ESTAMPA CAUDETANA.
LAS PALMERAS DE SAN FRANCISCO.
LAS PALMERAS DE SAN FRANCISCO.
No hace muchos días el Sr. Concejal, don Joaquín Pagán, a cuyo cuidado están
parques y jardines, me envió esas tres fotografías que encabezan este escrito.
Veníamos solicitando reiteradamente del Ilmo. Ayuntamiento, desde hace algún tiempo, que incluyera en sus proyectos de adecentamiento y cuidado de parques y jardines la poda de las palmas secas de las palmeras que crecen en el jardincico de la parroquia de San Francisco y que, las pobres, llevaban años con las palmas, secas, "de capa caída", sin que se les retiraran, con grave peligro para esos monumentos vivos, que son esos árboles, porque, al no airearse podrían ser objeto de parásitos que acelerarían su destrucción, su muerte.
Hoy, la feligresía y yo mismo, estamos contentos y celebramos el lustre que lucen las seis palmeras que nacen de un solo tronco, una séptima feneció hace mucho tiempo y, de aquella, solamente queda un muñón, triste vestigio de tiempos mejores. La pareja de oficiales que recibieron la encomienda de "pelar" a las palmeras, las han dejado guapas, guapas, guapas de verdad.
Quiero dejar aquí constancia de mi agradecimiento, y el de las gentes del Barrio, a esos dos oficiales y a las autoridades de la Real Villa de Caudete porque, hasta ahora, no habían visto lo que el abandono venía ocultando.
Todo el mundo se hace lenguas del trabajo tan bien hecho por los oficiales de jardinería porque han realizado en las palmeras lo que el más afamado de los steticiens al servicio del séptimo arte hace con la actriz protagonista de una película.
Una cosa sí que tenemos que lamentar, no es otra que la alegre algarabía que armaban a la atardecida, entre dos luces, la gran cantidad de tejaínos (gorriatos) que, con el buche lleno de insectos y gramíneas, se peleaban a picotazo limpio para conseguir un buen lugar en los oscuros interiores donde las palmas, caídas a lo largo de los troncos, les defendían de depredadores, de la luz de la calle y del frío en tiempo de invierno. Han tenido que emigrar a Olmos Pumila bien tupiditos que crecen más allá de la plaza de toros a vista ya de la ermita de San Antón o debajo de las hileras de tejas en los tejados de las casas del entorno.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
2.6.2020. Martes. Día 81 de confinamiento.
Veníamos solicitando reiteradamente del Ilmo. Ayuntamiento, desde hace algún tiempo, que incluyera en sus proyectos de adecentamiento y cuidado de parques y jardines la poda de las palmas secas de las palmeras que crecen en el jardincico de la parroquia de San Francisco y que, las pobres, llevaban años con las palmas, secas, "de capa caída", sin que se les retiraran, con grave peligro para esos monumentos vivos, que son esos árboles, porque, al no airearse podrían ser objeto de parásitos que acelerarían su destrucción, su muerte.
Hoy, la feligresía y yo mismo, estamos contentos y celebramos el lustre que lucen las seis palmeras que nacen de un solo tronco, una séptima feneció hace mucho tiempo y, de aquella, solamente queda un muñón, triste vestigio de tiempos mejores. La pareja de oficiales que recibieron la encomienda de "pelar" a las palmeras, las han dejado guapas, guapas, guapas de verdad.
Quiero dejar aquí constancia de mi agradecimiento, y el de las gentes del Barrio, a esos dos oficiales y a las autoridades de la Real Villa de Caudete porque, hasta ahora, no habían visto lo que el abandono venía ocultando.
Todo el mundo se hace lenguas del trabajo tan bien hecho por los oficiales de jardinería porque han realizado en las palmeras lo que el más afamado de los steticiens al servicio del séptimo arte hace con la actriz protagonista de una película.
Una cosa sí que tenemos que lamentar, no es otra que la alegre algarabía que armaban a la atardecida, entre dos luces, la gran cantidad de tejaínos (gorriatos) que, con el buche lleno de insectos y gramíneas, se peleaban a picotazo limpio para conseguir un buen lugar en los oscuros interiores donde las palmas, caídas a lo largo de los troncos, les defendían de depredadores, de la luz de la calle y del frío en tiempo de invierno. Han tenido que emigrar a Olmos Pumila bien tupiditos que crecen más allá de la plaza de toros a vista ya de la ermita de San Antón o debajo de las hileras de tejas en los tejados de las casas del entorno.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
2.6.2020. Martes. Día 81 de confinamiento.
P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.
Buenos días P. Alfonso . Que bien lucen las palmeras de San Francisco . Desde luego que les hacia falta una buena limpieza para lucir así de guapas. Los pobres pájaros que allí dormían han tenido que buscarse otros refugios . Buen día para todos .
ResponderEliminarBuenos días, P. Bonitas fotos de las palmeras tan bien arregladas falta les a hacian quitarles esas ramas secas ,,feliz dia,,
ResponderEliminarMuy buenos días, P. Alfonso, bonito y curioso ha quedado el pequeño jardín de la iglesia de San Francisco, si que era necesario esa limpieza, todo llega , las fotos quedan muy bonitas pero visto en la realidad mucho más.Que tenga un buen día.
ResponderEliminarA esas palmeras no les entra el picudo rojo porque son datileras, a las canarias si les entra y han muerto varias en el Paseo y la de San Antón. Las de la Avda de Valencia también son datileras y es muy difícil que les ataque el picudo. Buenas noches
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