jueves, 20 de abril de 2023

La Santa Faz

 

                                                            ESTAMPA CAUDETANA.

LA SANTA FAZ.  

En el día de hoy la ciudad de Alicante se vuelca, toda ella, para peregrinar y celebrar fiesta grande en el Santuario de la Santa Faz. Sí, hoy todo Alicante confluye para la fiesta en torno a la reliquia porque mucha, mucha es la devoción que se dispensa a la Santa Faz de Cristo por parte de los fieles cristianos en la zona del levante español con especial relevancia en la ciudad de la luz, en la ciudad de Alicante que dispone, en los aledaños de la misma, de una ermita santuario donde se venera lo que se tiene, desde antiquísimo, como el lienzo con el que una mujer "con agallas" limpió el rostro de Cristo, un rostro surcado por chorretones de sangre que manaban de las profundas heridas causadas por las duras espinas de la corona que le encasquetaron en la cabeza y oscurecido por moratones producidos en el castigo infringido, principalmente por la soldadesca romana y por algún que otro siervo de los gerifaltes del pueblo judío en la noche triste del viernes de pasión durante la cual, contraviniendo toda legislación judía del momento(*), se le sometió a un juicio sumarísimo en el que fue condenado a muerte por, dice la condena, haber blasfemado, por haberse declarado "Hijo de Dios". Aquellos jueces, ofuscados por la inquina, no cayeron en la cuenta de que, en la Palabra revelada, en su propia ley, se reconocía a todo judío como "Hijo de Dios". En aquel juicio inicuo e improcedente no faltaron esbirros que abofetearon al Sacrosanto Reo lo que fue motivo de que se quejara Jesús por acción tan abyecta reclamando su derecho al respeto que le era debido:

"si he faltado en algo, le dijo al bufón que le abofeteó, manifiesta en que he faltado".

Fue una mujer, a la que llamaron Verónica, que ha pasado a la historia desde aquel entonces en volandas de una leyenda, la que con un valor digno de todo encomio, desafiando la autoridad de aquellos que velaban por el desarrollo de la ejecución, se atrevió a acercarse a Jesús, al Siervo Doliente como le llamará el profeta muchos siglos antes, para limpiarle el rostro de sangre y salivazos. Y, el Señor, agradeciendo aquel acto de caridad, la premió dejando impresa, en el lienzo, su rostro vilmente maltratado.

Una comunicante me ha obsequiado está mañana, al darme los buenos días desde la cercana ciudad de Alicante, con la imagen de la Santa Faz de Cristo que allí se venera y con la preciosa imagen de Nuestra Madre del Remedio que procesiona con la Santa Faz de su Hijo en el día de hoy 

Y tomando este saludo ilustrado con la Santa Faz y la Virgen he venido a utilizar la imagencica sencilla y preciosa que se venera en la parroquia de San Francisco de esta Real Villa de Caudete, porque devotos aherrojados, tengo oído, salvaron del voraz incendio a que se sometió aquel 22 de julio de 1936 a toda imagen y a todo signo o vestigio religioso. Ella, al llevarte la imagen del Cristo plasmada en el lienzo que sostiene en sus manos, te lleva hoy mi saludo, mis

 

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!

20.4.2023. Jueves. (C. 1.660)

(*) Según la Ley judía no podía celebrarse ningún juicio en las horas de la noche. Todos debían llevarse a cabo durante el día.

P. Alfonso Herrera. Carmelita.

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