ESTAMPA CAUDETANA.
LA OREJA DE ELEFANTE.
Alguien que nos visitó, la llamó de esa manera. No obedece a que tengamos
en el claustro del convento de San José (El Carmen) a un paquidermo y
usando la figura literaria de la parte por el todo, le llamemos así. No, no
tenemos un elefante en el claustro barroco-toscano del convento de San José. Lo
que tenemos es una de tantas KALANCHOES CRASAS que, por el tamaño y forma de
sus hojas así la denominan coloquialmente, aunque son varias plantas de otras
familias conocidas con este nombre, como, por ejemplo, las colocasias.
Y ¿cuál crees que es la razón por la que hoy te la presento? Pues, ni más ni
menos, por las flores. Porque has de saber que estas plantas florecen, generalmente,
durante la primavera.
Ahí la tienes. En el alféizar de una de las ventanas del claustro alto,
desde donde contempla todo el claustro bajo y, a su vez, se luce, a sí
misma, a la vista de todo aquel que entra en el claustro y pasea por él.
Yo creo que muchos, muchísimos, municipios se han fijado en alguna flor como
ésta o de alguna de sus hermanas para encargar, a los especialistas en la
forja, farolas para, situadas en el centro de sus plazas, irradien su luz por
todas ellas. Por lo menos así lo pienso yo al ver la preciosidad de flor
múltiple en la que, cada una de ella, se asemeja a una guapa farolica. Son tan
luminosas y brillantes las flores, que no tienen necesidad alguna de aporte de
energía eléctrica para lucir y para hacer del medio, en este caso, el claustro
conventual, un lugar muy especial al que ilumina, con su propia luz, la
KALANCHOE a la que han llamado, los visitantes, OREJA DE ELEFANTE.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
16.3.2021 Martes. (C. 1. 203)
P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.
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