Floreció el Cererzo de las Picotas.

ESTAMPA CAUDETANA.
FLORECIÓ EL CEREZO DE LAS PICOTAS.

Me había traído conmigo de mis bosquecillo madrileño un guapo cerezo verato, al decir verato, quiero decir que  procedía de La Vera, región muy cercana al mundialmente famoso Valle del Jerte, dónde un millón de cerezos se encuentran ahora mismo alfombrándole con sus flores. Me lo había regalado Pedro Béjar. Pedro Béjar es un hombre muy agradable y con una mano verde inigualable, nosotros probamos los frutos de sus árboles a los que cuida con esmero y, él mismo se encarga de reponer sus frutales injertando esquejes. Es padre de la señora que nos atendía en nuestra casa de Madrid. No podía dejarle allí, a su suerte, y se vino conmigo en una furgoneta junto a otras muchas plantas que, allí, en Madrid, constituían un remanso verde y florido en nuestra calle. Era famoso en todo el vecindario porque la gente que subía y bajaba por la acera, se detenía un ratito para contemplar mi bosquecillo. Ya te informé a su debido tiempo, de que le planté en un lugar del corralón del convento de San José (El Carmen) que yo pensaba que iba a ser el mejor de todos pero, con tristeza, ya te daba noticia en unos "Buenos días" de que, después de estar un año adaptándose al medio, desapareció, de la noche a la mañana, porque se secó de raíz.
Paco Molinero, que conoce el mundo de los árboles como si, éstos, fueran sus hijos, es podador profesional, me dijo que la  desaparición fulminante del cerezo se debió a una bacteria que había encontrado acomodo en la raíz del cerezo de La Vera.
Junto a él crecía otro cerezo, del tipo que se caracteriza por dar picotas. Un buen día apareció con él mi compañero Luis Torres para que el cerezo de La Vera tuviera cerca otro con el fin de que se favoreciera la polinización entre ambos. Es éste el que se ha vestido ayer de primavera y se ha dotado, así mismo, de unos florones que le engalanan y aventuran, así lo deseo, unos hermosos frutos que espero que los mirlos que anidan en los cipreses del corralón,  no se nos adelanten a cosecharlos y podamos probarlos.
Confío en que las abejas y otros insectos traigan sus patas bien cargadas del polen de algún cerezo de los alrededores como el hermoso ejemplar, que goza de muy buena salud, en el jardín de uno de los chalets del Paseo de la Virgen de GRACIA.

Recibe mi saludo. Mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
27.3.2021 Sábado.  (C. 1.213)

P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.