La Mayoría de Edad

ESTAMPA CAUDETANA.
LA MAYORÍA DE EDAD.

(Abre hoy, 31 de julio 2020, la imagen de la Virgen del Carmen a la que, tradicionalmente, le es dedicado el mes. En la Real Villa de Caudete no sonó el canto de la Alcachofa, ningún niño le cantó a la Virgen del Carmen en la plaza que lleva su nombre, tras haber recorrido las calles de la Villa por el recorrido de costumbre. Esa "cosa" a la que se le ha puesto el nombre de Covid 19, se llevó la celebración de la FIESTA, como un huracán arrastra todo lo que encuentra a su paso. Así se llevó la pandemia de la Real Villa de Caudete, las celebradas y acostumbradas fiestas populares en honor de la MADRE DE DIOS en su advocación más extendida por el mapa mundi de la Iglesia Católica, LA VIRGEN MARÍA DEL MONTE CARMELO)

Un día casi la pesco con las manos en la masa. Se trataba de una señora entradita en años, sin que fueran muchos, pero, sí, ya contaba bastantes. Tenía una debilidad, le gustaban a rabiar los cactus que yo tenía subiditos en la valla que coronaba la pared que guardaba la intimidad de mi bosquecillo en Madrid. Tenía una gran colección a todo lo largo de la valla por dentro de los barrotes pero al alcance de la mano de quien quisiera hacer un estropicio (una mano negra, en cierta ocasión, no se contentó con empujar un tiesto al suelo, no, empujó a cuatro) o de mano-garra de ave de presa. Este es el caso del que te voy a hablar.

Casi, casi, la pesco con las manos en la masa. Salía yo de casa cuando ella andaba, una vez más, sacando esquejes o retoños pero, al sentir la puerta, se apartó con rapidez. Yo, al verla un tanto asustada, la pregunté si la pasaba algo y por toda contestación me dijo:
-"Yo no he sido". ("Acusatio non petita, acusatio manifestat", dice el aforismo latino)
No sé si fue ella o  cualquier otro quidam, el caso es que una pieza muy hermosa de cierta especie de Echinopsis había desaparecido del tiesto donde lucía tipo en lo alto de la pared de mi bosquecillo y, en él, en el tiesto, quedó un retoñico.
Aquel retoñico se quedó solito en el tiesto viendo, con disgusto grande, cómo se llevaban a su madre y le dejaban solo, abandonadito. Las raicillas, que ya apuntaban, no tuvieron dificultad en hundirse en la tierra del tiesto haciendo posible su crecimiento.
Se vino conmigo cuando hube de trasladarme a la Real Villa de Caudete. Y de aquello ya hace tres años.
Aquí la saqué de su tiesto, de tan triste recuerdo, y la coloqué en medio de dos parientes lejanos, también jovencitos,  bulbosos, gordos y nada esbeltos, como lo es ella.

Y ahí, flanqueada por esas parientes ha venido a seguir los pasos de su madre, que fue vilmente secuestrada. Han pasado tres años desde aquel hecho denigrante y, ya con su mayoría de edad, se ha puesto casi, casi tan guapa como su madre y, como ella, ha FLORECIENDO.
Ahí la tienes. No ha encontrado lugar mejor para presentarse en sociedad con motivo de haber alcanzado su mayoría de edad, que el claustro de la columnata según el orden Barroco-Toscano del convento de San José (El Carmen) de la Villa caudetana.

Ella, la joven y esbelta Echinopsis que, con motivo de haber alcanzado su mayoría de edad, se presentó en sociedad en el día de ayer, te lleva hoy mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
31.7.2020. Viernes. (C. 975). Hoy se despide de nosotros, porque se va para no volver, el mes de julio 2020.

P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.