jueves, 12 de mayo de 2022

Las Flores de los Lilos de San Francisco.

ESTAMPA CAUDETANA.

LAS FLORES DE LOS LILOS DE SAN FRANCISCO.

La parroquia de San Francisco, con asiento en esta Real Villa de Caudete, tiene un jardincico delante de cada una de las casas que, en su tiempo, estuvieron dedicadas a viviendas del párroco y del sacristán y que,  al ser adjudicada la parroquia de San Francisco a los frailes Carmelitas del convento de San José el año 1972, no se vienen utilizando desde entonces, salvo para emplearlas, a una de ellas, la del sacristán para dar catequesis a los niños,  y, la otra, la que ocupara el párroco y que, ahora mismo, con el tejado arrumbado, amenazando ruina, se ha venido utilizando por los miembros de la Cofradía del "Cristo de la Juventud" para guardar los elementos que  emplean en las procesiones en Semana Santa.

Pues bien, me voy a servir hoy del jardincico que crece delante de la que fuera casa del sacristán porque que, a causa del agua caída este tiempo de atrás, el jardín parece un bosquecillo aunque, entre esa confusión de plantas que surgen alegres y contentas lo hacen también 2 lilos, uno pegadito a la puerta y el otro, por el contrario, situado junto a la verja que separa la propiedad de la calle pública. Sí en él crecen dos lilos que, al día de hoy, están plagaditos  de guapos y hermosos florones, racimos, con infinidad de florecicas del color lila, que da nombre al árbol. 

Cuando hace calma chicha es una gozada porque el perfume que producen esos miles y miles de florecicas agrupadas en grande racimos invaden todo el entorno llenándolo de suave fragancia y, a muchos metros antes de llegar a la cancela de la parroquia, nuestras papilas olfativas detectan el olor tan estupendo y agradable que emanan y que le sumerge a uno en un estado de fruición difícil de imaginar. Y, a quienes no han tenido al alcance la maravillosa experiencia de inhalar semejante perfume que han tratado de copiar en el laboratorio con un resultado que dista muchísimo de parecerse a la fragancia de la que disfruta el vecindario y de quienes se acercan a la parroquia o a sus inmediaciones, que haga el favor de darse un paseíco para disfrutar a lo grande.

Cierra un momento los ojos y dale rienda suelta a tus recuerdos, y si no los tienes, libera tu imaginación y disfruta.

Y es que ¡Cómo es el Buen Dios! Bien puede decirse de la flor del lilo lo mismo que Jesús dijo del lirio del campo “... ¿Por qué os afanáis? Mirad los lirios del campo, no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aún Salomón  con toda su gloria se vistió como uno de ellos Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa al horno, Dios la viste así, ¿no os hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?” (Mt. 6, 28-30)

Siempre queriendo hacernos bien. Siempre procurando que no nos falte de nada. Siempre poniendo a nuestro alcance, para nuestro disfrute algo tan maravillosos como son las olorosas flores de los árboles lilos, unas plantas que, llenitas de flores, nos hacen la vida agradabilísima, como les acontece a quienes van a la parroquia de San Francisco, el de las florecillas, el de Asís o a quienes viven o transitan por la calle al Santo dedicada y por Santa Inés.

Recibe hoy mi saludo inmerso en la fragancia inigualable de los tilos del jardincico de la parroquia de San Francisco, mis

    ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!                               

12.5.2022. Jueves. (C. 1.511) 

P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.

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