una luz:
- La ARDILLA, LA NATURALEZA, me estaba llamando la atención, me estaba dictando una clase magistral en torno a un concepto único:
- "NO HAY QUE DESPERDICIAR NADA, NINGÚN RECURSO QUE LA NATURALEZA PONE A NUESTRA DISPOSICIÓN, máxime cuando estamos sobreexplotado el planeta porque ya no produce todo lo que se necesita para alimentar las bocas de los seres humanos que lo habitamos".
- Sí, ayer disfruté con una ARDILLITA que, correteando en torno a mí, me recordó otros tiempos aquellos en que, yo mismo, fuera profesor en un colegio de alto nivel, San Pablo Ceu, en Montepríncipe, Boadilla del Monte de Madrid, pues, en muchas ocasiones, bocadillos envueltos en papel de aluminio, aparecían "olvidados" en el anfiteatro (uno de los lugares de recreo) o en papeleras sin tocar siquiera. Guardaban en su interior medias barras de pan reciente que, al abrirlas en clase, delante de todos entre los que se encontraban los olvidadizos, dejaban al descubierto buenas tajadas de lomo de orza o embutidos de origen Extremeño o de Los Pedroches que expandían una fragancia..., o buenos trozos de tortilla española cuajada lo suficiente o francesa, o... Ayer, recordando, descubrí que, en mis buenos tiempos de docente, sirviéndome de bocadillos "olvidados" por los alumnos, dicté clases de NATURALEZA de modo parecido a como me la dictó a mí, la simpática, juguetona y nada temerosa, ARDILLA.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
26.10'.2019. Sábado. P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.
Las ardillas son animalicos muy simpáticos y difíciles de captar.Me alegro que ésta haya sido tan confiada para acompañarte unos minutos .
ResponderEliminarLa lección sobre el desperdicio ...una pena tirar los alimentos que escasean para tantas personas .
Vivimos ajenos a la miseria que sufren pueblos enteros .
Bien por ésas lecciones prácticas en tu trabajo de Profesor .
Poco a poco iremos mejorando ....al menos vamos a soñar que así será .
Un excelente sábado,Padre .
Buenas tardes ya por la hora que es,,todo lo que cuenta todos los dias es interesante nos informa de todo lo que ve a su alrededor la ardilla siempre tan astuta, recojiendo todo lo que cae de las piñas, a ver si nosotros hacemos lo mismo recojer en vez de tirar, feliz tarde
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