ESTAMPA CAUDETANA.
LOS ROSCOS DE SAN BLAS.
Diríase que la pandemia está a gusto entre nosotros. Incluso podría decirse que
está jugando al escondite porque aparece y desaparece y vuelve a aparecer. Y ya
va seis veces haciéndolo y, mientras tanto, nos está complicando la vida un
montón. No nos deja desenvolvernos con normalidad e incluso ha echado por
tierra el esparcimiento y la celebración de las fiestas. Aquí, en esta Real
Villa de Caudete, por ejemplo, ha entrado a saco en los días en que en esta
Villa festejamos a San Blas, nuestro Copatrón trastocando casi todo. Por
ejemplo, el acto de encender la hoguera en la Puerta de la Villa delante del
azulejo donde se le representa junto a la Copatrona, la Virgen de Gracia, y la
posterior bendición del pan, de los rollos del Santo. La hoguera se fue al garete
con el virus y a la bendición de los rollos de pan la situaron los miembros de
la Cofradía en el ofertorio de la misa de ayer, como ocurriera, también, el año
pasado.
En mi opinión, ha ganado el rito en simbolismo. Unos niños acercaron al altar
dos cestas con roscos de pan con matalauva para ser bendecidos y un hermoso
ramo de rosas rojas que, además de simbolizar el amor lo hacen, en este caso,
en grado sumo porque simbolizan el martirio del Santo Patrón. El pan del Santo,
bendecido en el momento en que se bendice el pan que ha de convertirse en el
Cuerpo de Cristo
adquiere una significación grandiosa. Nuestro Copatrón San BLAS copia al
Maestro y se hace don a través de su pan bendecido para todos los vecinos de
esta Villa que así lo desearen.
En mi pueblo de Oropesa no tenemos una costumbre semejante, allí se subastaban
los banzos después de la procesión para introducir las imágenes de los Patronos
en la parroquia hasta que el Obispo Don Marcelo (Rip) lo prohibió. Pero eso no
quiere decir que este rito, convertido en linda costumbre aquí en Caudete,
fuera, para mí, algo nuevo
No, no ha sido la primera vez que me he encontrado con la
bendición del pan, de los roscos, coincidiendo con la fiesta del Patrón o
Patrona de un lugar. Ya voy camino de alcanzar los cincuenta años en que la
obediencia me dio billete para trasladarme a un nuevo destino, un destino
nuevo, por descubrir, para la institución religiosa de los PP. CARMELITAS de
Castilla. En el Capítulo habido en abril del año 1975, se aprobó llevar a cabo
una experiencia de pastoral rural, fuera de las ciudades que venían siendo los
lugares por donde nos movíamos, y la china, el llevar a cabo tal experiencia
pastoral me tocó a mí y también a otro compañero que me doblaba en edad y que,
hoy, ya descansa en las verdes praderas celestes. La autoridad decidió que la
experiencia debería llevarse a cabo en Cantabria porque en la populosa e
industrial ciudad de Torrelavega, a la que llaman coloquialmente “Portugal”, no
sé por qué razón, teníamos un convento y así podríamos mantener, por la
cercanía, relativa, lazos de comunicación y la posibilidad de que se nos echara
una mano en cualquier necesidad, como así ocurrió algunas veces. Con las
mismas el P. Superior fue a ver al Obispo de la diócesis y éste, más contento
que unas castañuelas ante tal ofrecimiento, nos asignó tres valles, dos
aledaños a los Picos de Europa, el valle del Nansa y el de Lamasón, y el
tercero, el de Peñarrubia, con pared puesta en los mismos Picos, cercano al
Naranjo de Bulnes y que, con toda seguridad, había sido horadado por una
corriente de agua que, muchos siglos después, dieron en llamar el río Deva y
que llevaba las aguas de esa parte oriental de Picos hasta el mar pasando por
Potes, La Hermida, Unquera, Panes, para verterlas en el mar Cantábrico, ya en
Asturias.
Y fue aquí, en este valle de Peñarrubia, donde tuve conocimiento, por primera
vez, de que en las fiestas del lugar existía la costumbre vieja, ancestral, de
la BENDICIÓN DEL RAMO que es una ofrenda floral con productos de la zona entre
los que es pieza fundamental el pan, los rollos, que eran subastados una vez
concluida la Eucaristía para allegar fondos con que ir tapando agujeros.
Cada 15 de Agosto tenía y tiene lugar esa romería en la que se dan cita los
habitantes de Peñarrubia para festejar a su Patrona. NTRA SEÑORA DEL VALLE,
cuya imagen fue tallada en medio tronco de castaño, árbol con mucho asiento en
la zona y que muchas ollas llenaba con sus frutos secados sobre entramado de
mimbres dispuestos bajo la teja vana de las cocinas, como las tenía Luisa (Rip)
en su casa del barrio de La Colina, en el «puebluco» de Roza, (las castañas
pilongas), la imagen representa a LA VIRGEN DE LA LECHE que sería
esculpida por alguno de los habilidosos pastores que vivieron a finales de la
Alta Edad Media y que, sin duda alguna, cuidaría sus ganados en aquellos
«cuestus» «pindios». Es coetánea e idéntica a la de Santa María del pueblecito
de Lebeña, del que recibe el nombre, en el vecino valle de Liébana.
Cuando llegué a aquellas zonas privilegiadas (8.12.1975), la imagen estaba muy
deteriorada. El paso del tiempo fue trabajando encima de la imagen que
cincelara aquel ignoto escultor y la fue poniendo feucha.
Tras dar a conocer en el Obispado el estado de deterioro de la imagen y mi deseo de restaurarla, se me concedió permiso para llevar a cabo el proyecto y se me indicó el lugar a dónde debería llevarla. Me las agencié para buscar ayuda fuera del valle, pues los costos suponían la mitad de un año de mi sueldo. La puse en las manos de las monjas de un convento que se dedicaban a la restauración de obras de arte en la villa de hijosdalgos de Santillana del Mar, población que lo único que tiene llano es el claustro de su famosísima colegiata de Santa Juliana, una de tantas joyas maravillosas del románico que salpican toda la geografía cántabra.
(Foto tomada de internet)
- La imagen restaurada,
- las monjas restauradoras se tomaron su tiempo, más de
medio año -, presidió la liturgia festiva en honor de la Patrona de aquel año
de 1978 en el único «prao» llano que hay en Navedo, lugar donde se asienta la
ermita de la Patrona.
Un mes antes de la fiesta y romería popular en honor a la Patrona del Valle,
tenía lugar otra romería semejante en uno de sus núcleos de población, en
CICERA,
en honor de la Virgen del Carmen, hacían lo propio. Tras
procesionar con la imagen de la Virgen precedida por el RAMO, bendecido en el
ofertorio de la misa, en torno a la iglesia, se encaminaban los asistentes en
comitiva por camino «pindio» empedrado hasta la plaza del pueblo donde se lleva
a efecto la pública subasta de los rollos, hermosos quesos picón confeccionados
y madurados en las cuevas del pueblo más alto del Valle, en Tresviso, y otros
productos de la tierra.
Fotos del RAMO DE CICERA. 10 y 11
canto del RAMO
.Estrofa 1
.Estrofa 2
(Dos estrofas del canto del Ramo que nos canta Pepita
Dominica González Salceda que entonces fuera animadora y mantenedora de tan
ancestral costumbre y que, al día de hoy, sigue haciéndolo a las mil
maravillas, con esa voz modulada y clara de las gentes de aquellos valles).
Ayer se bendijeron los rollos del pan del Patrón San Blas y
hoy estarán a la venta en los hornos de Any y de Albertos. Como es de esperar,
y como acontece cada año, seguro que no quedará ninguno de muestra.
¡Buen provecho!
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
6.2.2022 Domingo (C. 1.446)
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.
Muy buenos días , P. Alfonso, con la bendición de los royos en el día de ayer , le han venido al recuerdo como aunque con mucha distancia , usted también bendecía allí los royos y el ramo de flores , y nos ha dado a conocer costumbres similares . Bonita la imagen de la Virgen dando el pecho al Niño. Que termine bien el domingo.
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