El Ensayo.

ESTAMPA CAUDETANA.

EL ENSAYO.

En esta Real Villa de Caudete es proverbial la gran afición que las gentes del lugar tienen por la música ya desde pequeñicos.

Te he hablado en otras ocasiones acerca de que existen tres bandas o asociaciones musicales y también otras especializadas en alguno de los instrumentos como la Asociación de cuerda y la más ruidosa que es la Asociación de tambores.

Todas las tardes, comenzaron el pasado día 4 tras la finalización de la Eucaristía en la parroquia de San Francisco, cuando el reloj de la torre de la iglesia está a punto de proclamar a los cuatro vientos, las 19 horas y ya se encuentra un alegre grupico de chavalines, o como dicen por aquí, de ñacos han acudido a la cita y se encuentran a la puerta de la parroquia con sus ruidosos tambores a la espera de que les cedamos el testigo para comenzar ellos el ENSAYO pues, al parecer, disponen de una estancia en la casa que fuera del párroco antes de que el Sr. Obispo dejara la pastoral de las dos parroquias de la Villa en manos de los frailes carmelitas del convento de San José (El Carmen) casa que, en la actualidad, se encuentra  en ruina total, pero, a pesar de ello, les han acomodado un espacio donde guardan sus instrumentos musicales, que no son otros que los tambores.

 Cuidan estos ñacos las formas y, cual si estuvieran siguiendo a uno de los pasos en la Semana Santa, llevan a cabo su ENSAYO en perfecta formación. La calle de San Francisco que es en la que se encuentra ubicada la parroquia homónima, no tiene casi nada de tráfico y, en ella, ocupan una parte para llevar a cabo su ENSAYO.

Se les veía poner un empeño fuera de lo normal, diríase que no quieren pifiarla cuando tengan que desfilar delante o detrás de uno de los pasos y, claro, no quieren llegar a los días grandes y solemnes de la Semana Santa en los que el orbe católico celebra con fastuosidad los misterios en los que se apoya nuestra fe y que no son otros  que aquellos que llevó a efecto Jesucristo, nuestro Señor, el Hijo de Dios, que tomó nuestra capa humana y que, llegado el momento final de su experiencia, de su estar con nosotros, acompañándonos,  sometido a la exigencia del tiempo, hizo de sí mismo ofrenda de salvación para con todos nosotros, dando pleno cumplimiento a la voluntad salvífica de Dios Padre. Para llevar a efecto, por lo tanto, la redención del ser humano en su totalidad.

 Los componentes de la banda de tambores son niños pequeños, algunos  adolescentes. Solo he visto una persona mayor que creo será, de algún modo, el director de la Banda de Tambores, aunque visto por detrás no se diferencia en nada de aquellos con los que lleva a la práctica, como una exigencia de primera, los ENSAYOS con el fin de acompañar alguno de los pasos que han de procesionar este año por las calles de la Real Villa de Caudete.

Tanto ánimo tienen y tanto empeño ponen que, el otro día, el día cuatro, cuando más frío hacía, cuando sobre ellos y nosotros caían unas gotas de agua helada mezcladas con nieve, arriba en Santa Bárbara se veía nevar, le oí decir a uno de los muchachos  que ocupaba el centro de la formación,

“nos vamos o nos quedamos”,

a lo que una chavala, que estaba situada en primera fila, dijo:

“que aunque nieve a mansalva nosotros no nos movemos de aquí, nosotros ensayamos.

Y allí quedaron en perfecta formación, mientras los que habíamos asistido a la Eucaristía ese día, “pusimos los pies en polvorosa” temiendo que arreciara la lluvia. El ruido sacado a los tambores por el grupo de niños nos acompañaba, cada día, durante un largo trecho.

 Recibe mi saludo, mis

          ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!

8.4.2022.  Viernes. (C. 1.487)

P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.