La Flor del Agua

ESTAMPA CAUDETANA.
LA FLOR DEL AGUA.

(FLOR DEL AGUA que se nos muestra pletórica de color en el corralón del convento).

(FLOR DEL AGUA que luce tipito en el claustro de las columnas barroco-toscanas del convento).

No hace muchos días sintonicé un canal de divulgación de temas científicos porque, la verdad, hay profusión de ellos que lejos de informar, tratan, por todos los medios, de confundir, desinformar, y configurar a la sociedad según unos parámetros hábilmente diseñados por los que ostentan la dirección de los mismos, y que dejan mucho que desear.
Pues, bien, en aquel canal de divulgación científica se trataba el tema de la comunicación extrasensorial, vía cerebral. Daba noticia sobre las investigaciones que se están llevando a cabo en una Universidad estadounidense. Y esas pruebas sentaban que se daba esa comunicación con más nitidez entre hermanos gemelos o mellizos distanciados notablemente entre ellos. Estamos en los albores de la comunicación entre seres humanos a través de las ondas cerebrales.
Yo no voy a discutir y tampoco voy a negar que se dé esa comunicación. Pero de lo que sí te voy a dar noticia es de que está teniendo lugar en el corralón y en el claustro de la columnata barroco-toscana del convento de San José (El Carmen) de esta Real Villa de Caudete un fenómeno, por lo menos, curioso: dos FLORES DEL AGUA se han puesto de acuerdo para alzarse, desde la profundidad de los bulbos que las albergaban para izarse de modo rotundo y manifiesto para darnos a conocer que ellas también quieren estar a lo que han venido estando sus compañeras, ya fuere de dentro de los muros del convento, ya fuere de fuera, en el corralón del mismo, a ofrecerse así mismas en honor de LA SEÑORA DEL LUGAR, LA VIRGEN MARÍA DEL MONTE CARMELO, en cuya novena de preparación para su FIESTA SOLEMNE estamos incursos, ya en el noveno día.
Tanto una, como, la otra, comenzaron a izarse sobre sí mismas al mismo tiempo. Y, claro, he dado en pensar, teniendo en cuenta lo expuesto en el programa científico pasado por un canal de televisión, hace unas noches,  sobre la comunicación de mente a mente entre ciertos seres humanos: ¿Se habrán puesto de acuerdo "telepáticamente las PLANTAS DEL AGUA para florecer el mismo día y a la misma hora?".
La PLANTA DEL AGUA del corralón crece en una jardinera de las que traje desde mi bosquecillo de Madrid, donde crecen, sin impedimento alguno, dos moreras que allí habían plantado, al hacer sus deposiciones, portadoras de semillas, unos pájaros que se habían atracado con las moras de las moreras que crecían calle abajo. La jardinera, que ha venido a menos por un golpe inoportuno que la quebró en uno de sus extremos, se encuentra en el triste suelo a la sombra que proyecta, sobre ella, el tupido follaje de los nogales. Su gemela del claustro de la columnata, emerge de una jardinera que llegó a estos pagos conventuales, desde los jardines de nuestro convento de Onda (Castellón).
Es de todos conocido que estas plantas florecen con la llegada de las primeras aguas primaverales y suelen repetir, no siempre, durante el verano.
No florecieron en primavera, como me tenían acostumbrado, lo han hecho en pleno verano, a la sombra, para no quemarse al sol que se pone la Real Villa caudetana por montera en tiempos de verano.
Pues ¡qué bien! Han llegado para poner broche de oro a la NOVENA  EN HONOR DE LA VIRGEN MARÍA DEL MONTE CARMELO.

(Grupo escultórico perteneciente a la escuela de Gregorio Hernández, de la VIRGEN DEL CARMEN y San Simón  que se venera en la Iglesia del Carmen de Abajo de Salamanca, bajo cuyos auspicios se fueron formando teológicamente el párroco, P. Luis Torres Pérez, y un servidor).

Ayer, en el octavo día de la Novena sonaron las guitarras, cantaron las SIETE ALEGRÍAS DE LA VIRGEN Y amenizaron la liturgia eucarística Amparo Sivó y Miguel Ángel. El joven Francisco tenía otros asuntos apalabrados.

Recibe mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
15.7.2020. Miércoles. NOVENO DÍA DE LA NOVENA EN HONOR DE LA VIRGEN MARÍA DEL MONTE CARMELO.  (C. 959)

P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.