jueves, 18 de junio de 2020

La Tropa


ESTAMPA CAUDETANA.
LA TROPA.
Los signos de los tiempos nos avisan certeramente de hechos y acontecimientos que tienen lugar en un momento determinado o te ponen al tanto de lo que va a acontecer de inmediato o a largo plazo. Por eso el Señor Jesús dio gran importancia a este hecho. De ahí que, en momentos muy especiales como fueron aquellos que precedieron a su vuelta a la casa del Padre tras haber abrazado la experiencia de ser hombre, de hundirse en la naturaleza humana, haciendo desaparecer la insalvable distancia, para el hombre, de acceder al encuentro con la divinidad. Jesús se quejaba ante sus  discípulos y ante las gentes que le seguían incansables de que, a pesar de tener ante ellos algo grandioso: la voluntad salvadora de Dios manifestada en Él MISMO, no fueran capaces de descubrirlo. De darse cuenta  cuando, por el contrario, sí que sabían interpretar los signos de los tiempos: "Cuando veis  que la higuera mueve y echa yemas, decís que el verano está ya llegando  (Mt. 24,32). Jesús les había venido hablando durante tres años de Dios como Padre,  del amor de Dios, de la voluntad salvadora de Dios y, ahora que camina hacia Jerusalén para finalizar su viaje humano, les manifiesta su malestar porque no han sido capaces de percibirlo cuando sí que lo son para descubrir las señas que les da la naturaleza. En esta cita bíblica pensaba yo cuando, antes de ayer por la tarde, aparecieron ante mí un montón de capullos de las ECHINOPSIS de una jardinera del claustro bajo, estaban preparándose para abrirse de par en par en el momento en el que el día cediera su puesto al siguiente, a ayer.
Eran once capullos que estaban recibiendo el testigo de dos hermanas que se les habían adelantado en el milagro de venir a la vida y, aunque solo vivieron un día escaso, lo hicieron en plenitud, si damos crédito caso a la Palabra Revelada que afirma: " Un día para el Señor es como mil años y mil años como un día" (2 Pe 2, 8-10).
Cuando me Levanté ayer, lo primero que hice fue asomarme por la ventana para ver la eclosión de la vida acontecida en el transcurso de la noche quieta en el claustro bajo. En ello estaban al amanecer y buscaban llegar a plenitud para estar dispuestas cuando el sol, en su cénit, les dijera:
"salir de vosotras, levantad vuestra cuiditas  rei sensibilis y seguidme. Dejad vuestra hermosa vestimenta en el mundo y venid conmigo.
Y aquella TROPA de FLORES DE ECHINOPSIS, tras dejar salir su alma, comenzaron a plegar sus primorosos vestidos para ser introducidos en el armario ropero del nunca jamás.

Recibe mi saludo, mis

¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
18.6.2020. Jueves. Día 96 de confinamiento.
P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.

2 comentarios:

  1. Muy buenos días,P.Alfonso, la jardinera con sus flores en todo su esplendor está preciosa , pero sus flores Durán tan poquito que vale la pena tenerla gravada en foto para poder disfrutarla en cualquier momento , solo Dios sabe de toda la naturaleza que nos da para poderla disfrutar. Que tenga un buen día.

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  2. Buena catequesis la de hoy,a costa de esas efímeras y preciosas flores de cactus.Todo le sirve a usted para hacernos reflexionar un poco.Muchas gracias por ello,que tenga un buen día de jueves usted también P.Alfonso.

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