ESTAMPA CAUDETANA.
EL CONTRASTE.
Fue, según el decir de las gentes que pasaron por el
convento, una exposición preciosa, muy bonita. Todo el mundo se hacía lenguas
de ella incluso, algunos, aventuraban opiniones en las que se daba a conocer
las preferencias sobre las aportaciones de otros colegas de otros países que
colgaban en distintos lugares de la Real Villa de Caudete. Todo el protagonismo
se lo han llevado esas magníficas obras que han sido el contrapunto a las
hieráticas piedras conventuales.
Pero nadie ha caído en la cuenta, y ha sido un fallo grande,
de que, si importantes han sido las obras expuestas, más importante que ellas,
me atrevería a decir, ha sido la figura de GEMMA (con dos emes, me recalcaba
ella). GEMMA PIQUERAS es una mujer joven, india de Caudete, que ha sido la
encargada, por las autoridades competentes, para velar por la exposición y, en
su caso, para dar la información pertinente a aquellos que se la solicitaban.
Yo siempre la he visto como una pintura fuera de su marco, por
lo bonita que es, andando de un lado a otro o, en su caso, acurrucada en un
rincón, a regoviento de los aires fríos que pululaban de un lado a otro por el
claustro que, a esas horas, con el sol en vertiginosa caída huyendo de las
tinieblas de las noches que envolvían a la Villa, pero, siempre cumplía con su
cometido de vigilar para que todo se desarrollara según lo previsto.
Una vez que salía yo del convento para cumplir con mi
cometido en la parroquia de Santa Catalina la sorprendí contemplando, como si
fuera una de tantos visitantes, los cuadros que, aún siendo mudos, transmitían
mensajes de gentes y pueblos tan lejanos a nosotros. Los rostros de dos
ancianos indúes encerrados en sendos cuadros la miraban y, contemplándola,
presumo que, de estar presentes en carne y hueso, rememorarían tiempos pasados
en que, ellos mismos, siendo como ella, jóvenes, se ponían el mundo por montera
e iban de un lado a otro por inhóspitos caminos y, ella, seguramente pensaría,
míralos, sus caras son mapas de los caminos trazados por el lápiz del
tiempo.
La pedí permiso para retratarla con mi telefonillo y accedió
gustosa y, situada entre los dos ancianos de otras tierras llegados al claustro
conventual de San José imprimados en papel a la acuarela y enmarcados en
sendos cuadros, se puso en pose de fotogenia mientras daba título a la foto y a
mi saludo, "para realzar EL CONTRASTE", dijo.
La exposición, en un principio , se habría, al público en general, desde las diecisiete hasta las veinte horas Y éste era su horario. No así los niños de las escuelas que giraban su visita por la mañana y, al hacerlo, sacaban de su tranquilidad al cenobio llenándole de alegre algarabía.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
3.12.2022. Sábado. (C. 1.617)
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
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