ESTAMPA CAUDETANA.
SANGRE FRÍA.
El título que pongo a estas letricas nada tiene que ver con la temperatura
ambiental que esta borrasca que ha venido azotando a España, también, en menor
medida, a nuestra Real Villa de Caudete, ha dejado por los suelos la
temperatura y, por lo tanto, podría entenderse que ese frío ambiental es el que
ha quitado grados a la sangre de la gente del lugar. De ahí el título de
"SANGRE FRÍA". No, no me estoy refiriendo a ese frío, ni mucho menos,
me refiero, concretamente, a la SANGRE FRÍA que tiene el amigo de lo ajeno
cuando, impunemente, se introduce en las viviendas de las gentes y, aún estando
presentes los convivientes, cual si fuera un fantasma, obra aviesamente movido
por el afán de apropiarse de lo ajeno. Anoche se introdujo en el convento de
San José, el Carmen, un quidam que, al amparo de la noche, se paseó, como
"alma en pena", por todas las estancias como si estuviera haciendo un
inventario, cosa que pongo en duda porque no nos dejó copia de su trabajo.
Claro que si ese hubiera sido su cometido, la verdad, no habría sido muy
farragoso porque es sabido que este convento con una existencia de más de
cuatro siglos ha sufrido "rapiñas" que ya empezaron hace un par de
cientos de años con la expropiación llevada a cabo por Mendizabal a la que siguió
la expulsión de sus moradores en 1931 dejando al convento abierto a «todos los
vientos...» que desnudaron de tanta cultura como la que fue almacenándose
en el correr de los años desde que los Carmelitas nos establecimos en esta
Villa, en la segunda mitad del siglo XVI.
Abrió la puerta donde dormía un fraile que andaba de vigilia en la oscuridad
total de la habitación y, al percibir el, casi imperceptible, ruidico de la
puerta, dijo al intruso:
«¡Adelante!¡Pasa!»
No pasó.
En otra habitación tuvo éxito. El fraile dormía plácidamente. Y aquí viene lo
de «la SANGRE FRIA», se introdujo en la habitación y, mientras el fraile dejaba
sentir sus inspiraciones y expiraciones profundas, el «huesped indeseado», con
toda tranquilidad, e impunemente, procedió a una revisión sistemática de los
cajones de la mesa.
El durmiente se despertó solo cuando el frío se le metía dentro de las mantas
debido a que, al no cerrar la puerta que da al claustro alto, siempre frío como
el hielo, para evitar el ruido y no verse sorprendido en el ejercicio de su
felonía, la dejó abierta de par en par.
Creemos que no llevó a buen fin el proyecto alevoso que trajo amparado por la
nocturnidad.
No hemos notado mayores destrozos ni ausencias de lo poco con lo que cuenta
este cenobio. Presumiblemente vino a hacerse cargo de la colecta de cáritas
realizada el domingo pasado, como se suele llevar a efecto cada primer domingo
de mes.
No lo consiguió porque lo obtenido en las dos misas celebradas en El Carmen ya
había sido entregado a una agente de pastoral de Cáritas para que adquiriera
leche para los niños necesitados de la Villa y la de las parroquias, por
suerte, no dio con ella.
No obstante, si que se llevó algo, aquello de lo que dispone cada fraile para
sus gastos particulares, y eso lo consiguió en la habitación del fraile a la
que entró sigilosamente, unos cien euros, su peculio del mes.
El amigo de lo ajeno, conocido con esa palabra rotunda de
"ladrón" no se nos invitó para comer, al parecer no tenía hambre. En
su registro se toparía con algo de comida en la nevera, como las sobras del
medio día, unas lentejicas, y en la despensa unas latas de sardinas en
conserva y botes de verdura.
Sí, el visitante amparado bajo la capa oscura de la noche, no obtuvo mucho
éxito en el desarrollo de su plan perfectamente diseñado. Eso sí, tuvo «MUCHA
SANGRE FRÍA».
Ya somos unos más de todos aquellos que vienen sufriendo, en los últimos
tiempos aquí en la Villa, visitas de quidams, amigos de lo ajeno, no deseados.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
6.4.2022. Miércoles. (C. 1.486)
PD. Hoy no acompaño foto que ilustre mis Buenos días porque como el ladrón no
se me puso a tiro...
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.
Muy buenas tardes, P. Alfonso, la verdad que sí es tener la sangre muy pero que muy fría , el atreverse a entrar en las habitaciones de ustedes , mega dejado sin palabras, y la ¿Salida que fue por la puerta grande como se suele decir.? Nada que no estamos tranquilos ni en nuestra casa. Que se relajen del susto y termine bien el día.
ResponderEliminar( me ha dejado).
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