jueves, 13 de octubre de 2022

Apuntando maneras.

ESTAMPA CAUDETANA.

APUNTANDO MANERAS.

Una de las estampas más entrañables de la procesión celebrada el domingo pasado con la imagen de San Francisco por las calles de su ámbito fue la de FRANCISQUICO.

No me resistí y, pasando por encima de las circunstancias que concurrían en el caso, la procesión con la imagen del Santo, saqué del bolsillo mi telefonico e impresioné el momento. Delante de mí, a mi izquierda, caminaba, al lado del porteador (costalero) de ese banzo de las andas, FRANCISQUICO. Iba firme, seguro, iba portando la muleta con la que se sujeta las andas en aquellos momentos en que el director del paso marcaba paradas para, atento, colocar debajo del banzo la muleta con el fin de que el porteador descansara un ratico, cosa que hacían al mismo tiempo los otros tres ayudantes, con los otros tres porteadores. Y, cuando el director marcaba con su tablilla el momento de reemprender la marcha, allí estaba FRANCISQUICO haciéndose cargo de la muleta y, con paso firme, el que marcaban los de la banda de tambores y tamboriles que abrían la procesión, él, llevaba firmemente agarrada, y verticalmente, dando golpecitos con ella en el alquitrán de la calle. Daba gusto verle. Con qué firmeza, con qué seguridad, con qué bien hacer, el ñaco FRANCISQUICO llevaba a cabo su cometido de llevar la muleta para el descanso del porteador.

Ya te digo, que diría mi amigo Pedro García de la Rosa, para mí la imagen de FRANCISQUICO fue uno de los elementos más entrañables, sino el que más, de la procesión habida el domingo pasado en un barrio, en el barrio de San Francisco de esta Real Villa de Caudete.

Concluida la procesión y cuando su padre se acercó para llevárselo,  mientras los porteadores y el presidente de la Asociación de Cofradías y Pasos de la Villa, José Antonio Sánchez, “Milán”, bajaban la imagen del santo de sus andas y la situaban en su lugar de siempre en el presbiterio de la iglesia, me dirigí al niño  le pregunté:

-         ¿Cómo te llamas?

-          Francisco, me dijo muy dueño de sí desde su sencillez grandiosa.

-          ¿Cuántos años tienes?, volví a preguntarle y él me contestó

-         Cinco, señor cura. Y, mirándome con afecto me dijo ¡Gracias!

-         A ti, le dije, por el trabajo desinteresado desempeñado ayudando al buen desarrollo de la procesión. Te esperamos el año que viene

-         Y, el niño, sin decir nada, pero con una elocuencia grandiosa me hacía partícipe, a las claras, de la alegría que inundaba todo su ser por haber colaborado en un acto tan importante para con su Tocayo San Francisco, alegría compartida por su joven padre.

Con su adiós final, ya había emprendido el camino hacia la puerta de salida de la iglesia cogido de la mano de su padre, quise interpretar que me estaba diciendo: ”El año que viene, vuelvo para llevar la muleta a uno de los porteadores”.

En este momento no porta FRANCISQUICO la muleta del banzo del lado izquierdo de atrás de las andas, pero sí te lleva su foto, mi saludo, mis

-          

     ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!

13.10.2022. Jueves. (C. 1.584)

P. Alfonso Herrera. Carmelita

2 comentarios:

  1. Da gusto observar la proyección de futuro de ese ñaco....Más que cinco años....Parece ya de ocho por lo menos. ..

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