La plaza de los reyes católicos

ESTAMPA CAUDETANA.
LA PLAZA DE LOS REYES CATÓLICOS.

Aquí en la Real Villa de Caudete existe una plaza Recoleta tranquila, bien cuidada por los oficiales de los parques y jardines jardines, en ella hay unos bancos para que tome asiento quien hasta ella se llegue por que es un lugar tranquilo, apacible en el que ruidito del agua de una fuente, que mana a borbotones impulsada por una bomba, que tranquiliza y da sosiego al que, sentado en uno de los bancos, reflexiona o, simplemente, pasa un rato.
No sé si será verdad o no, ya me lo dirá el Sr. Alcalde, pero,  tengo oído que esa plaza está situada en un terreno que, por ser propiedad del Obispado, le fue decidido al pueblo para uso y disfrute de todo caudetano o  forastero, que  acierte a dar con ella.
Por el norte, la defiende el almud de la muralla del castillo. Al sur, se extiende el barrio del Real que otrora fuera campo en el que se cosechaban cereales y que cuando el infante Don Alfonso, que al subir al trono lo haría con el numeral X y el apodo de "El Sabio" se acercó hasta estos pagos en los primeros años del siglo XIII para entrar en tratos con Jaime I de Aragón que más tarde sería su suegro, por asuntos de reparto de tierras reconquistadas a los moros, sus mesnadas, me ha dicho un lugareño, acamparon extra ópidum, en ese lugar. Razón por la cual, es conocida esa zona con el nombre de  EL REAL. En la actualidad es un barrio que se ha levantado a la misma vera del camino por el que, el pueblo, se abre hacia el sur camino del cercano pueblo murciano de Yecla.
estos días de atrás, mi comunicante, María Virtudes Sánchez, me obsequió con la fotografía que ilustra este escrito. Es una fotografía guapa de la plaza de LOS REYES CATÓLICOS qué, en medio de una noche cerrada, surge, como una reina enjoyada, iluminada por el brillo que desprenden las joyas que la engalanan.  La plaza es muy acogedora, suele estar muy animada por la presencia de gentes del lugar que se reúnen para pasar el rato mientras cuentan historias de tiempos pretéritos o, simplemente,  comentan el avatar del día en la Real Villa, los notorios o aquellos que, sin importancia alguna, sirven de complemento a aquellos otros importantes y que, todos juntos, completan el día como si fuera un bonito collage.

Una vez me paré a charrar un poquito con una señora que llevaba muy bien y lúcidos, sus muchos años. Fue muy al principio de mi llegada al pueblo y, por no haber leído la leyenda donde se indicaba el nombre del lugar, me dijo que era LA PLAZA DE LOS REYES CATÓLICOS y me dijo más:
"Cuando se adecentó el lugar para el uso y disfrute público estuvieron viendo qué nombre le iban a dar y decidieron nombrarle con el de aquellos Reyes que nada bueno hicieron con el pueblo" (ita sic). Se le notaba a la legua a aquella señora que no era muy partidaria de que le dieran ese nombre de aquellos personajes y no le pusieran el de algún prócer del lugar (también añadió algunos epítetos, yo diría, con lenguaje taurino, banderillas negras, para la cohorte política del lugar que, claro, no voy a escribir aunque a ella, como lo decía con toda su alma, no le importaría lo más mínimo que lo hiciera. Pero que sepan los que impusieron ese nombre a la plaza, que, para tal despropósito, no contaban con la venia de aquella lugareña. Algo dijo, para finalizar: "que no se explicaba para qué estaba la democracia").
La placica está sola,
está encerrada en sí misma, nadie la molesta,
con sus ruidos,
con sus voces,
con sus correrías,
con sus gritos,
con sus canciones.
Nadie cambia impresiones.
Nadie habla de amores.
Nadie ha llegado, esa noche, hasta ella.
¡Nadie!
y es que han tendido sobre ella una ley promulgada por el que manda con poder absoluto en la Nación Española, ley que  prohíbe salir de casa a todo quisque porque ha entrado en España un bicho malo, el Covid 19.
La noche es templada, quieta,
sin aire...
Nadie sale de casa.
Nadie se llega hasta ella
Nadie ríe las gracias o el chiste
Nadie deja oír su voz.
¡Nadie!

Yo contemplando la fotografía que me mandó María virtudes, me imagino el ruidito qué producía el gorgoteo del agua al salir, cantarina, de la fuente.

Recibe mi saludo,

¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
28.4.19 2020. Martes. Día 46 del confinamiento.

P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.