ESTAMPA CAUDETANA.
27 LITROS
Nos lo dijo mi compañero el P. Ángel durante la comida de ayer: "Cayeron
27 LITROS anoche", (por antes de anoche).
Él es el que nos transmite los datos que recoge en su
pluviómetro colocado en el corralón del convento de San José (El Carmen).
Ya te decía en mis "Buenos días" de ayer que
durante la misa de la tarde cayó un chaparrón pero, al parecer, los nubarrones
enfrascados en una fuerte discusión en la que salieron chispas y mucho ruido,
siguieron en ello y, mientras se examinaban observándose atentamente, salvé mi
camino hasta casa sin que dejaran caer ni una sola gota pero, nada más cerrar
la puerta, comenzaron a armar ruido y aquello fue un diluvio. Diez minutos, no
más de un cuarto de hora y, en ese corto espacio de tiempo, 27 LITROS de agua
por metro cuadrado, dejaron caer las nubes mientras chocaban entre ellas
y, a resultas de los encontronazos, lanzaban chispas que cortaban la oscuridad
reinante con zigs-zags luminosos. En ese breve espacio de tiempo acertaron
a colocar toda esa cantidad de agua en cada metro cuadrado de la Real Villa de
Caudete y, por ende, del corralón del convento de San José.
Fue más que suficiente el agua caída para colarse en el garaje donde dejaron
depositado un montón de cieno.
"Todo mi gozo en un pozo". Había terminado yo de quitar el día
anterior los últimos restos de barro y cieno que dejó en el mismo lugar otra
borrasca y, mira por dónde, el agua de antes de anoche no tuvo dificultad
alguna en instalarse, con todo su aporte de suciedad, en el garaje impoluto del
convento de San José.
Contemplando ayer por la mañana el desaguisado, vino a mi
memoria la catequesis del Evangelio de San Mateo 12,43-45 donde nos trae la
palabra de Jesús dirigida a ancianos, sacerdotes, fariseos y a todos aquellos
que ponían, constantemente, dificultades al Maestro: “Cuando un demonio es
expulsado de un hombre… va y busca a otros siete espíritus peores que él y se
instalan en aquel hombre de modo que el final de aquel hombre vino a ser
peor que el principio… ”Aplicado al turbión de agua que cayó en pocos minutos
en el corralón del convento en la noche de antes de ayer…, llegó el agua en el
momento oportuno para hacer cisco todo el trabajo que había venido yo
realizando para dejar impoluto el garaje. ante mí aparecía el local igual
o peor que la primera vez. Ya lo ves en la fotografía del principio.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
27.9.2021. Lunes. (C. 1.382)
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.
Muy buenos días, P. Alfonso , bien venidos sean esos 27 litros de agua , lo malo del caso es fuera en tampoco tiempo , que es cuando hace más destrozas, buena comparación la que nos hace usted para recordarnos el evangelio de San Mateo . Que tenga buen comienzo de semana y terminación.
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