El Organico. Vestigio del Pasado

ESTAMPA CAUDETANA.
EL ORGANICO. VESTIGIO DEL PASADO.

Todo estaba en penumbra. Algo de luz entraba desde el claustro del convento de San José por los orificios  existentes bajo el alero del tejado que vierte aguas al claustro y que, algún predecesor mío, harto ya de que las palomas embozaran los canalones y las bajantes  de los mismos y, sobre todo, harto de que  montones de ellas entrarán por esos agujeros e hicieran sus nidos a cubierto a lo largo de toda la cambra (troje, desván, cámara, bóvedas, sobrao) colocó en ellos tantos bidones de 5 litros de aceite autóctono vacíos, claro, cómo agujeros  existen en las fachadas,  con el único fin de impedir que los volátiles,  sumamente perniciosos, no solo para las canales y sus bajantes, sino también,  para los tejados,  incluso para la misma cambra.
Sí, cuando ayer por la mañana entré en la cambra percibí el olor característico de lugares donde duerme el polvo de siglos y digo siglos porque, muy probablemente, desde más de cien años haya entrado alguien escoba en mano para hacer una limpieza, sino para todo lo contrario, para depositar algo en ella como por ejemplo,  el horganico protagonista de mi escrito de hoy, por lo que vino a ser, tal y tan gran dependencia, "un estercolero" como la definió, muy acertadamente, el P. Ángel.
Todo lo que te puedas imaginar estaba allí y estaba sobre una capa de polvo que en las zonas convexas, entre cabrio y cabrio, sí que tenía una altura de cuatro dedos. Allí, cerca de la comunicación con el noviciado, yacía olvidada y triste, cubierto, a su vez, de polvo un organico pequeñico, el que ves en la fotografía.
Cuando tiré de una de sus asas, la pianola, según el decir jocoso del Padre Ángel, emitió un quejido de muy baja intensidad, yo diría que a la altura del DO bajo muy lejos  de la primera de las líneas del pentagrama. quién sabe cuánto tiempo llevaba allí acostada acostado el pequeño armonium de dos pedales que inflaban otros tantos  fuelles que suministraban el aire para que el teclado, hábilmente manejado por el músico, le sacará los acordes de himnos y canciones religiosas para acompañar  la liturgia en la iglesia del convento y pásmate, para, según me dice el Padre Ángel, vestir con música los villancicos y los himnos con que se recibía a la PATRONA, A LA VIRGEN DE GRACIA, cuando arribaba a la población en procesión desde su Santuario, cada 7 de septiembre para pasar unos días de fiesta con sus hijos, los que vivían en el lugar y aquellos que llegaban de los sitios donde habían fijado su residencia que, por cierto, eran muy bien recibidos en un desfile montado para la ocasión,  viendo como las distintas Comparsas se lo pasaban en grande llenando la villa de ruido, humo y pólvora y que lo hacían  en su honor.

Me cuenta el padre Ángel que, a la sazón, era novicio en este convento en el año 1954, que él y sus otros 6 compañeros portaban este ARMONIUM pequeñito hasta la Puerta de la Villa donde el P. Bautista Llorens, su maestro de novicios, muy celebrado  por sus pareados, acompañaba el canto de la comunidad de frailes carmelitas residentes en el convento que siempre, siempre, realzaron con su colaboración y participación todos los eventos festivo-religiosos habidos en la Villa (1), aún cuando no tenían responsabilidad pastoral fuera de los muros conventuales pues, éstos, corrían a cargo del clero secular hasta tanto fueron encargados por el Obispo, párrocos de las dos parroquias existentes en Caudete, cosa que ocurrió en los años 70 del siglo pasado,  y de todos los devotos que acompañaban a las imágenes  de la Virgen de GRACIA, de San Blas y de San Roque y a los que se habían dado cita en la Puerta de la Villa para darles así la bienvenida a la Villa en la misma puerta. También me dice el Padre Ángel referente de aquellos hechos acontecimientos que los novicios, una vez concluído el acto de bienvenida, cargaban con el armonio de vuelta al convento, hasta la celebración festiva de la procesión de La MADRE por las calles de la Villa en que volvía a ser transportado por los jóvenes novicios hasta los distintos lugares donde la procesión hacía sus paradas, Plaza de la Iglesia, Plaza del Carmen... para que, una y otra vez, animara a los hijos en el canto a la MADRE DE GRACIA.

De todo ello me informó, emocionado, el P. Ángel, participante en aquellos hechos, cuando vio en el claustro alto del convento, en su camino hacia el DESAPARECER, el arrumbado ARMONIUM que había dormido sueños de tiempos en que era admirado  por las gentes de la Real Villa y él tan contento de haber servido para conducir las voces de gozo y alabanza de los hijos para con su MADRE que venía a visitarlos. También soñaría con las lagrimillas que se le escurrían dentro de sus mecanismos provocando algún desafino, cuando ELLA, LA MADRE, LA PATRONA, era despedida y llevada en volandas de vuelta a su Santuario porque, ese día, cada 11 de septiembre, los novicios cargaban con nuestro ARMONIUM, desde el convento hasta la Puerta de la Villa, para dedicarle sus mejores sonidos, hechos villancicos o himnos y así despedirla hasta que tuviera a bien volver a estar con ellos.  Me pareció apreciar un cambio en la diáfana faz del P. Ángel cuando vio, lleno de polvo a aquel amigo, largo tiempo, perdido, olvidado, que en medio de una gran obra de limpieza de las cambras del convento había vuelto a ver la luz. Se le habían hinchado las teclas, si no, creo con todo mi pronunciamiento que el ARMONIUM, al reencontrarse, frente a frente, con el P. ÁNGEL le hubiera acontecido algo parecido a lo que le aconteció al amigo y de él hubieran salido, sin los dedos del P. Bautista, la más bonita de las melodías mientras el suelo del claustro alto se llenaría de humedades. Pero está tan mal, el pobre armatoste, que solo pudo carraspear un adagio triste y no un ALELUYA PASCUAL que indicara su vuelta a ser. Solo le salieron, de sus entrañas sin vida, unos quejumbrosos sonidos.

He visto fotos fe aquellas fiestas de Moros y Cristianos y procesiones en honor de la PATRONA. Hoy, en aquellas fotos en blanco y negro, cuentan ya con el color que las aporta ESTE VESTIGIO DE ENTONCES. (2)

Recibe mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
SÁBADO DE LA OCTAVA DE PASCUA. Día 34 de confinamiento.
(1) No puedo, por menos, no como superior del convento de San José  (El Carmen), sino como Coadjutor de las parroquias del Pueblo, que manifestar mi ¡sorpresa! al constatar en la nota informativa del Sr. Alcalde acerca de una reunión tenida, bajo su presidencia, con los responsables políticos, sociales y presidentes de las distintas Comparsas de Moros y Cristianos y de la M.I. Mayordomía de la Virgen de Gracia y Cofradía de San Blas para tratar sobre las celebraciones festivo-Patronales de la Villa con tan fuerte componente religioso y litúrgico de septiembre próximo, ante la problemática devenida por la pandemia del Covid 19 y, sin embargo (lo digo en positivo)  no ha tenido la amabilidad de convocar a esa reunión a nadie del ESTAMENTO PASTORAL, ni al que ostenta la responsabilidad pastoral de la Real Villa,  SR. CURA PÁRROCO.

(2) Tardaré unos días más hacer desaparecer esa reliquia que muchas veces lució en las fiestas de Caudete. Si alguien que lea estos "buenos días" quisiera, porque es anticuario o por mero gusto, hacerse con él, no tiene más que solicitármelo.

P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.