sábado, 21 de agosto de 2021

La Tabaquera y los Tejaínos

ESTAMPA CAUDETANA.

LA TABAQUERA Y LOS TEJAÍNOS.
Ayer por la mañanita me entretenía contemplando el corralón del convento de San José desde la ventana del refectorio. Paseaba la mirada de un árbol a otro y un sentimiento de preocupación se estaba adueñando de mí. Los augures de los chicos del tiempo de la tele no se cumplían, en nada, en el ámbito del corralón. La bajada de la temperatura, de la que se habla constantemente, no va con ese espacio. La tarde anterior había llenado los alcorques de los árboles, los había regado y, aún con ello, las hojas de cada uno, lejos de levantarse hacia el cielo o simplemente guardar la horizontal por el árnica suministrada con la irrigación, se encontraban apuntando al suelo. Pensé: «parece como si estuvieran buscando el lugar donde posarse ante una caída inminente». El cerezo, el caqui, las higueras... Ayer por la mañanica todo estaba quieto, muy quieto, en el corralón del convento de San José.  Todo menos los TEJAÍNOS.
Mientras se calentaba la leche para el desayuno en el microondas, miraba por la ventana del refectorio y, al alcance de la mano, una tabaquera sube buscando encontrarse con el sol. Es el único de los especímenes vegetales al que no parece afectar el calorazo reinante ya desde la mañana. Yo diría que hasta le sienta muy bien porque se encuentra llenita de flores y llenita, a su vez, de yemas nuevas.
El P. Ángel que de todo sabe mucho, me tiene dicho que es venenosa y es, por eso, por lo que a las gallinas ni se les ocurre dar un picotazo a sus hojas, ni a las viejas, ni a las que salieron no hace mucho del cascarón.

En esas estaba cuando unos cuanto TEJAÍNOS (gorriones) se posaron en las ramas más altas, aquellas que están casi, casi, al alcance de mi mano y se pusieron a picotear, mejor, a succionar algún jugo que la planta segrega allí donde las yemas salen convirtiéndose en hojitas y, luego, en ramitas. Me llamó la atención porque lo que estaba viendo con mis ojos no cuadraba nada con lo que me decía el P. Ángel y con el respeto que le tienen las gallinas a semejante planta. Yo creo que más que veneno esta planta TABACUM más que por venenosa espanta a las gallinas por el fuerte olor a nicotina. Pero a los TEJAÍNOS, eso, ni les va ni les viene, succionan los jugos de la TABAQUERA como la gente de la Belle Époque inspiraba por nariz el polvillo de tabaco de donde deduzco que a los pajarillos les va eso de la nicotina.

También me admiró que no se espantaran de mí a pesar de tenerme tan cerca de ellos. Claro que yo tampoco hice ningún movimiento brusco para que echaran a volar, salvo el que me pusiera a trajinar con el telefonillo para captar el momento.

 Recibe mi saludo, mis

                ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!

21.8.2021. sábado.  (C. 1.345)

P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.

2 comentarios:

  1. Muy buenas noches, P. Alfonso , muy ameno lo que hoy nos trae en sus buenos días , yo le saludo ahora en la noche , durante todo el día salia la señal para poderlo hacer ahora se me ha ocurrido mirarlo y he visto que ya salia su comentario , por eso le deseo feliz descanso. Hasta mañana si Dios quiere.

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