lunes, 28 de octubre de 2019

La Torre de Vigilancia


ESTAMPA CAUDETANA.
LA TORRE DE VIGILANCIA.
Terminada la celebración festiva del día del Señor, el domingo, en Caudete, me dejé caer hasta la orillica del mar en El Campello para concluír las tres semanas que, salvo sábados y domingos y algún otro día que he tenido que volver al pueblo, he venido pasando mis vacaciones.
Cuando llegué ayer tarde  a la vera del mar el sol había hecho mutis por el foro y, poniendo los pies en polvorosa, se marchó a navegar por otro mar, por aquel que nos separa de América, porque tenía algo que hacer por las tierras que emergen, más allá del puerto de Palos, a las que llegara Colón, navegando hacia occidente en su carabela que tenía por nombre Santa María, descubriéndolas, cuando estaba terminando 1492.
Toda una hilera de luces tachonaba, a esa hora, todo el paseo de la playa, hasta la misma punta del cabo que guarda, al otro lado, la ciudad de Alicante y a su playa de la Albufereta.
 Sin subir al piso, me fui a estirar las piernas. Iba despacito. Las cuentas del rosario pasaban lentamente una a una. Cuando finalizaba el saludo a la Madre del Señor, llegué  junto a la torre de vigilancia, la primera de varias que lucen porte y que suben y suben muy alto para otear, desde ellas, como si fueran el carajo de un bergantín, el horizonte de la mar para, ojo avizor, tratar de descubrir a algún bañista que lo estuviera pasando mal y dar aviso para que le sacaran del aprieto.
Ya la ves, toda guapa, dejando notar su blancura en medio de la oscuridad de la noche, que ayer llegó antes porque a los políticos les viene bien  juguetear con la naturaleza poniendo como escusa el ahorro de unos chavos.
No les cabe en el coco que ya desde hace unos cuantos millones de años el sol, mientras se consume quemándose a sí mismo, calienta y alumbra a la tierra que, por ser redonda, no lo hace de una vez a toda ella, sino que lo va haciendo por trozos o zonas, según se va saliendo de la oscuridad sideral que queda, siempre, al lado opuesto o contrario de donde se encuentra el sol porque son enemigos irreconciliables.
Sí, ya era noche cerrada cuando llegué hasta ella porque el reloj, al que se le ha quitado ayer una hora en la tarde y se la han trasladado a la mañana, ha acelerado su llegada.
Pero la torre de vigilancia se encontraba iluminada por la luz que se desprendía de las farolas del paseo.
Fue levantada en 1985 por la Diputación de Alicante y, durante 34 años, ha venido cumpliendo con un cometido, eminentemente beneficioso para veraneantes, turistas y autóctonos, porque, desde todo lo alto, unos profesionales como la copa de un pino vigilan, en tiempo de asueto, vacación y playa, para evitar disgustos.
Ayer, la torre estaba sola, de vacaciones, porque el mundo del trabajo y la escuela han retomado su ritmo y han retirado de la playa a casi todo el mundo. Hasta la gente joven alemana, que durante la semana se lo han pasado bomba, han volado a su tierra para reincorporarse a sus clases. Solo quedan gentes jubiladas de allende los Pirineos y algunos connacionales que andan a la espera de que empeore el tiempo con la llegada del invierno para retornar a sus lugares de origen.
Sí, la torre de vigilancia de playa de El Campello está sola. Su cometido ha quedado en suspenso hasta otra nueva temporada de vacación.

Recibe mi saludo, mi

          ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
28.10.2019. Lunes. P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.

5 comentarios:

  1. La torre de vacaciones brillando en la noche .
    Buenos días,Padre.

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  2. La torre de vacaciones brillando en la noche .
    Buenos días,Padre.

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  3. Bonita reflexión .Unos días estupendos para descansar .

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  4. Buenos días, P. Buen comentario el de hoy describiendo la torre de vigilància,y ested otra vez en Campello,como se nota que le gusta ese lugar para descansar,,feliz dia,,

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  5. Muy buenos días P Alfonso,es muy bueno tener vacaciones por eso hasta lo más insignificante tan se las merecen, y como esa torre que usted nos muestra en la foto. Pues siga usted disfrutando de las suyas que le quedan poquito. Que tenga un buen día.

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