viernes, 24 de diciembre de 2021

Capilla de los Mártires Agustinos.

ESTAMPA CAUDETANA.

CAPILLA DE LOS MÁRTIRES AGUSTINOS.

Ayer tuve que acercarme hasta Madrid para un asunto particular la hora del encuentro estaba fijada a las 12:30. El Ave me dejó en la estación de Atocha a las 11:05, 5 minutos antes de la hora programada para su llegada. Tenía tiempo por lo que, en lugar de servirme del autobús que me hubiera dejado en la misma puerta del lugar de la cita, decidí ir andando. La mayor parte del camino la hice por la acera que bordea ese gran parque que posee Madrid desde hace cuatro siglos y que fue construido formando parte de lo que se dio en llamar el Buen Retiro para recreo y esparcimiento de los Austrias que tenían su residencia pegada a él (Felipe IV. s. XVII) y allí, frente a este gran pulmón de la ciudad, que es el parque del Retiro, en la calle de Alcalá antes de tomar por Velázquez hacia mi destino se encuentra la parroquia de San Manuel y San Benito



a cargo de los Padres Agustinos de la misma orden de aquellos que aquí en la Real Villa de Caudete tuvieron un convento situado en lo que fuera el palacio que se mandó construir un obispo de Orihuela nacido en Madrid del que ya te he hablado en alguna otra ocasión. Aquel convento lo tenía la Orden Agustiniana destinado para enfermería y aquí mandaban a los religiosos enfermos que habían pasado gran parte de su vida en misiones. Un día de julio de 1936 fueron sacados de su convento por una partida de milicianos y trasladados al convento de San José, El Carmen, a la sazón habilitado como cárcel, del que fueron expulsados sus dueños, los Padres Carmelitas, 5 años antes. Fue en la mañana del 5 de agosto de 1936 cuando una partida de escopeteros de la región valenciana que se dirigían a Madrid consiguieron cargarlos en un camión y, a medio día, en el camino de Fuente de la Higuera los asesinaron sin otra razón que la de ser frailes.               

Aquellos hombres, fortalecidos por la gracia del Espíritu Santo, regaron con su sangre de mártires estas tierras. Sus restos mortales fueron enterrados en Fuente de la Higuera y con posterioridad trasladados al cementerio de la Real Villa de Caudete. Iniciado el proceso de santificación y sancionado, éste, por Roma, una vez examinadas las reliquias fueron trasladadas a Madrid, a una capilla abierta en el lado derecho de la parroquia de San Manuel y San Benito.

Caminando hacia mi destino tuve que pasar por la puerta de la parroquia y como disponía de tiempo suficiente entré para visitarlos en el lugar en que permanecen a la espera de la Resurrección introducidos todos ellos en sencillo arcón de mármol.

Debajo de una preciosa talla de la Virgen de La Piedad, esa que ves al principio de mis letricas. No podía por menos que pasar a saludarlos en aquél lugar de su reposo a aquellos que yo recuerdo, cada día en la Prez Eucarística.

 Me debía esta visita desde el momento en que me enteré que sus reliquias reposaban en aquel lugar ya que no encontré contestación a la súplica que dirigí, en mis “Buenos días” de un 5 de agosto, aniversario de su martirio, a los frailes que allí moran. Además me movía, principalmente, el deseo de que se tuviera noticia gráfica en Caudete del lugar donde reposan las reliquias de unos hombres que tanto bien hicieron por sus gentes de entonces en tiempo de grandes penurias, aquí en la Villa que fue para ellos el lugar desde el que se levantaron para acudir al encuentro con Dios Padre.

Recibe mi saludo, mis

         ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!! 

24.12.2021 Viernes. (C. 1.431) 

P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.       

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