La Corona de Cristo

ESTAMPA CAUDETANA.
LA CORONA DE CRISTO.

No hice ningún viaje hasta Madagascar, está tan lejos..., y, por lo mismo, no me la pude traer de allí como souvenir. Fue ella la que vino hasta estas latitudes, no sé cómo, pronto hará 200 años. Yo solo tuve que llegarme hasta el campo de Doña Juli  y fue de allí desde donde se vino conmigo.
En la operación tuve que andar con cuidado porque la savia, de un blanco limpísimo, que dejaba fluir por la herida sufrida al desprender el esqueje de la planta madre, es venenosa. Por eso y, por las espinas con que se defiende, hay que andarse con mucho cuidado con ella.
Encontró acomodo en una de las jardineras que se asoman al claustro barroco (1630-1670) del convento de San José (El Carmen). En la jardinera va medrando poco a poco en compañía de la Stapelia y de un guindillero con los que comparte espacio.
Se la llama así CORONA DE CRISTO  o Espina de Cristo aunque su nombre de pila es EUPHORBIA MILII SPLENDENS.
El que se llame así no es debido a que con esa planta se confeccionara la corona con la que, al colocársela a Cristo  (Mt. 27,29) por la soldadesca Romana se mofaban de Él mientras le daban golpes con una caña en ella hundiéndole las aguzadas espinas hasta el hepitelio de los huesos de la cabeza produciéndole un dolor terrible y, según revelación a una vidente, hasta pincharle en el ojo derecho. A Él le trenzaron la corona con un espino blanco del lugar (la Euphorbia  no era conocida en el Israel de Jesús) que es durísimo con unas espinas que, de solo verlas, se le ponen a uno los pelos de punta.
Es una especie de cactus que crece en cualquier lugar por seco y áspero que sea porque no es muy amiga del agua dado que, si es abundante, la pudre. Le gusta la luz solar pero no que dé sobre ella directamente.
La razón de que hoy la emplee para saludarte se debe a la floración. La ESPINA DE CRISTO suele comenzar a florecer a partir de febrero hasta final del verano, aunque si se la coloca en un lugar propicio puede florecer durante todo el año. En el alféizar de la ventana del claustro alto del convento de San José mi CORONA DE ESPINAS comenzó su proceso de florecimiento en lo más crudo de la visita de la borrasca Filomena y ayer, mediado el día, me decidí a sorprenderla con la cámara del telefonillo para mostrártela sin esperar a que terminara de hacerlo. Cuando finalice el desarrollo y luzca esplendente su nuevo luc, aquel esqueje que me regaló Doña Juli un día que me invitó a su campo, ya te la volveré a mostrar.
Ésta es de un color amarillo que cautiva aunque he visto otras congéneres que se adornan con florecillas de color rojo y rosa.

La EUPHORBIA MILII SPLENDENS, en pleno proceso de floración en lo más crudo del invierno, te lleva mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
25.1.2021. Lunes. (C. 1.153)

P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.