Día 4º de la Novena.

ESTAMPA CAUDETANA.

DÍA 4° DE LA NOVENA.

           (Imagen de la Virgen del Carmen que se venera en la catedral de Albacete).

Los fieles de la capital veneran esta imagen de nuestra Madre, la Virgen María del  Monte Carmelo, en una de las capillas laterales de la iglesia madre de todas las iglesias de la diócesis albaceteña. Según miras al altar te la encuentras en la nave de la derecha. Pero, como puedes apreciar en la fotografía que te adjunto al principio de mi escrito y que me ha remitido Tomasí. Tomasi es una de las componentes del grupo de la Tercera Orden del Carmen de la capital. Ésta posee, para sus encuentros de oración y Eucaristías, una capillica ubicada en la antigua plaza de Las Carretas, nombre que, así mismo, recibe el mercado aledaño. Yo mismo vengo reuniéndome con ellos una vez al mes para celebrar la Eucaristía, si bien, con la irrupción de la pandemia del Covid 19 y la incidencia que lleva consigo la normativa sanitaria establecida, nos hemos visto en la necesidad de suspender dicha celebración hasta tanto no dispongan otra cosa las autoridades competentes.

La Tercera Orden celebra todos los años, por todo lo alto, la novena en honor de la Virgen María del Monte Carmelo. Este año la están realizando, no en la capillita propia de ellos, sino en la misma catedral. Durante los actos cultuales de la novena y de la Solemnidad de la Virgen del Carmen, la imagen ha sido sacada de su capilla para situarla en un lugar de honor preparado en el presbiterio junto al altar mayor de la catedral. Todos los años cuentan con la presencia de un sacerdote carmelita que les predica la novena como preparación para la celebración festiva de la solemnidad de ELLA, de la Virgen del Carmelo. Este año les acompaña y predica el P. Matías Tejerina Espeso O.Carm., superior de la comunidad de Valencia.

Aquí, en la Real Villa de Caudete, prosigue la celebración litúrgica de la novena en su cuarto día.

- El orador sagrado, fiel a su proyecto, nos invitó a toda la concurrencia para que emprendiéramos, junto a la Sagrada Familia: Jesús, María y José, el viaje que, partiendo de Nazaret, subía hasta Jerusalén, más concretamente, hasta el templo para hacer ofrenda de su Hijo primogénito a Yahvé.

El Hijo de Dios, por razón de ser Tal, debería estar por encima de toda ley. Pero, no. Asume, se atiene a toda normativa existente en la sociedades civiles y religiosas de su tiempo y por esa razón debe emprender, solo con 40 días, el largo viaje hasta Jerusalén, porque ese es el tiempo establecido para la presentación de un niño primogénito en el templo y su rescate por medio de una ofrenda. Pero como la familia de Nazaret, al parecer, no disponía de suficiente haber para sufragar el sacrificio de un novillo o de un cordero, ofrecen lo que tiene estipulada la misma ley para aquellos gentes que son pobres de solemnidad, que solo tienen el aire y el día, un par de pichones. Y, de paso, coincidiendo con la presentación del Hijo de Dios en el Templo, la LLENA DE GRACIA, la pura entre las puras, también debió someterse, por imperio de la Ley, a la purificación porque, toda mujer, tras el parto, permanecía impura durante ese tiempo hasta tanto el sacerdote la purificaba.

Acto seguido el padre Joaquín nos ilustró, a todos los presentes, acerca del rito que debió cumplir Aquel Matrimonio con su Hijo Primogénito, de acuerdo con lo establecido por la Ley Mosaica para estos casos.

Se entretuvo el predicador explicando pormenorizadamente el hecho relatado por el evangelista Lucas (4,1 y ss.) leído en el evangelio del día,  “El encuentro de la Sagrada Familia con dos ancianos, uno, Simeón y la otra, la profetisa Ana, viuda desde muy jovencita. El predicador, muy seguro de lo que afirmaba, nos dijo que él, el bueno de Simeón, tenía, en aquel momento, la friolera de 91 años y la profetisa Ana unos pocos más. Glosó especialmente la intervención de estos dos personajes cuando el joven matrimonio atravesaba la explanada del templo con el niño Jesús para presentarlo en el templo tras haber salvado la friolera de 120 klms.

- Dios así lo tenía establecido y lo deducimos del canto pronunciado por el anciano Simeón en el que da a conocer que el Señor le había prometido que “no moriría antes de tener en sus brazos al Deseado de las Naciones, al Hijo de Dios hecho hombre”.

En un canto, hecho oración de acción de gracias a Dios, el anciano le dice  que “ya puede llevárselo de este mundo en paz” porque ya ha visto cumplida la promesa que le había sido hecha, vr con sus ojos y acunar en sus brazos a su Enviado.

Después habló, con crudeza, sobre lo que les acaecería al NIÑO Y A LA MADRE. Les habló de que la vida no les iba a ser miel sobre hojuelas, pues el sufrimiento para el Niño y para la Madre no se apartaría de ellos. A ELLA le dijo que “una espada le atravesaría el alma” y, al niño, que tenía en sus brazos, le aventuraba todo lo que tenía que sufrir por causa de su pueblo pues no faltarían quiénes le rechazarían y le harían daño.

Desde pequeñín, teniendo Simeón a Jesús en sus brazos, Simeón, les apercibía de que, la cruz, iba a estar presente en el decurso de sus vidas. Ambas profecías se cumplirían con el paso del tiempo.

No fue extraño que les llamara, poderosamente, la atención todo lo que se decía del Niño, según nos relata el evangelista San Lucas.

Recibe mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
11.7.2021 Domingo (C. 1.297)

Hoy es el 5° día de la Novena,  el ecuador.

P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.