ESTAMPA CAUDETANA.
SIEMPRE ENCUENTRO UN CAPULLICO ABRIÉNDOSE PARA TRAÉRSELO AL SEÑOR.
Ayer, como en domingos anteriores, me tocó cerrar EL MANIFIESTO en la iglesia
del monasterio de las Monjas Carmelitas de Clausura procediendo a la bendición
con el Santísimo y reservándolo después.
Las dos horas de encuentro con el Señor Sacramentado, que es la tarea más
importante de todas las que realizan las monjas porque ÉL lo es TODO para
ellas. Él es del que se enamoraron y a ÉL solo dedicaron su vida.
A ellas, como le ocurrió la Virgen a la que tienen como HERMANA Y MADRE,
el Dueño de la mies, así llamaba Jesús al Padre (Mt. 9,38), las llamó por
medio del Espíritu Santo para una misión única. A la joven Nazaretana, María,
para ser la MADRE de su Hijo cuando, en la plenitud de los tiempos, puso en
marcha la Redención de sus criaturas más queridas, Redención que se llevó a
cabo con la entrega total del Hijo al Padre por sus hermanos los hombres y a
ellas, las llamó, también, para llevar a efecto la misma misión, consagrarse,
inmolarse, de por vida renunciando a un mundo con sus oropeles para ofrecerse,
a sí mismas, por sus hermanos los hombres. Y ese compromiso, sellado por el
amor que les infundió el Espíritu Santo, lo llevan adelante con la ayuda de ÉL,
del Esposo, al que se han consagrado por entero.
Ayer, como cada domingo, tuvieron un encuentro especial con ÉL, de cuatro a
seis de la tarde, presente en el Santísimo Sacramento de El Altar, en La
Eucaristía, y lo hacen abriendo las puertas de su iglesia para compartirlo con
las gentes que tienen a bien acercarse al monasterio para unirse a ellas en la
adoración al Santísimo.
Al terminar la bendición con el Santísimo me detuve un momentico para ver el
precioso capillico de rosa roja que se está abriendo, símbolo del amor, que la
monja sacristana coloca en el lateral del Sagrario y, mientras pensaba:
«Mira ¡Qué detalle! Ese capullico las representa a todas ellas ante ÉL cuando
andan en otros menesteres que, aun siendo de poca monta, son necesarios para el
desenvolvimiento de la vida de la Comunidad», oí a mis espaldas, la voz de la
Madre Priora, que desde el coro bajo decía:
«SIEMPRE ENCUENTRO UN CAPULLICO ABRIÉNDOSE PARA TRAÉRSELO AL SEÑOR».
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!
6.9.2021. Lunes. (C. 1361)
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.
Muy buenas tardes, P. Alfonso , ese capullico por pequeño que sea siempre es grande a los ojos de Jesús Sacramentado , porque con el amor que se ofrece lo hace GRANDE que es lo que las Hermanas Carmelitas tienen siempre presente . Que termine bien el día , correspondiente al día de la no entrada.
ResponderEliminar