ESTAMPA CAUDETANA.
EL GEL HIDROALCOHÓLICO
Con el advenimiento de un tal Covid 19 procedente de la China profunda, llegó
una pandemia que ha puesto de rodillas a todo quisque al rededor del mundo. Y
para afrontar una defensa contra "el bichito", o lo que sea, se
recomendó a la población una esmerada limpieza de las manos exhaustiva y
constante con jabón y, también servirse de un gel con alcohol para disolver y
dar matarile al causante de tanto estropicio a todos los niveles sociales y
económicos y, sobre todos ellos, la muerte de tantísima gente.
- Pero ese producto higiénico por excelencia no solo limpia, sino que crea
algún problema indeseable, a todas luces, y no me refiero al trato abrasivo a
que somete a la piel de las manos, sino, sobre todo, a cuando se asocia
con ciertos amigos que se va encontrando en el desempeño de su cometido. Y, si
no, juzga tú mismo:
- EL GEL HIDROALCOHÓLICO ha formado sociedad con el mármol pulido y limpio,
como un jaspe, del presbiterio de la iglesia del Monasterio de las Madres
Carmelitas de Clausura de la Villa de Caudete y con las suelas de cuero de unos
zapatos almanseños...
-
Me lo decía la Madre Priora del monasterio del Sagrado Corazón de Jesús y de la
Virgen de Gracia de las Madres Carmelitas de clausura, Madre Josefina:
- Fíjate lo que le ocurrió al sacerdote el otro día cuando llegó el momento de
la comunión y, el buen hombre, iba a traerme el porta viático con las 7
formas para las monjas y, en el trayecto que media entre el altar y la verja
del coro bajo, pisó un charquito de gel "borracho", hidroalcoholizado,
existente en el mármol pulido y limpísimo del presbiterio y qué crees que pasó?
- Ni idea, le contesté. ¿Qué pasó?
- Pues que el buen hombre, portando en la mano derecha el porta viático y en la
mano izquierda el copón con el Santísimo para dar la comunión a los fieles
asistentes a la misa, al pisar el charquito de gel se les fueron los pies
para adelante de modo y manera que, según vi, se elevaron un montón, casi a la
altura de la cintura, dejando espacio más que suficiente para que ocurriera lo
que era de esperar, lo normal, darse un buen culetazo contra el brillante
suelo del presbiterio.
- Y, dime ¿qué es lo que aconteció? ¿Se pegó el culetazo o no se lo pegó?
- Pues, mira, no, no se lo pegó. Incomprensiblemente, no se lo pegó.
Mientras estaba el pobre en el aire, casi en decúbito supino, con las manos en
alto para salvar el copón y el porta viático, los asistentes prorrumpieron en
interjecciones varias y, yo, asustada, le pedí al Señor que no se pegara el
trompazo.
-Y ¿se lo pegó o no se lo pegó?, quise saber.
- No se lo pegó. No me explico cómo pudo volver a la vertical saltándose la ley
de la gravedad explicada por Isaac Newton el 5 de julio de 1684, porque,
además, el sacerdote, no era un chis garabís, pesaba lo suyo.
Quien sí se pegó el golpazo, me dijo la Madre Priora, fue el Señor. Ya ves.
Desde el copón salió volando una Forma, solo una, que fue a parar al suelo.
Todas las demás, que también estaban por encima del copón, volvieron a él
- No me digas ¿y solo salió del copón una de las Hostias Consagradas?
- Solo una. Y le pedí:
Dame esa forma a mí. ¡Dámela!
Y me la dio.
Cuando se tranquilizó el personal y yo volví en mí escuchaba decir al
sacerdote:
"Cuando hacen sociedad el gel hidroalcohólico, el mármol pulido y limpio
del presbiterio y unas suelas de cuero con vocación de patinadoras... acontece
lo que habéis visto".
Madre Josefina si todo se desarrolló como dices la cosa da que pensar, le dije:
- Las Formas Consagradas, por el aire, que vuelven al copón, el cura que, por
la ley de la gravedad, debió pegarse un costalazos de los que hacen historia y
que aterriza de pie sin que vuelvan a patinar las suelas de los zapatos
embadurnados de gel "borracho", y tu oración salida, como un suspiro
desde tus adentros, me dan que pensar. Puede que la gente no vea nada especial,
pero, la verdad, Madre Priora, yo creo que en ese hecho hubo algo más que una
simple actuación de un sacerdote equilibrista. Tú, ¿no?
Ella estaba demasiado contenta, a la par que preocupada, (¡qué cosas!), me
decía, por haber auxiliado al Señor Sacramentado dado que había indicado al
sacerdote , un tanto conmocionado, dónde había ido a caer la Forma Consagrada,
al tiempo que le decía:
"dámela a mí, dámela a mí".
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
1.8.2020. Sábado. Comenzamos el mes de agosto con la FIESTA DE SAN ALFONSO
MARÍA DE LIGORIO, un gran devoto de la Virgen María en su advocación del Monte
Carmelo.
(C. 976)
P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.
Muy buenos días, P. Alfonso, hoy el día de su Santo nos ha contado un comentario conmemoredor , todo por culpa de esta pandemia, que tenga un día muy especial en su Onomástica, muchas felicidades .
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