ESTAMPA CAUDETANA.
Ayer domingo, octava del día de la Pascua, tuvo lugar la
procesión de EL COMULGAR.
Alguien me dijo una vez que ciertas costumbres que emergen
de cuando en cuando en el discurrir de la Real Villa de Caudete vienen de
aquellos tiempos en que la el predio donde se encuentra ubicada la Villa miraba
al Mediterráneo dada su pertenencia a la región de levantina y no es de
extrañar, porque cinco siglos son muchos siglos de pertenencia en los que lo de
aquellos lugares han influido grandemente en estas tierras de la Baja Mancha y
muchas de sus costumbres han hundido profundamente sus raíces tan lejos del
mar.
Y, como acontece con harta frecuencia, los políticos de cada
momento suelen hacer de las suyas. Así, allá, en 1714, se entabló una guerra
entre unos y otros para dirimir quién era el dueño o no de estas tierras, y, en
la celebérrima Batalla de Almansa, acontecida en los albores del siglo XVIII,
recreada con todo lujo de detalles en un museo de la villa almanseña, todo el
ámbito de esta Real Villa Caudetana le fue desgajada a la región levantina
pasando a pertenecer a los dominios del rey de Castilla, y, así, engrosar la
región de La Mancha.
Desde entonces, la tupida cortina instalada la política
impidió a los caudetanos ver, en lontananza, el mar. Pero lo que no pudo
conseguir, en modo alguno, fue arrancar las raíces de costumbres y modos de
vivir de acuerdo con las tradiciones de toda índole, festivo religioso, lúdico,
entre las que cabe reseñar la de EL COMULGAR el domingo de la octava de Pascua
que, según mi informante, Paco Cantos Albertos, conocido como el Molinero, que
fuera en sus tiempos ñacos, monaguillo portador de una de las esquilas que iban
llamando la atención, con su alegre tañido, de las gentes de las calles por
dónde iba pasando. Esta procesión de
EL COMULGAR tenía lugar, como te vengo diciendo, el
día de la Octava de Pascua, ayer segundo domingo de Pascua, tiempo en el
que la Iglesia celebra el triunfo de Jesús sobre la muerte, pues eso mismo
significa la palabra Pascua “paso de la muerte a la vida”.
Me dice Paco que una vez finalizada la misa del alba el
sacerdote revestido con estola, capa y paño humeral, bajo un paraguas blanco,
en sus tiempos de monaguillo lo portaba, cada año, Pascual Pérez el padre de Francisco Pérez García,
conocido como “Kiko Miserias”. Esta manifestación religiosa de la salida del
Santísimo desde la Parroquia de Santa Catalina no tenía otro fin que la
de ser llevado a los enfermos, a sus respectivas casas. Además del paraguas
blanco con el que se cubría al Santísimo era acompañado por dos miembros de la
Cofradía de la Sacramental que era la que corría con la organización, portando
sendos faroles que, en los tiempos de mi informante, el monaguillo Paco Cantos
Albertos, uno era Francisco Díaz, conocido como “Corazón”, y el otro solía ser
Puche u otro de los miembros de la cofradía de la propia Cofradía. Los
monaguillos daban escolta al Santísimo. Dos de los mayores portaban
campanillas; una era de tonos agudos y la otra, por el contrario lo era de
tonos graves. Iban tocando la campanilla durante todo el tiempo que duraba EL
COMULGAR. Al llegar al portal de la casa de un enfermo se interrumpía el
repiqueteo salvo cuando la procesión llegaba al portal de un enfermo pues, al
entrar el Santísimo en la vivienda, el monaguillo que portaba la campanilla de
tonos agudos daba tres toques.
El sacristán, en aquellos tiempos Francisco Bañón, llevaba
siempre el incensario y uno de los monaguillos portaba la naveta del Incienso.
Esta procesión de EL COMULGAR salía de la iglesia parroquial de Santa Catalina
y tiraba por la calle del Deán Martínez para recorrer seguidamente el centro de
la Villa y la parte alta, la zona de el Moto y vuelta a Santa Catalina.
Desde hace unos años, no se me apunta cuántos, esta
procesión de EL COMULGAR, ya no sale de la parroquia de Santa Catalina, sino
que lo hace desde el monasterio de las Madres Carmelitas de Clausura al
finalizar la Eucaristía de las nueve horas. Este año, por coincidir con el
funeral de córpore insepulto de Manuel “el de los pollos”, PORTÓ EL COPÓN CON
EL Santísimo, José, el diácono permanente existente en esta Villa, portó el
copón con el Santísimo y dio la comunión a los enfermos que así lo desearon.
En la actualidad, está procesión de EL COMULGAR, en el
domingo de la Octava de Pascua se ha perdido en muchísimos lugares de la región
valenciana aunque no en todos de aquellos que pertenecen a la diócesis de
Orihuela – Alicante.
Recibe mis saludos, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
25.4.2022. Lunes. (C. 1.497)
PD. Hoy día brillan por su ausencia los monaguillos y las
campanillas no cantan durante la procesión Un farol sí que acompaña, cuándo
portado por una cofrade, cuándo por otra. Juan Doménech, el sacristán, no lleva
el incensario, tenía funeral al que atender, tampoco lo hizo un
monaguillo que llevara la naveta, su cometido lo lleva a efecto Paco, conocido
como “el Bajoca”. Tampoco falta el paraguas blanco, como puedes ver en las
fotografías, que he tomado de las que ha subido la Junta de Cofradías a los Mass
Media o Redes Sociales.
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.
Muy buenas tardes. P. Alfonso, le saludo desde la Toconera. Sí , ayer fue la procesión , que desde las monjas de clausura salió el Santísimo , para dar la comunión a los enfermos de la parroquia de Santa Catalina se le dió a 9 enfermos , también subimos a la calle El Moto .y hoy la de la parroquia de San Francisco , llamada la procesión de San Vicente . También todo nos viene de la comunidad valenciana. Que tiene bien el día.
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