miércoles, 6 de abril de 2022

Sangre Fría.

ESTAMPA CAUDETANA.

SANGRE FRÍA.

El título que pongo a estas letricas nada tiene que ver con la temperatura ambiental que esta borrasca que ha venido azotando a España, también, en menor medida, a nuestra Real Villa de Caudete, ha dejado por los suelos la temperatura y, por lo tanto, podría entenderse que ese frío ambiental es el que ha quitado grados a la sangre de la gente del lugar. De ahí el título de "SANGRE FRÍA". No, no me estoy refiriendo a ese frío, ni mucho menos, me refiero, concretamente, a la SANGRE FRÍA que tiene el amigo de lo ajeno cuando, impunemente, se introduce en las viviendas de las gentes y, aún estando presentes los convivientes, cual si fuera un fantasma, obra aviesamente movido por el afán de apropiarse de lo ajeno. Anoche se introdujo en el convento de San José, el Carmen, un quidam que, al amparo de la noche, se paseó, como "alma en pena", por todas las estancias como si estuviera haciendo un inventario, cosa que pongo en duda porque no nos dejó copia de su trabajo. Claro que si ese hubiera sido su cometido, la verdad, no habría sido muy farragoso porque es sabido que este convento con una existencia de más de cuatro siglos ha sufrido "rapiñas" que ya empezaron hace un par de cientos de años con la expropiación llevada a cabo por Mendizabal a la que siguió  la expulsión de sus moradores en 1931 dejando al convento abierto a «todos los vientos...» que desnudaron de tanta cultura como  la que fue almacenándose en el correr de los años desde que los Carmelitas nos establecimos en esta Villa, en la segunda mitad del siglo XVI.
Abrió la puerta donde dormía un fraile que andaba de vigilia en la oscuridad total de la habitación y, al percibir el, casi imperceptible, ruidico de la puerta, dijo al intruso:
«¡Adelante!¡Pasa!»
No pasó.
En otra habitación tuvo éxito. El fraile dormía plácidamente. Y aquí viene lo de «la SANGRE FRIA», se introdujo en la habitación y, mientras el fraile dejaba sentir sus inspiraciones y expiraciones profundas, el «huesped indeseado», con toda tranquilidad, e impunemente, procedió a una revisión sistemática de los cajones de la mesa.
El durmiente se despertó solo cuando el frío se le metía dentro de las mantas debido a que, al no cerrar la puerta que da al claustro alto, siempre frío como el hielo, para evitar el ruido y no verse sorprendido en el ejercicio de su felonía, la dejó abierta de par en par.
Creemos que no llevó a buen fin el proyecto alevoso que trajo amparado por la nocturnidad.
No hemos notado mayores destrozos ni ausencias de lo poco con lo que cuenta este cenobio. Presumiblemente vino a hacerse cargo de la colecta de cáritas realizada el domingo pasado, como se suele llevar a efecto cada primer domingo de mes.
No lo consiguió porque lo obtenido en las dos misas celebradas en El Carmen ya había sido entregado a una agente de pastoral de Cáritas para que adquiriera leche para los niños necesitados de la Villa y la de las parroquias, por suerte, no dio con ella.
No obstante, si que se llevó algo, aquello de lo que dispone cada fraile para sus gastos particulares, y eso lo consiguió en la habitación del fraile a la que entró sigilosamente, unos cien euros, su peculio del mes.
El amigo de lo ajeno, conocido con esa palabra rotunda  de "ladrón" no se nos invitó para comer, al parecer no tenía hambre. En su registro se toparía con algo de comida en la nevera, como las sobras del medio día,  unas lentejicas, y en la despensa unas latas de sardinas en conserva y botes de verdura.
Sí, el visitante amparado bajo la capa oscura de la noche, no obtuvo mucho éxito en el desarrollo de su plan perfectamente diseñado. Eso sí, tuvo «MUCHA SANGRE FRÍA».
Ya somos unos más de todos aquellos que vienen sufriendo, en los últimos tiempos aquí en la Villa, visitas de quidams, amigos de lo ajeno, no deseados.
Recibe mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
6.4.2022. Miércoles. (C. 1.486)
PD. Hoy no acompaño foto que ilustre mis Buenos días porque como el ladrón no se me puso a tiro...

P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.

2 comentarios:

  1. Muy buenas tardes, P. Alfonso, la verdad que sí es tener la sangre muy pero que muy fría , el atreverse a entrar en las habitaciones de ustedes , mega dejado sin palabras, y la ¿Salida que fue por la puerta grande como se suele decir.? Nada que no estamos tranquilos ni en nuestra casa. Que se relajen del susto y termine bien el día.

    ResponderEliminar